Naruko x Sasuke (una historia de amor)

Izumi e Itachi

Bien, a partir de los dangos (🍡) el tiempo se basa en ese capitulo en el que el Sasuke se nos enfermó.

----------

Recuerda el día, cuando su padre murió, estaba muy asustada, su mamá había salido a comprar y no se encontraba en casa, entonces el Kyubi atacó, trató de ir a evacuar con su padre pero en el camino vio perfectamente como le cayeron esos escombros a su padre, solo por querer protegerla. Fue horrible. En el instante que eso sucedió se quedó paralizada, lo único que veía era sangre y el cuerpo de su padre aplastado, luego vino un fuerte dolor en sus ojos.

Estuvo caminando sola sin saber que hacer buscando donde refugiarse en medio del caos, su papá dijo "vive" pero ella solo quería tratar de salvarlo, no pudo hacerlo.

El momento en que él la salvo fue sorprendente, si era honesta pensaba que moriría, igual que su padre, aplastada, pero fue salvada,por un niño, un poco más grande que ella mientras cargaba a un bebé, la pudo rescatar, si es honesta le debe su vida.

Lloró todo el rato, nunca se separó de él, después de todo era su salvador, sosteniéndose del polo de ese niño hasta que anunciaron la muerte de su Hokage y que la amenaza había pasado.

Luego llegó el funeral, de todos. Su mamá sobrevivió y se mudaron donde viven los Uchihas, su padre no era Uchiha y ella trató de no mostrar que era distinta a los demás, aunque después de todo tenía algo que muchos Uchihas de su edad no tenían, el sharingan.

Trató de acercarse al niño, pero era complicado, siempre yendo por su lado y pendiente de su hermano menor. Trató de ser buena con el bebé, porque los bebes son muy lindos, pero este bebé era muy unido a su hermano y no tenía ni un año.

La academia era complicada, gente mayor siempre solía molestar, entonces otra vez él la salvó. Había otro niño, un adolecente en realidad, muy grande y fuerte, comenzó a intimidarla por ser "distinta" si lo sabía, era distinta, pero así nació, sus padres se amaban. Entonces él llegó, era sorprendente, salvándola de ese adolecente, fue aún más sorprendente porque él era solo un niño, él era asombroso.

Tal vez fue admiración, él era genial, sabía hacer bien muchas cosas.

Recuerda perfectamente cuando iniciaron lo que podría ser su amistad, por unos dangos.

Debería agradecerle a su mamá, mandándole a comprar unos dulces y encontrarse con él, resultó que había comprado los últimos.

Se encontraron fuera de la tienda y por algún motivo terminaron sentados frente a un lago, mientras conversaban. Se dio cuenta que él quería el dulce, se rió, pero solo porque nunca pensaría que él tendría un gusto, si era honesta no lo conocía, pero le encantaba la idea que a él le gusten los dulces.

Ese lago se convirtió en 'su' lugar, a veces se encontraban ahí y solo quedaba conversar, cosas triviales al inicio, luego conocerse más, y siempre se reunían en ese lago. Resultó ser un lugar especial.

Hubo una vez, fue la segunda vez en realidad, el día lo sentía gris, tal vez hasta negro. Su mamá murió, estaba enferma y no se podía hacer nada. Luego del funeral, llegó a su casa y lloró, lloró por todo, lloró por todo lo posible, porque se sentía injusto, estaba sola, no tenía a nadie y el ver esa casa vacía, solo le hacía recordar que tan sola podía estar.

Tocaron la puerta, y con voz rota y temblorosa por todo el llanto preguntó quién era, pero si era honesta no quería abrir. Resulto ser él, aún recuerda perfectamente las palabras que le dijo, porque se convirtieron en su consuelo "¿No me dejaras pasar?... Izumi sabes, yo admiro tu fuerza en situaciones difíciles o estresantes y tengo fe en tu capacidad de poder manejar esto también. Aunque tampoco significa que tienes que aparentar ser fuerte y esconder tu temor o debilidad. Izu, sé que tal vez no pueda ser el mejor para compartir mis emociones, pero podrías venir a hablar conmigo si algo te molesta. Si no quieres hablar, simplemente podemos sentarnos y comer algo o mirar el atardecer juntos. A veces eso es lo mejor, hay que seguir apoyándonos como hemos hecho en estos años, te quiero Izu" Las palabras de él fueron hermosas, inolvidables, fue tan hermoso que lloró, porque al parecer aun le quedaban lágrimas, pero esta vez había alguien esperándola, justo fuera de su puerta, solo tenía que abrir.