La Pesadilla De Dracula

Capitulo 3: Lagrimas

"Las lágrimas que más duelen
son las que resbalan poco a
poco y descontroladamente
por tus mejillas,
arrastrando recuerdos
dolorosos"

-MAMA, PAPA NO ME DEJEN POR FAVOR.

-Scarlett... Scarlett despierta sólo es una pesadilla.-me dijo una voz suave.

Abrí los ojos y vi a Mina parada, la miré, le dije que me dejará y que se fuera a dormir ya que mañana tendríamos un día muy cargado, ella me obedeció mientras que yo me quede despierta esperando que el amanecer apareciera cuando eso llego, me cambie de ropa, me puse una calza negra, una polera blanco con diseños y unas botas de militares, me salí de mi habitación y me dirigí a la dirección del orfanato para pedir a Romina la dirección del colegio, ella me lo dio pero antes de salir me pidió que esperara a Mina pero yo le dije que preferiría ir sola, ella aceptó y me fui, caminaba sola hasta la parada de bus, la soledad era triste pero cuando quieres proteger a las gentes es mejor estarlo. Apegué mi cabeza contra la venta y serré mis ojos muy despacio quedándome completamente dormida.

Transilvania 1803.
Estábamos en una fiesta de mascara, yo vestía de un vestido rojo con una máscara venida de Italia, yo era la hermana de Mina, mi hermana era bonita, sus cabellos eran rubios, su piel blanca hacían resaltar sus ojos esmeraldas, amaba a mi hermana mayor cuando mis ojos cruzaron las de un hombre, estaba bien vestido, se acercó a mi y me invito a bailar, me gustaba su forma de seducirme y la forma en que me dirigía en el baile, lo mire y le pregunté su nombre y el me dijo.

-Soy Vladimir Tepes y usted bella dama.-me dijo suavemente.

-Soy Scarlett Harker, mi señor.-lo mire con tanta seducción.

Me había enamorado de Vladimir, de su forma de ser era tan bello, sus ojos negros me envolvían y me hacían sentir amada, terminamos de bailar, hice la reverencia y me dirigí donde se encontraba Mina y mis padre, mi hermana me pregunto sobre él y le dije sólo su nombre, Mina me miro y me sonrió como haciéndome entender que había algo más entre nosotros, la fiesta me la pase hablando con el duque de Rumania cuando no había encontrado a mi hermana, fui a buscarla y la vi con Vladimir besándose, sentí que mi mundo se derrumbaba, me acerqué a ellos y les di un par des abofeteadas, me largue dejándolos, al irme Vladimir me siguió y me colgó contra el muro, cuando los hizo lágrimas recorrían de mis mejillas, él me mira con unos ojos llenos de irá no sabía por que me miraba así que al ver esa mirada mis lágrimas salían una tras la otra, el hombre que había amado me había lastimado el corazón, Vladimir me soltó y me dijo que no me acercara más a él y a Mina, oír de sus labios el nombre de mi hermana me dolían, esa noche cuando llegamos a casa me la pase en llantos, mi hermana me había traicionado cuando Mina entró con una sonrisa en los labios y me dijo.

-Ves hermanita, no siempre te escogerán, Vladimir sabe que sólo querías jugar con él.-me dijo con una voz llena de maldad.

-¿Que le dijiste Mina?.-le pregunté llena de ira.

-Sola la verdad hermanita.-me dijo con una risa.

La vi alejarse me daban ganas de matarla pero no lo haría ya que era mi hermana, me dormí llorando pensando en que los labios del hombre que amaba habían besado a otra que no sea yo, eso me partía el alma...

-Señorita estamos en la última parada.-me dijo el conductor moviéndome.-Se siente bien.-me dijo preocupado.

-Si por que.-le pregunté.

-Esta llorando.-me dijo sorprendido por mi pregunta.

Era cierto, pero por que lloraba y que eran esos recuerdos dolorosos, le pedí disculpa y baje sin preguntar en el lugar que me encontraba, era un bosque grande, camine sin encontrar una salida, mire la hora de mi reloj y vi que eran apenas las seis de la tarde, me había dormido por diez horas, que ocurría conmigo seguramente tenía que ver a psiquíatra, mis piernas estaban cansadas, tenía hambre y mi cabeza me daba vuelta, sentí que me caía pero no caí al suelo, alguien me había agarrado por que sentía sus fuertes brazos fríos pero para mi eran muy calorosos, me sentía segura en ellos, que dije a dura penas.

-Quien seas, gracias por salvarme.-serré mis ojos y me desmayé.