Día 1

2.2K 183 33
                                    

Agarrados de las manos
________________________

Las pequeñas gotas de agua, frías y gentiles contra su rostro, le advertían sobre una tarde lluviosa. Zenitsu Agatsuma era un chico acostumbrado a la mala suerte.

Los viernes jamás se le dieron bien, y aunque tenía más claro que nadie que su vida estaba llena de extrañas, irreales excepciones, la suerte jamás se había puesto de su lado en el mismo maldito día.

El clima asegurado había sido anunciado como una agradable y cálida tarde, ideal para dar una pequeña visita a la costa, y disfrutar del mar en su mejor momento.

Y aún con todo aquello dicho, aún con las miles de millones de posibilidades, ahí estaba él: un pequeño, delgado chico sentado en la parada de autobús más gris de la ciudad.

Suspiró por tercera vez en el día.

Debía ser un buen día, tenía que haberlo sido. Un solo viernes sin mala suerte no lo hubiera matado.

Pero ya estaba hecho; la lluvia empezaba, y su salida con Uzui Tengen al parque de diversiones caía por la peor de las bordas.

Con una pequeña queja por el frío, sacó su pequeño, viejo celular de tapa, y marcó al primer número de la lista.

Un pitido, dos, tres. No había respuesta, y los ánimos que le quedaban caían en picada.

¿Habría vuelto a casa? ¿Acaso era él el único que había esperado tanto por ese momento?

Negó con la cabeza.

Podía esperar más.

Solo un poco más.

— ¿Zenitsu? — la voz que más quería escuchar llegaba a sus oídos y, con alivio, desvió la mirada hacia el lado derecho de la acera — ¡Zenitsu! Dios, llevo buscándote unos veinte minutos, ¿En donde te habías metido?

No lo podía culpar, él mismo había decidido esperar un poco más para entrar al restaurante en el que, se suponía, se encontrarían y almorzarían. Cuando menos se lo esperó, se vio atrapado en el inicio de lo que sería una pequeña llovizna, y el único refugio con el que pudo dar fue la triste parada de autobús.

Una pequeña y avergonzada sonrisa se plasmaba en su rostro, mientras intentaba de todo para quitarle importancia a la situación.

— Lo lamento, no creí que fuera a llover tanto — frotaba sus manos con nerviosismo, y el chico frente a él le daba una mirada consternada.

— Creí que me habías dejado plantado.

— No seas dramático — fruncía levemente su ceño y, recordando las palabras de Tengen en el momento en que accedió a tener una pequeña salida "amistosa", habló — supongo que nuestra cita se arruinó.

¡Entonces, es una cita!

Un brillo cruzó los ojos ajenos, y la sonrisa más bonita del mundo comenzaba a formarse en el rostro de Uzui.

— Ninguna cita nuestra va a arruinarse — cuando pudo darse cuenta, una enorme mano rodeaba la suya, y el cálido toque contra sus dedos provocó un pequeño escalofrío en su espina dorsal — no en mi guardia.

Tiró de él y, con una delicadeza ridícula tratándose de un sujeto tan brusco como lo era Uzui Tengen, lo atrajo hacia su pecho. Zenitsu no pudo evitar soltar una estruendosa risa, siendo acallada por las miles de millones de gotas de agua cayendo a su alrededor.

Sólo en ese momento notó el paraguas que era sostenido sobre ambos y, dirigiendo la mirada hacia arriba, la plena vista de una sonrisa socarrona lo hizo ver mil colores.

Un apretón en su mano derecha lo trajo a la realidad; desvió la mirada hacia abajo.

— Eres un cursi.

— Cierra la boca — aligeró el agarre, y un tenue rojo se comenzó a expandir por sus mejillas — cuando eramos pequeños solías caerte mucho cuando llovía, sabes. No quiero que te rompas una pierna en nuestra primera cita, ¿Sabes lo mal que quedará en nuestro historial?

Una pequeña sonrisa volvía a aparecer en su rostro; con diversión, asintió.

Y, caminando entre las concurridas calles de Tokyo, con conversaciones amenas, y sus dedos aún entrelazados a pesar de que la lluvia había parado hace ya mucho tiempo, Zenitsu pensó que tal vez ese viernes no había sido del todo malo.
_______________________

La idea me vino en plena madrugada y me lancé a mi celular a escribir como una enferma jajdaj

Soy humanamente incapaz de escribir sin música para complementar el ambiente, así que supongo que por cada capítulo andaré jodiendo sobre la canción que escuché en el proceso siquesi.

Hoy no pude parar de escuchar Love like you, de Rebbeca Sugar (aunque jamás vi Steven Universe, no me funen porfa :c).

≪uzuzen≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora