Las cosas entre el Equipo Libre Albedrío 2.0 estaban un poco... raras últimamente. Bueno, más raras de lo que cabe esperar de un par de cazadores y seres celestiales.
Parecía que se esforzaban para encontrar hasta la más mínima excusa para iniciar discusiones sin sentido. De no ser por Jack, que inconscientemente ayudaba a apaciguar las aguas, todo se hubiera ido al demonio mucho antes.
Era un lunes como cualquier otro. La noche era clara y los chicos estaban sumergidos hasta el cuello en un caso que los tenía dando vueltas desde hacía varios días. Cada vez que creían que estaban por atrapar al culpable, llegaban a un callejón sin salida y el caso volvía de nuevo al punto de partida.
Estaban totalmente convencidos de que las muertes extrañas que ocurrían en el pueblo desde hacía algunos meses era obra de hechicería, pero no lograban rastrear a la bruja. Ni siquiera Cas o Jack podían localizarla del todo bien, lo cual significaba que se estaban enfrentando a una bruja muy poderosa... y macabra. Poderosa y macabra.
Porque no solo estaba asesinando personas inocentes, estaba asesinando niños. Niños inocentes. De una manera tan horripilante que Dean probablemente tendría que llevar a Jack a ver un terapeuta luego de resolver el caso.
La bruja, o monstruo mejor dicho, cada cincuenta años asesinaba una docena de niños y niñas de doce años. Sam había encontrado evidencia de que lo que ocurría allí ya había sucedido antes. El modus operandi era exactamente el mismo: ninguna relación entre las víctimas más allá de la coincidencia de edad; eran raptados de lugares que parecían escogidos al azar, por lo que era muy difícil conectar los casos, de no ser porque al encontrar los cuerpos, todos estos tenían el el cráneo destrozado. Y cuando digo destrozado, me refiero a que estaba en pedazos, irreconocible, cómo si dejaran caer una sandía desde el décimo piso de un edificio. Pero eso no era lo más inquietante, ni lo que aseguraba que los asesinatos estaban relacionados. No, lo que realmente conectaba los casos era la ausencia de la glándula pineal en cada uno de los cuerpos.
Fue Jack el que notó la espeluznante coincidencia revisando los archivos que Sam le había pedido al forense. Al principio quedaron confundidos por el dato, hasta que Cas explicó que muchas criaturas consideraban y creían que la glándula pineal era la representación física del alma. Fue entonces cuando entendieron, sin dejar de sentirse un poco horrorizados, que la maldita bruja probablemente estaba comiéndose esa parte central del cerebro de los niños como parte de algún macabro ritual.
Ese lunes por la noche, por fin habían dado con la ubicación de aquel monstruo, aunque tuvieron que pedir ayuda a la bruja más poderosa que conocían para poder resolverlo.
Sin embargo, por muy útil que fuera, pedirle ayuda a Rowena no dejó de ser motivo de discusión.
—No vamos a pedirle ayuda a ella, Sam. Olvídalo — espetó Dean molesto, por décima vez en cinco minutos.
Sabía por un lado que su hermano probablemente tenía razón, y que no tenían otra opción más que contactarse con la elegante pelirroja; pero que Chuck lo maldiga si iba a dejar que aquél alce de dos metros se saliera con la suya a la primera, sobre todo después de haber arruinado su camiseta de AC/DC favorita.
—Sabes perfectamente que no tenemos otra opción, Dean. No podemos permitir que más niños continúen muriendo —insistió Sam.
—Es la única forma, Dean —apoyó Cas, para el disgusto completamente visible del mayor.
No sin antes resistirse un poco, terminó cediendo. Aún no confiaba de Rowena del todo, pero realmente se estaban quedando sin tiempo, y no iba a dejar que otra inocente vida fuera sacrificada por culpa de su irresistible instinto de llevarle la contra a su hermano.
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Freaky Tuesday [Un Martes de Locos!]
FanfictionDos cazadores muy distintos entre sí, un ángel rebelde que no entiende referencias y un nefilim bebé en el cuerpo de un adolescente. ¿Qué podría salir mal? En su mundo, muchas cosas: pero lo que sucedió ese martes nadie lo vio venir. La convivenci...