Monster | JaeJun

🍒𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑉𝐼: 𝑅𝑒𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 𝐴𝑧𝑢𝑙

Los ojitos del menor miraban al mayor de  manera dulce, sintiéndose bien por la ausencia de los adultos.

-¿Dónde está tú madre, Junnie?- El mayor volteo el rostro a otra dirección.

-Mamá, ya no está, no tratarán de volvernos a separar, no te preocupes, tú solo tienes que tratar de dormir- El menor asintió mientras miraba el perfil fino.

Estuvieron un momento en silencio donde solo se escuchaban las respiraciones de ambos, donde la paz reinaba y nadie podría incomodar los en ese instante, absolutamente nadie, porque ahora ese era su hogar, no era el de su mamá, ni el de su padrastro, ni el de Mark, era la casa de Byun Renjun y Byun Jaemin.

-Sabes, hace tiempo había un castillo muy hermoso, donde vivía un hombre muy extraño con una barba azul, muchas personas piensan que su crimen era dirigido hacia mujeres jóvenes, pero en realidad eran para otro tipo de edades- El castaño nego mientras seguía relatando su entretenida historia, con el fin de aburrir a Jaemin y dejarlo dormir- Barba azul se había casado con una mujer muy hermosa que al tiempo dejó y decidió irse a un castillo más hermoso que en el había vivido, ahí sus criados reclutaban niños de las cercanías. Llevados a presencia del gran barba azul, este empezaba sus suplicios, les colgaba boca abajo, les azotaba, les martirizaba, para cuando ya estaban presos del pánico y el terror, barba azul les hacia descender de sus suplicios, les cogía en brazos y los acunaba, simulando así protección, en contra de los verdugos del horror que les hacían toda clase de torturas. De este modo el sádico barba azul ganaba la afección de los pequeños, prometiéndoles que él haría todo por liberarles de sus manos. Los niños sonreían como si hubieran realmente visto abrirse la salvación, pero este hombre buscaba demoníacamente estos gestos mezclados de dulzura y de terror, así en esa situación les cortaba el cuello y se refocilaba con su sangre.

El menor miro los ojos oscuros del castaño, los cuales lo miraban fijamente, como si quisiera expresar algo mediante ellos pero debido a su edad no podía reconocer.

-Sabes, era inútil huir de barba azul, porque atrás vez de sus sueños él se acercaría a las camas se esos niños, durmiendo los y tomando sus corazones; esos niños solo podían pensar en él, si ellos huían terminarían peor de lo esperado- El menor asintió mientras tomaba fuertemente la mano del mayor quien no sentía como las uñas finas de enterraban en su carne- Si yo fuera barba azul, ¿Qué harías?, ¿Correrias de mi?.

El menor nego mientras se abrazaba al cuerpo del mayor de edad pero corto de estatura que respiraba pesadamente cerca del cuello del menor.

-No huiria de ti, me quedaría siempre a tú lado Renjun, no te tendría miedo, te amaría como lo hago- El sol rojo comenzó a aparecer dando el reflejo de la luz en las manchas escarlatas que decoraban la camiseta blanca del castaño- Estaría contigo por siempre.

El mayor asintió mientras se abrazaba al cuerpo del más alto, quien también tenía rastros de sangre gracias a la cercanía con el mayor.

-Duerme Jaemin, no has podido dormir nada, sube arriba, yo subiré en un momento solo tengo que dejar limpio algo- El menor asintió mientras subía las escaleras de manera apresurada y adormilada.

El castaño miro como el menor subió las escaleras para bajar al sótano donde se escuchaban gritos. Los ojos oscuros y el cabello azabache temblaron con el hecho de escuchar la voz de su hermanastro.

-Renjun, sacame, por favor, no le diré nada a la policía, solo sacame de aquí- El mayor nego mientras se tomaba la cabeza de manera fuerte y abrupta.

-Soy Jaemin, no Renjun- El azabache nego mientras lloraba de manera fuerte y frustrada.

-Tú eres Renjun, tu mataste a Wendy, a mi papá, a tu padre y a tu tío Chanyeol- El castaño nego mientras se tomaba con fuerza los cabellos- Eres Renjun, él que tiene trastorno de identidad, tú crees que eres Jaemin, pero eres Renjun, el psiquiatra te dijo que tienes ese trastorno por tu trauma de la infancia.