Capítulo 3.

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*N/T: El capítulo puede contener contenido y/o lenguaje explícito, no apto para todos, por favor leer con discreción. 


—Pues solo queda en ti Val, no veo qué te detiene.— Me decía Ale mientras caminábamos hacia el trabajo. Yo estaba muy nerviosa y dudosa, Enrede mis audífonos para guardarlos en la bolsa de la chamarra negra que traía. Ale seguía dándome un sermón del porque necesitaba contestarle a Rodrigo. Y es que a pesar de todo no me atreví a mandarle mensaje, solo lo guarde en mis contactos y al final él fue el que me mando mensaje. Un mensaje directo y sin rodeos. Me invitaba hoy a cenar, ¿Cómo obtuvo mi número de celular y mi horario de trabajo? Fácil, Alejandra tenía la culpa. Mientras yo me reía de su excusa hace tres noches atrás, él aprovecho y se acerco al "eslabón más débil" de mi vida y obtuvo lo que necesitaba.

—Pues, en sí nada, pero tiene un año que no salgo con alguien del sexo opuesto.

—¡Disculpa! ¿Y el vato de la entrada de cuarzo, qué? O ¿Mi querido John?

—No fue una cita, puesto que iban varios de ustedes. Aquí siento que es diferente.

—¡Ash! Solo cógetelo y ya, bien sabes que necesitas un buen polvo y no tienes porque comprometerse— Me pare en seco a mitad de callé y no puede evitar ponerme roja, osea Ale tenía razón, pero ¿cómo alguien como Rodrigo iba a queres acostarse con una simple mesera, con problemas existenciales y sin carrera? Literal el puede tener a cualquier mujer en el mundo, yo no encajo en esa lista.

—¡Hey! Deja de pensar y camina, que estorbas ahí. Mi vida, sabes que lo que digo es verdad y no te espantes porque no eres una santa y yo menos. Pero simplemente disfruta de esta oportunidad y pon tus reglas o al menos que no te guste el vato. ¿No te gusta?

—Sí, me gusta es muy guapo, pero yo...

—Tú nada, eres bellísima, muy inteligente y estas a la altura de que alguien como él se fije en ti. Al final si no lo quiere así pues a chingar a su madre, hay más peces en el agua.

 —Ha, ha, ha, yo con mi pequeña estatura la verdad hasta cosa me da, o sea es muy alto, fácil me saca unos veinte centímetros— me rei.

—Vamos no serás la primera ni la ultima en salir con un hombre más alto y además para eso mujer han inventado los tacones.

—¡Güey! Te amo— dije y la abrace.

—Lo sé baby, lo sé. Pero hoy saliendo nos vamos directo a tu casa y a arreglarte, para que estés bellísima, pa' que Don Herrera se quede con el ojo cuadrado.— Nos reímos.

Si tenía miedo, pero igual Ale tenía razón, qué más daba si se daba una noche de buen sexo. Sí, me hacía falta, pero al igual no pasaría con cualquiera. Sería solo una noche y eso contando que él quiera, obviamente. Ale después de ser la soplona de mi equipo, me ayudo a investigar más sobre Rodrigo y más por todo lo que había dicho Marco. Nos quedamos sorprendidas al saber su edad y más porque no lo aparentaba. Investigamos sobre ese programa que la mayoría mundo conocía y por el cual todos lo reconocen. Sobre su empresa y como es que llego a ser un gran empresario. Descubrimos que a veces da conferencias y más en la universidad de la que es egresado. Un poco de sus gustos, pero casi nada de su vida personal. Solo por una foto, supusimos que tiene dos hijos.

—Valeria, llego alguien de tu "área VIP" —me aviso Erick.

—¿Mí qué?

—Solo ve a atender la mesa ocho, ahora solo es una persona.

Salí directo a la mesa ocho, mientras guardaba mi cecular en la bolsa del chaleco, había olvidado responder el mensaje de Rodrigo y Erick no medejo hacerlo.

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