Han pasado un par de días desde el día del beso y en ese tiempo no me había visto con ninguno de los dos pero no podía seguir aplazando las cosas tenía que hacer la mayor parte de las cosas antes de cumplir el primer mes del tiempo así que ese fin de semana nos quedamos de ver en la entrada de parque
—estas segura que te puedes subir —pregunto Matías
—Si no lo hacía porque me daba miedo, no por indicaciones médicas— conteste
—bueno y piensan subirse a eso— dijo Alan temeroso
—Vamos— dije firme
—No yo no quiero, saben que me da mucho miedo— volvió a decir Alan
—vamos que es lo peor que pueda pasar— dijo Matías — yo tomare tu mano si quieres— se ríe
Tuvimos que llevar casi a rastras a Alan hasta la fila del juego mecánico, la verdad me sentía al de obligarlo así que se lo dije
—no tienes que subir si no quieres
—La verdad siento que me voy a desmayar —dijo ya algo pálido
—mejor no te subas— dijo Matías
— no quiero fallarte Lía — dijo Alan algo triste
—tranquilo, no te voy a obligar a hacer algo que no quieras y menos que ponga en riesgo tu tranquilidad
Nos abrazamos y el salió de la fila, Matías y yo continuamos hasta que fue nuestro turno de subir, estaba muy nerviosa pero a la vez uy emocionada por hacerlo, la última vez que me subí a un juego mecánico fue a los 9 años al martillo, fue horrible por que no era un juego para una niña de mi edad y por eso tenía gana de subirme esta nueva montaña
—Por favor en la 2 fila— dijo el encargado
—gracias— dijo Matías —lista— dijo ofreciendo su mano
— ¿Lista?— dije tomando su mano
El me ayudo a subirme llego el encargado y ajusto nuestros cinturones
—Buen viaje— dijo apretando el botón
El carrito comenzó a avanzar, la montaña comenzaba con una subida algo pronunciada y después venia 3 vueltas completas, sentía un gran hoyo en mi estómago pero no sabía si era del movimiento, la adrenalina o la emoción pero realmente me sentía muy ilusionada de cumplir este deseo, el juego duro aproximadamente 5 min bajamos yo me sentía algo mareada y Matías estaba más pálido que Alan en la fila
—Que tal les fue— dijo Alan con mejor cara
—Pues solo ve la cara de Matías— dije en tono burlón
—pues digamos que tú no tienes la mejor cara— contesto Matías
—Bueno pues, tengo hambre— dijo Alan
—yo no— dije asqueada
—es normal estas mareada aun pero ahorita se te pasa— contesto Alan
Tuve que hacer una visita al baño y después nos dirigimos a la zona de comida del parque, comimos y cuando paso un rato seguimos disfrutando del parque subimos al carrusel y las sillas voladoras cerca de las 7 de la noche nos fuimos a descansar
Novela: Lista De Deseos
Escrita por: @AnaCA05_
Espero que les guste esta historia
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