Prólogo: Colapso

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La oscuridad lo envolvía todo como una fina tela de seda, se arremolinaba a mí alrededor con suavidad y un tacto sumamente gélido. Giré la cabeza hacia la derecha y vi oscuridad, giré la cabeza hacia la izquierda y, otra vez, solo vi oscuridad, y el frío aumentó gradualmente; mi aliento se convirtió en vaho y, lentamente, empecé a temblar, mis dientes castañearon torpemente y me abracé para intentar disminuir la baja temperatura.

Y, cuando ya creía que iba a morir congelada, apareció una luz, una tenue y lejana luz.

-       ¿Quién hay allí? – mis labios se movieron pero no lograron articular palabra alguna.

Lo único que hice fue empezar a andar deseando llegar a la persona que mantenía esa pequeña luz para mí.

Desperté. Abrí los ojos y los dejé clavados en el techo de color marfil brillante, luego me levanté mecánicamente y, con un hondo suspiro de cansancio, apagué la alarma que estaba a punto de empezar a sonar.

-       ¿Otro extraño sueño? – preguntó una voz artificial sin cuerpo.

Levanté la mirada hacia el techo buscando su origen, fácilmente encontré el comunicador escondido en un recoveco.

-       No – negué mientras me levantaba y me empezaba a vestir -, solo el mismo de siempre – indiqué con indiferencia.

-       Entonces otro extraño sueño – me respondió la máquina.

No le hice caso y salí de la habitación. Odiaba las habitaciones de Alpha6, el color marfil era molesto, aunque los habitantes decían que no era lo suficiente blanco como para molestar ni lo suficiente oscuro como para deprimir; de hecho era precisamente eso lo que me molestaba, era un color insulso y fastidioso, demasiado neutro para complacer a nadie.

-       Buenos días – dije mecánicamente al entrar en la sala de investigación.

Nadie respondió, todo el mundo estaba ensimismado mirando su propia pantalla de trabajo, algo no demasiado normal.

-       ¿Ocurre algo? – pregunté a uno de los chicos nuevos que solo había visto un par de veces en toda mi vida.

El muchacho se giró para responder a mi pregunta pero lo único que hizo fue mirarme fijamente con la boca abierta.

-       Yo… no… mensaje – medio tartamudeó mientras se sonrojaba a ojos vista.

Solté un suspiro de resignación y seguí mi camino hasta un hombre de mediana estatura y pelo cano.

-       Jed – lo llamé para que me mirara -, ¿ocurre algo?

Él se giró lentamente y con solo ver su rostro pude saber que lo que estaba ocurriendo no era nada bueno.

-       Acabamos de recibir un mensaje – explicó -, un mensaje sobre vosotros – se calló.

Sus ojos color avellana me miraron asustados mientras su piel iba palideciendo cada vez más.

-       ¿Qué ha ocurrido? – pregunté con el corazón en un puño mientras lo apartaba de la pantalla y dirigía los ojos hacia ella.

Mi vista viajó rápidamente por cada palabra del mensaje, buscando el origen del temor, intentando entender cuál era la razón de esa tensión que había empezado a nacer en mi pecho.

Almas, muerte, 85, falta una mujer.

Apoyé las manos contra la mesa con los brazos temblando de puro terror mientras leía otra vez el mensaje.

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⏰ Última actualización: Jan 13, 2015 ⏰

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Souls: in the dark (Pausado hasta finalizar La Mordedura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora