𝓔𝓶𝓹𝓻𝓮𝓼𝓪𝓻𝓲𝓸 -𝕜ꪮꪮ𝕜ꪜ- [𝖔𝖒𝖊𝖌𝖆𝖛𝖊𝖗𝖘𝖊]

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Pasaron algunas semanas en donde Taehyung seguía ahorrando dinero, pero nada parecía ser suficiente. Estos días fueron algo abrumadores para el mayor, ya que nuevamente se acercaba el fin de mes.

Solo significando que tenía que pagar el arriendo del pequeño apartamento, que consistía en dos habitaciones, un baño y una pequeña cocina, obviamente, tampoco podía olvidar pagar la guardería en la que se quedaba Mingyu cuando estaba en sus horas de trabajo, que a pesar de ser pública, el mismo se dio el tiempo de buscar la mejor, importando muy poco la paga que ganaba al día.

Trabajo horas extras, pero no era suficiente dinero, al final gran parte se iba cuando compraba comida, porque podía dejar muchas veces de lado el arriendo de su "hogar", pero jamás dejar a su hijo sin comer.

Se estaba poniendo ansioso, tenía miedo, quería darle una vida feliz y digna a Mingyu, una en donde le pudiera dar una mejor calidad de vida y pasar junto a él todo el tiempo posible, además sentía que se estaba perdiendo parte de la infancia de su pequeño.

¿Por qué se sentía mal padre?

Taehyung salió de sus pensamientos cuando escuchó que tocaron la puerta de su apartamento, de forma inmediata acomodó su vestimenta y abrió la puerta. Aunque no se relajo del todo al ver a esa persona frente suyo.

Una señora de una edad un poco avanzada, quien mantenía una postura recta y con un rostro que el omega no supo descifrar.

—Buenas tarde Señor Kim —habló la beta.

—Buenas tarde, ¿En que la puedo ayudar? —Taehyung sabía quién era y para qué venía, cada semana llegaba a reclamar.

—Me gustaría hablar un poco en privado, dentro de su apartamento.

—claro, adelante —abrió la puerta completamente cediéndole el paso, ya estando adentro, la beta miraba el interior del lugar con una cara de disgusto que trataba de disimular de mala manera, la mujer siempre hacia eso cada vez que venía, por lo que Taehyung estaba acostumbrado de cierta forma.

—Señor Kim iré al punto, me está debiendo dinero, ya van tres meses atrasado y no se si deba seguir aquí usted, otras familias también quieren un hogar —hablo de forma directa la mujer, sin ninguna pizca de pena.

Bajo la cabeza un poco avergonzado, sabía que debía dinero, lo admitía, pero tampoco es como si tuviera mucho.

—Este mes pagaré, lo juro —murmuró un poco apenado.

—Lo siento Kim, ya te he dado tres meses, ¡¿No crees que es suficiente tiempo?!, apenas estás comenzando a pagar el primer mes de los tres meses que me debes; esta es la última advertencia Kim, si en dos semanas no me pagas todo el dinero, tú y ese mocoso se van de aquí —dictó enojada la beta y terminaba la conversación, salió cerrando con un fuerte portazo.

—papi —detrás de él se escuchó la voz de su hijo, quien venía algo adormilado y con su pijama de dinosaurio.

Se dio la vuelta para ver como tenía sus ojitos llorosos y su cabello todo despeinado.

—mi bebé, ¿Qué pasó? —Taehyung preguntó preocupado, mientras lo cargaba y este se acurrucaba en su cuello.

—sueño malo —fue lo único que dijo.

—Tranquilo, papá está aquí, siempre te protegerá —acarició la espalda del menor lentamente para que esté volviera a cerrar sus ojos.

—¿Papi estás triste?, se siente en tu aroma —murmuró el pequeño, mientras se empezaba a dormir nuevamente.

—estoy bien cachorrito, vuelve a dormir —sonrió triste, no lo admitiría en voz alta, pero se estaba dando cuenta que estos días ha estado perdiendo bastante peso por las horas extras de trabajo, no se sorprendería si en cualquier momento su cuerpo colapsara.

Llevó a Mingyu nuevamente a su habitación para dejarlo recostado en su cama y taparlo bien con las sábanas, por último, le dio un beso en su mejilla y se retiró de aquella habitación, sin antes verificar que estuviera completamente dormido.

Apago las luces del apartamento y fue a su habitación para acostarse en su cama, en la oscuridad, abrazó a una de las almohadas fuertemente mientras se hacía bolita entre la sabanas, para que al final pueda romper en un llanto silencioso.

Tenía miedo de perder todo lo que había conseguido con su propio dinero y esfuerzo, quería ser un padre fuerte, un ejemplo para el menor, no quería que Mingyu sufriera las consecuencias tan joven, sólo era un bebé. Su bebé.

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