Capítulo 4: Cariños y torturas...

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Deposite incontables besos sobre su mejilla desviando mis besos hasta el mentón. Notaba que a Kiseop le gustaba pero aun así no se relajaba del todo. Continúe besando sus mejillas, su mentón y barbilla con mucho cariño mientras que con mis manos acariciaba sus hombros casi masajeandolos como haciéndole masajes suaves y cariñosos. Él rodeó mi cintura con sus brazos apegandome más a el, se notaba que apesar de estar algo tenso no quería que me detenga o no me quería lejos.

-Kevin.. ¿por qué eres tan lindo? -me susurró y yo reí bajito entre besos que aún depositaba en sus mejillas elevando mi zurda para rozar mi dedo pulgar con su labio inferior.

-Shhh.. mantente calladito o me detengo...

-Mmh.. no quiero, quiero que me des de tus mimos siempre.

- Y así será pero comportate -murmure besando la punta de su nariz deslizando mis manos hasta su cabeza, y hundi mis largos y finos dedos en sus cabellos apreciando la suavidad de estos. Aah~ era hermoso; le acaricie con mucho cuidado masajeandole un poquito.

- Aah.. Kevin ¿Cómo hago para matenerme tranquilo cuando te tengo así sentadito arriba mío?

- ¿A qué te refieres? -le miré curioso y el negó con su cabeza.

- A nada, bebé... continua...

Me acomode mejor y guíe mis besos en un camino de pequeños besitos hasta el cuello de Kiseop, comenzando a besar la extensión de este sonriendo como un tonto al sentir ese rico aroma que desprendía tan propio de el. Todo el me gustaba, todo el me enloquecia y me enamoraba.

Estaba enamorado y de eso no cabía dudas, mi corazón palpitaba descontroladamente ¿Por qué no le dije que me gusta, que lo amo y que lo quiero todo para mi? Soy un maldito cobarde, pero... aún no estoy listo para confesarle lo que siento con palabras por eso.. prefiero decírselo con mimos y cariño, con amor y nada más que con amor. Quería gritarle, quería decirle cuanto lo amaba pero... había algo en mí que me detenía ¿Y si le confieso? ¿Cómo se lo tomará? ¿Que pensará de mí? ¿Me aceptará? ¿Me corresponderá? ¿o... me rechazará? ¿Se reirá de mí, de mis sentimientos? ¿No querrá verme más? ¿Arruinare nuestra amistad? Y esas preguntas me acobardaban, pero bueno... ya pronto encontraría un momento especial para decirle o callaria para siempre.

Kiseop comenzó estremecerse ante mis besos, y acarició lentamente mi cintura con sus manos bajando hasta mis caderas con suavidad y volviendo a subir hasta mi cintura. Me separé un poquito y frene con mis actos, el suspiró con pesadez y abrió sus ojos con molestia al notar que yo no continuaba.

- ¿Por qué paras? -y abulto su labio inferior como si fuese un niño a quien le quitaron un dulce.

- ¿Qué hora es? -le corté.

- Te hice una pregunta primero..

- Es que debo ir a dormir Seoppie. Mañana debo levantarme temprano, tengo que ir a la uni. Aunque si quieres vienes conmigo y te sigo mimando hasta que logré dormirme.

-Mmh.. no sé, si debes dormir mmh.. -murmuró manteniendo su pequeño puchero el cual lo hacía ver tierno pero me hacía reír.

Me levante separandome por completo de el, y le ofrecí mi mano pero antes que pudiera darme cuenta el ya me cargaba como si fuera princesa llevandome hasta mi habitación de aquella manera. Cuando nos adentramos a ella el se acostó sobre mi cama dejándome sobre su cuerpo y me acomode como la otra vez. Mierda, era la pura tentación besarlo y que me toque, y que se frote contra mi cuerpo causandome esos cosquilleos tan raros y placenteros.

- Kevin, si quieres dormir no te preocupes, me das mimos mañana..

-Pero yo quiero ahora.. -le contesté ya besando tanto sus mejillas como su mentón. Fui besando la extensión de su cuello nuevamente y el por su parte se dedicó a acariciar mi espalda baja adentrando apenitas sus dedos dentro de mi boxer. Me estremeci pero continúe acariciando con mis labios su suave y cálida piel. Y entre besos sin darme cuenta lami un tantito su piel, pero enseguida me hice el idiota aunque el no lo dejó pasar por alto.

El diario de un corazón roto (boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora