El Séptimo Sol

Capítulo III - "Revelaciones"

                                            ...
Ya era de noche, y nada de Susan. La cena me sabía a nada. En un momento tan importante de mi vida, y sin mi mejor amiga. De repente, insistentemente tocaban a la puerta.

_ ¡Pero qué sorpresa, Deliah! ¿Qué haces por acá?
_ Me acordé de tu cumpleaños. ¡Aquí tengo tu presente!    
_ ¡Muchas gracias, Deliah! Aprecio mucho que te hayas acordado de mi cumpleaños. ¿Qué será? 
_ Ábrelo.     
_ Es, es... ¡¿un libro?!                        
_ Pero no es un libro cualquiera. Es el libro del Séptimo Sol.                         
_ ¡Ahora sí! ¡Por favor, explícame que es el famoso Séptimo Sol!                    
_ Solo, léelo. Ahí están las respuestas a todas tus preguntas. Te debo advertir: este libro no debe caer en manos inadecuadas. Cuídalo mucho. Le perteneció a mi familia. Ahora, me debo marchar.  
_ ¿No comerá ni siquiera ni un pedazo de pastel?     _ No. Gracias, querida.                      
_ Bueno. Muchas gracias por el presente. ¡Hasta pronto!

Cerrando la puerta, me lancé en la cama con el misterioso libro. Cuál fue mi sorpresa cuando abrí el libro. ¡Las páginas en blanco! Me acordé en ese momento, de las notas que me enviaban estando en blanco. Alcancé un vaso que tenía sobre mi mesita de noche, y, temerosa, lo eché sobre la primera página del libro. Efectivamente, aparecieron figuras extrañas y muchos textos. Ahí, finalmente, encontré lo que buscaba. Decía que el Séptimo Sol, no es más que un clan demoníaco, fundado hace más de 600 años, al sur de Dinamarca, antigua Escandinavia. Su misión principal, es capturar personas indefensas para poder conquistar el mundo. ¡Qué horror! Y pensar que esos extraños me buscan a mí. ¡Ahora ya entiendo todo! ¡Por eso, todos me decías "cuidado con las sombras"! Eran las tantas de la noche, y seguía hojeando el libro, hasta quedarme dormida.

Al otro día, ya siendo mayor de edad, me dispuse a buscar empleo. Soy un poco loca, pero muy responsable. La vida me ha enseñado esto, por medio de empujones. Aprender algo nuevo, o poner en práctica algo aprendido. No sé con qué el destino me la jugaría esta vez. Después de un rato caminado por la inmensa calle central de este pueblo endemoniado, me encontré con una vieja amiga de mi madre.

_ ¡Señora Linn, muchos años sin verla!                     
_ ¡Eh! ¡Si eres la hija de Lauren! Amy... ¿ese era tu nombre?                                                                            
_ Sí, tiene usted muy buena memoria. ¿Cómo le va la vida?                                                                                   
_ La vida me ha tratado bien. Soy una importante gerente de restaurants con premios de referencia internacional, pero tengo un pequeño problema. Acabo de abrir un restaurant de comida china, llamado "Red Lanterns" en las afueras del pueblo, pero no tengo personal para atender a los clientes. Al comienzo, como eran pocos clientes, yo misma podía servir a todos, pero ahora que aumentó el servicio, mi cabeza está por explotar. Si esto sigue así, no veré más opción que cerrar el restaurant.                             
_ ¡Vaya casualidad! Precisamente, ando buscando empleo. Vivo en casa de una amiga, cerca de aquí. Ahora, está desaparecida, así que tengo que ocuparme de la casa. Si usted... pudiese...                 
_ ¡Contratada! Será un honor para mí: la hija de mi mejor amiga, trabajando junto a una mano que la puede ayudar. ¡Cuenta con el empleo!                          _ ¡Muchas gracias, señora Linn!                                   
_ ¡De señora nada! Puedes llamarme Linn.               
_ Muy bien, Linn. Ahora, me dirijo a la comisaría, para poner la denuncia por la desaparición de mi amiga Susan.                                                                    
_ Te espero mañana en el restaurant a primera hora. ¡No faltes!                                                          
_ ¡Allí estaré!