Los dioses están enojados 《Fargexby》

Willy y Fargan

La mañana llego rápidamente, luego de que Mangel y Lolito explicaran a los últimos héroes que ya habían cumplido su misión, enviaron un mensaje al hibrido y el sepulturero para que fueran en búsqueda del menor ya que, en palabras de Auron, Alex no despertaría hasta que no estuviera cerca de quien fuera el siguiente en cumplir la misión

-Cuídenlo mucho, y por lo que más quiera nunca se queden solos con él, traten de estar los dos juntos o cosas terribles podrían pasar- les advirtió el pelirrojo, asustando al otro par, ya que si alguien lograba asustar al antiguo psicópata quería decir que la misión seria complicada

-Si algo le llega a pasar a nuestro pequeño tengan por seguro que no volverán a ver la luz del día- la amenaza de Mangel dejo confundidos y aterrados a Fargan y Willy, pocas veces se veía al de lentes dejar de lado su carácter pacifista y soltar amenazas como esa

-Vale, eso fue extraño- afirmo Willy, mirando la dirección por donde se iba la pareja para luego girarse hacia sus amigos, mirando pícaramente al mayor –Esas manos Fargan- molesto al otro sabiendo de los sentimientos que tenía por el menor

-Basta Willy, te puede oír- reprocho apegando el cuerpo de Alex más a si, sonriendo como idiota al ver la paz y tranquilidad con la que dormía el menor

En todo el pueblo solo una persona sabia de los sentimientos del hibrido por el policía, siendo el albino quien se encargara de aconsejarlo así como de molestarlo de vez en cuando, por desgracia la amistad que tenia con su hermano oscuro se mal entendía, haciéndolos quedar como una pareja secreta, claro que esto no lo sabían ellos

-Entonces... ¿tu casa o la mía?- pregunto aun con el tono sugestivo, siendo escuchado por un par de señoras que pasaban por ahí, quienes negaron rápidamente como reproche por tan vulgar comentario –No señoras, no es lo que creen- trataba de excusarse pero las  mujeres ya se habían alejado sin escuchar sus explicaciones

-Bien hecho, compañero- reprocho el mayor, decidiendo que sería mejor ir a casa de Willy, era la que quedaba más cerca, y además la suya estaba hecha un desorden que no quería que el menor viera cuando despertara –A tu casa pues-

Se dirigieron a la casa del árbol del menor, entre bromas y comentarios con doble sentido sobre los sentimientos de Fargan y como aquella sería su oportunidad para pasar más tiempo con el menor

-¿Cuándo crees que despierte?- pregunto curioso el albino, ya habían pasado un par de horas desde que había llegado a su casa y el menor no tenia pintas de querer despertar

-Ya debería haberlo hech...- una fuerte explosión fuera de la casa del árbol resonó por todos lados

Ambos chicos corrieron a la ventana más cercana, viendo a través de esta un enorme agujero en la entrada del albino

-¿Pero qué es esto?- grito, entre furioso y sorprendido, corriendo hacia afuera de su casa, dejando a Fargan en la sala mientras reía a más no poder por la explosión, deteniendo su risa al divisar cierta cabellera azabache que conocía a la perfección

-¿Alesby?- pregunto para sí mismo yendo en dirección contraria, dirigió sus pasos hacia la habitación donde se suponía debía estar descansando el menor, encontrándose con una imagen demasiado enternecedora para su gusto -¿Necesitas ayuda, pichón?-

La voz del mayor sorprendió a Alex, quien intentaba, con mucha dificultad, escalar la ventana por donde había salido para hacer la explosión, sin embargo su altura no le permitía alcanzar el marco de la ventana y por lo mismo había quedado colgando