6-. Desde cero.

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Me mire por última vez en el espejo con una sonrisa.

Basta, ahí que dejar de hacer el gilipollas.

Tome mi casco y me lo puse, destruyendo mi pepino perfecto, ¿En que se basa? pasar el cepillo por mi cabeza y ya esta.

Tome mi porra y la colgué en mi pantalón, listo para marcharme.

Que extraño se siente.

...

¿El que?

Utilizar pantalón.

Si, se siente raro volver a sentir tela por esas partes de mi cuerpo.

No es que vaya desnudo por la vida, llevo una tanga y así todos me han conocido y me han visto.

Sali de la casa, no sin antes visitar a Jimmy y plantarle un beso en su cabecita.

Mientras más camino hacia la estación de policías más me topo con los pueblerinos, quienes me sonríen o asienten con la cabeza en una señal de respeto.

A lo lejos, mire una cabellera anaranjada lleva un sombrero de paja, una camiseta rojo de rayas cafés y unos vaqueros azul claro.

Me acerqué al muchacho, quien es dos años menor que yo.

¿Qué tal Omar?

Omar se dio la vuelta rápido.

-Buenas tardes, señor Alexby.

Chasque mi lengua y Omar abrió los ojos.

No me tienes que decir señor, joder...que me haces sentir viejo.

Brome un poco y Omar también se río.

-Lo siento...Buenas tardes, Alexby.

Anda! Que esta mejor así.

Mire la caja que lleva Omar en sus manos, es una caja grande de naranjas.

¿Te ayudo?

-No, no, de echo aquí vengo a entregarlas.

Omar señaló con su cabeza el puesto que ahí enfrente de nosotros.

-Solo que ¿Se unió a la policía?

Omar me miró de abajo hacia arriba.

Si, de echo. Hoy es mi primer día.

-Wow, pues déjeme decirle que le queda muy bien el uniforme.

Me reí un poco y Omar solo sonrió.

Deja de tratarme con el usted, macho! Solo soy mayor por dos años.

Omar se río un poco y miro a otro lado.

-Deje que me acostumbre...

Omar está...sonrojado? Se ve lindo, nunca lo había visto así...tiene una bonita sonrisa.

Su cabello anaranjado y su piel blanca hace que luzcan sus ojos verdes junto con su sonrisa y esas pecas que adornan su cara...es lindo.

Sonreí inconscientemente.

-Alexby.

Si...

-Creo que se le hará tarde.

Abrí mis ojos y mire el reloj de la tienda de enfrente.

9:05 am.

¡Dios! Chao, Omar te veo luego.

Me despedí rápido y empecé a correr hacia la estación.

Esto me pasa por andar de distraído y de mirón.

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Llegue...

Abrí la puerta con cuidado de no causar tanto alboroto con la emoción del momento.

Empecé a caminar unos cuantos pasos hasta llegar al escritorio, donde Nancy está sentada.

Hola, buenos días.

-Llegaste 10 minutos tarde.

Me hice chiquito en mi lugar, sintiendo como la mirada filosa de Nancy me corta en tres.

-Aquí no importa quién seas, no me importa si eres el héroe de Karmaland, aquí no llegas y te ponen en un alto cargo solo por ser héroe. Aquí inicias desde cero.

Nancy recalco cada punto, golpeando su plumón en la mesa cada que alega.

Perdido [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora