-Bright eso fue...maravilloso- Una sonrisa asomó en sus labios de Win mientras sus dedos trazaban círculos en el hombro del otro que solo respondió con un beso a su frente.
Hacer el amor y terminar en brazos de quien consideraba el amor de su vida significaba la octava maravilla para un corazón ansioso por el amor.
-Tú lo vuelves maravilloso, si estás ahí definitivamente llenará mi alma-
Sus palabras terminaron por enrojecer las mejillas de Metawin que escondió el rostro provocando un constante golpeteo en el corazón de su pareja.
No llevaban mucho tiempo saliendo, pero no importaba, porque si su amor se mantenía tan noble como al inicio estaban seguros que estarían juntos toda la vida. Sin embargo siempre había algo que opacaba la felicidad, en este caso, una espina no permitía disfrutar a la pareja en plenitud. Una muy pequeña pero esencial.
Nadie podía saber que Bright tenia una relación con Win.
-¿Cuándo podré decir que eres mi novio Bright? Mis amigos han organizado un viaje y quiero que vayamos juntos, ya es momento de salir oficialmente.- Su entusiasmo se podía palpar sobre todo por el brillo en los ojos.
-De acuerdo, cuando vayamos al viaje anunciaremos públicamente nuestro noviazgo. Mientras tanto, será mejor que no le digas a nadie nada.- Pasó los dedos por su cabello delineando finamente su mentón besandole la mejilla que había recuperado al fin su tono natural.
-Al fin no estaré solo en la fogata, ¿te conté que el año pasado tuve que cruzar el lago totalmente abandonado mientras las otras parejas reían?- Aunque pareciera divertido por el hecho, Win en el fondo recordaba lo mal que llegó a sentirse en esa salida, no tenía a nadie con quien compartir semejante paisaje.
-Entonces solo me quieres de novio para no sentirte solo.- Hizo un puchero fingiendo que estaba indignado hasta que el menor repartió besos por todo su cuello abrazandose al pecho.
-No amor, pero, después de tantos años siendo el abandonado, por primera vez voy a sentir eso que quizás llegué a envidiar, adoraba estar solo, pero justo ahora, así, pegadito a ti, puedo tener una calidez especial en el alma. Ya quiero decirle a todos que mi novio eres tú.-
-No creo que al mundo le importe que ya no estoy soltero, no soy nadie especial.-
-Para mi lo eres, si pudiera le presumirá infinitamente pero a alguien no le agrada la idea que haga público lo nuestro.- Pero por más que tratara de entender al mayor la misma idea terminaba golpeando su mente.
"Le da pena decir que eres su novio"
Cuando comenzaron a salir Win fue el primer sorprendido, había sentido la mirada de alguien sobre él durante mucho tiempo, y un día al salir de la escuela un papelito le fue guiando hasta la zona trasera de la facultad. Estaba justo ahí pidiéndole una cita, una que no fue exactamente lo que había soñado porque el lugar era muy separado y casi ni había luz ahí. Bright le dijo que era más romántico pero algo le dolió. Aún más cuando se hicieron novios, justamente en la casa de Win, donde su ahora novio le dijo que no anunciara nada a nadie. Porque quería hacer un anuncio super especial, ilucionando con ello a un Win enamorado que seguía esperando ese momento, todavía después de un año.
-Bright, ya habías dicho que irías conmigo, ¿qué es tan importante para no ir con tu novio?-
-Amor, un amigo está pasando por un momento difícil, su pareja murió y él la quería mucho. Iremos después.-
Y fue ahí donde Win se sintió mal hasta arrepentirse de sus palabras. Asintió tomando sus cosas de la casa de Bright saliendo de ahí después de decirle que cuidara mucho a su amigo. Bright era tan buen novio y él solamente se comportaba egoísta. O eso sentía. Cuando llegó a su casa miró su celular buscando las fotos que tenía con su pareja para al menos no sentirse más mal consigo mismo, pero no las encontró, todas sus carpetas habían sido eliminadas.