Me eche hacía atrás.
-Te dije que no iba a comerme las babas de esa. Le miré frunciendo el ceño.
-Dioooooos, eres una cabezota. Río frotándose el pelo.
-Anda vamos a casa, tengo hambre. Le dije poniéndome el cinturón.
-Podemos ir a algún lado a comer algo. Se puso el cinturón.
-Claro, esta abierto a las 6 de la mañana para ti cariño. Reí mirándole.
-Mmm... me dijiste cariño... Dijo restregando su cara por mi cuello.
-Aparta idiota, sigo enfadada. Lo aparté con el brazo.
-Vamos, lo siento. No fue mi culpa. Dijo mirándome.
-Tampoco hiciste nada para impedirlo. Dije cruzándome de brazos.
-Te juro que la aparte Julia, ella misma te lo dijo. No te hagas mas la dura anda perdón. Dijo y sonrió.
-Esta bien. De todas formas no pienso besarte hasta que laves tus dientes. Reí.
-No me lo creo... Se acerco sonriendo pícaramente.
-Lo juro. Besé su mejilla y lo aparte. Anda vamos tengo hambre de verdad. Reí.
-Espero no tener un accidente... Río poniendo en marcha el motor.
Le miré con cara de asesina.
-Era broma idiota. Río conduciendo.
Llegamos a casa después de un terrorífico viaje ya que Alex iba bastante ebrio aunque no quería admitirlo y yo gritaba cada vez que hacia algo raro, parecía que nos íbamos a estampar.
Entré en la cocina y me puse a mirar en todos lados para ver que comer. Odio cuando no puedo decidirme... Abrí el refrigerador mirando entre todas las cosas.
-Hola nena. Dijo mientras me agarraba por la cintura besando mi cuello.
-Ho-hola... Cerré los ojos sonriendo.
-Ya me lave los dientes. Río y volvió a besar mi cuello.
-A ver. Reí dándome la vuelta.
-Mira. Me echó el aliento y río.
Era verdad. Olía a menta. Me quedé mirando sus labios fijamente. Dios tenía los labios más bonitos que había visto.
-¿Que miras? Se mordió el labio inferior.
Dios. No. Esto no. ¿En serio? Tendrían que haberlo visto para entenderme. Fue tan sexy joder. Tan tan sexy...
-Dame un beso ya anda. Me agarro de la cintura acercándome a él.
-Antes jurame que no volverá a pasar nada así, no se vayan a confundir todas contigo... Reí mirándole.
-Te juro que la próxima que se me acerque ni la miraré. Sonrío.
-No te pido eso, tampoco soy una loca obsesa... Solo que no se... No me gusta que te besen. Le dije seria.
-Tranquila, te juro que no volverá a pasar. Mira no se que va a pasar entre nosotros pero en este momento apuesto por esto, por ti. Apretó el mentón.
Nos quedamos callados por unos segundos mirándonos a los ojos. Me sentía tan a gusto mientras me agarraba, nunca nadie me hizo sentir esa sensación. No se que tenía que me encantaba y aunque no se lo dije yo también apostaba por él.
Acarició mis labios con su dedo pulgar mientras de nuevo mordía su labio inferior y negó con la cabeza.
-¿Que pasa? Sonreí.
-Nada. Sonrío dulcemente y me besó despacio. Sus labios acariciaban los míos despacio y con tanta ternura que cerré los ojos. Introdujo su lengua acariciando la mía. Comenzó a besarme más intensamente bajando sus manos a mi trasero y lo agarró con fuerza acercándome a él. Separó sus labios de los míos dejándome medio atontada y beso mi mejilla, continuó bajando besando mi cuello. Cerré los ojos de nuevo rodeando su cuello con mis brazos. Siguió besándome el cuello y lo lamió despacio hasta subir a mi oído.
-Eres la casualidad más bonita. Susurró en mi oído y mordió el lóbulo de ella. Gemí despacio agarrando fuerte su nuca.
-No hagas eso. Volvió a morder su labio con fuerza y suspiró.
Sonreí mirándole y él negó con la cabeza sonriendo.
-Vamos a parar anda o no me hago responsable de mis actos. Sonreí al escuchar eso.
-Entonces vayamos a dormir. Reí y bese su mejilla.
-Anda vamos. Agarró mi mano y subimos las escaleras. Me apoyé en mi puerta y el me acorraló rodeando me apoyando sus brazos en la puerta y me besó de nuevo el cuello, me mordí el labio y acaricié su cara.
-Mañana nos vemos. Sonreí apartándole.
-Te echaré de menos. Se despidió de mí dándome un beso y se fue a su habitación. Entré a la mía y me tumbe en la cama sonriendo pensando en todo lo ocurrido. Toqué mis labios recordando sus besos.
Realmente no sabía que iba a pasar entre nosotros, pero él tenía algo. Cada vez que me miraba mi corazón se aceleraba y cuando me besaba olvidaba todo lo que había alrededor. Le di mil vueltas pensando en las cosas malas... Nuestro camino esta escrito, cada cosa que pasa tiene algún sentido en el futuro. Recuerda que si alguna vez lloraste, aprendiste la lección y no volverás a caer. La vida al fin y al cabo son recuerdos, con el tiempo las cosas malas solo son recuerdos... Y las positivas son las que cuentan.
Cada vez que tomamos una decisión estamos apostando. Y yo apostaba por Alex.
ES CORTITO PERO SUBIRÉ OTRO EN NNADA :) MUCHAS GRACIAS A LA GENTE QUE LO LEE HABLENME POR MENSAJE Y YO LEERE SUS NOVELAS. MIL BESOS
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Queda una deuda de mil noches todavía.
RomanceEn el momento que sus labios rozaron los mios supe que haría cualquier cosa por él, que quería pasar el resto de mi vida mirándo aquellos ojos azules y su perfecta sonrisa que me enamoraba locamente de él.