2. Extraños.

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Mientras el auto avanzaba entre las calles trataba de capturar cada pedazo del pueblo, como retazos que le ofrecía a mi mente en busca de que me devolviera con algo

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Mientras el auto avanzaba entre las calles trataba de capturar cada pedazo del pueblo, como retazos que le ofrecía a mi mente en busca de que me devolviera con algo.

Nada.

Como no obtendría nada por ese lado, me tomé el tiempo para contemplar, y analizar, al hombre frente a mí.

Era una escultura imponente, de aspecto enigmático y el aire cautivante de un cazador, de rasgos simétricos y porte bien cuidado, su colonia invadía el interior del auto, mezclándose con el olor a cuero de forma exquisita.

Llevaba puesto un traje de tres piezas, por lo que imaginé que quizás podría trabajar para algún buffett.

──¿Siempre eres así? ──habló sin retirar la vista del libro entre sus manos.

──Me gusta decir que soy observadora.

Entonces él me miró de forma directa, con el mismo descaro que yo había usado.

──No pareces tener idea de tu situación.

──¿Trabajas para la Defensoría Pública? Porque no puedo permitirme un abogado privado...

Luego dudé un momento, quizás podría, quizás era miembro de una familia adinerada, con un antiguo e importante apellido, puede que él fuera el abogado de la familia, al que ellos habían enviado para tapar otro de los secretos que escondía nuestra antigua dinastía.

Como un homicidio.

──¿Maté a alguien? ──quise saber.

Él hizo su libro a un lado, cruzando una pierna sobre la otra mientras me contemplaba como quien analiza un caso.

──Tienes una extraña cabecita.

──Vas a tener que decirme todo para preparar una buena defensa.

──No soy tu abogado ──me cortó.

──¿Conoces alguno entonces?

En respuesta sonrió, o algo parecido, la esquina izquierda de sus labios apenas se curvó hacia arriba.

──¿Qué recuerdas?

Intenté recordar, moviendo mi cabeza de un lado a otro, como si fuera cuestión solo de organizar las ideas y devolverlas a su lugar.

──Nada.

Asintió con lentitud.

──Te ayudaremos a recordar.

──Te ayudaremos a recordar

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