𝗪𝗘'𝗟𝗟 𝗕𝗘 𝗧𝗛𝗘 𝗦𝗧𝗔𝗥𝗦

• 𝐩𝐫𝐨𝐥𝐨𝐠𝐮𝐞; 𝒕𝒉𝒆 𝒛𝒐𝒅𝒊𝒂𝒄 𝒔𝒊𝒈𝒏𝒔

escribí esta historia entre mis 16-18 años, así que posiblemente encontrarás graves errores ortográficos, hoyos en la trama, mal redacción, misoginia por parte de personajes masculinos y femeninos, embarazo joven romantizado, machismo y toxicidad romantizada con un montón de cringe. sé amable, solo era una adolescente y ahora ya no pienso así y he mejorado mi escritura. Pero los errores son parte de aprender. Gracias ❤

además el concepto pienso renovarlo y continuar en la nueva cuenta ( sxftlywitch )

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La luna es lo único en lo que puede pensar Katherine Norestieth, mientras observa a la nada y puede notar su magnífico planeta que había sido en parte su creación. Con el color violeta y azul mezclándose entre sí para conseguir el tono perfecto de la tierra, pero después de eso... Nada. Solamente hay nada en el planeta. Había estado muy feliz con su esfuerzo y muy satisfecha con el resultado, ¿pero por qué ahora mismo no le agradaba nada? Sentía que algo más faltaba y eso era... Vida.

— Em. —Katherine llamó a su hermana que se encontraba dentro de la casa, acercándose a ella con una expresión de seriedad en el rostro. — Hermana mía, ¿no sientes que falta algo aquí?

— ¿A qué te refieres, hermana menor? —la mujer pelinegra murmuró, alzando una ceja con confusión pues para sus ojos todo era perfecto. — Este lugar es nuestro orgullo. Es lo que siempre quisimos.

— Lo sé, y nos esforzamos mucho en el planeta Norestieth, pero... —hizo una breve pausa y suspiró. — Siento este lugar tan solo. Tan vacío. No se siente como el planeta Tierra. Y nuestro padre quería que hiciéramos de este lugar algo sagrado y único, pero con vida.

— También tenemos que buscar la forma de proteger a los humanos. Son tan imprudentes y estúpidos que alguien tiene que cuidarlos. —Emeraude se quejó con un bufido, nunca entendería la estupidez humana. — Por eso mismo Mädchen, Margot y Zoey están allá. Intentando vigilar a algunos humanos, pero son millones.

— Sí, eso ya se sabe. Por eso he estado pensando mucho, meditándolo y creo que tengo la solución para ambos problemas. —informó con una pequeña sonrisa. —Aunque puede que no te guste.

— Dime tu idea y veremos. —Emeraude se encogió de hombros, ¿qué podía perder?

— Primero que nada crear vida. Tengo la idea en mente de seis almas divinas con habilidades especiales para habitar el planeta Norestieth y que al mismo tiempo puedan proteger a los humanos. —Katherine dijo con emoción su idea, esperando la aprobación de la mayor. — ¿Qué opinas?

— ¿Seis tan solo? No, son muy pocos.

— Bien, ¿qué te parece si son doce? —preguntó, intentando convencerla pues le emocionaba aquello. — Puedo crearlos-

— ¿Por qué sólo tú? No dejaré que saquen lo infantil y débil de ti. —rió negando. — Al menos déjame la mitad a mí. Con el poder de la vida que nuestro padre nos otorgó creáremos entre las dos. —recalcó. — Doce almas con peculiaridades que nos ayudaran a proteger a la raza humana. Cada uno tendrá un mes del año como suyo y protegerá a los que nacieron en su respectivo mes. —finalizó.

— Bien. —Katherine estuvo de acuerdo con aquello. — Necesitaremos un líder. Alguien que dirija el grupo y tenga la fuerza de mil hombres, un noble corazón y luche contra el caos. Él será dueño del mes de Abril. —informó. — Que sea justo, pero también luchador. Y el fuego será su elemento natural. Será capaz de sacar de sus manos llamas tan rojas como el mismo color de su cabello. Su nombre será... ¡Aries!