La gran huida.
Me encuentro derribada en el suelo, con una niña sobre mí, ella tira mordidas a mi cuello, mientras mis brazos luchan por alejarla de mí.
Este es mi fin, mi muerte será más trágica de lo que imagine, siempre pensé que moriría de vieja recostada sobre mi cama, no siendo desintegrada a mordidas.
Los ojos de mi pequeña agresora tienen un color rojizo, parecen bañados en sangre, su piel es blanca como la luna que puedo observar justo detrás de su pequeña cabeza.
Podría simplemente tomar el palo que está a unos cm de mí, pero, es una niña, como puedo hacerle esto, si es que esta situación que estamos viviendo tiene solución, ella tiene toda una vida por delante...
Pero, se peguntaran ¿Laila como carajos terminaste así?, bueno, la repuesta es fácil.
30 minutos antes...
El comercio sigue ardiendo en llamas, han pasado 10 minutos desde la extraña explosión y la calle seguía llena de esas personas que se comportaban como locos, todos estaban amontonados a las afueras del comercio, al parecer la luz los atrajo.
Entonces lo recordé, ¿Y los encargados del local?, hace ya tiempo habían bajado y aun no subían, ni siquiera cuando se escuchó el estruendo de la explosión.
Voltee a ver a Oliver que seguía en el mismo lugar que estaba cuando la explosión, su mirada se encontraba perdida en la nada, pero al parecer sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir la intensidad de mi mirada, no me juzguen, le estaba dando el visto bueno, a pesar de estar en una situación casi apocalíptica, seguía siendo chica, y el chico, su altura era impresionante, y resaltaba más al lado de mi 1.65 m. y tenía un suave bronceado, su cabello no era ni lacio ni chino, y era color castaño, nada mal la verdad.
— ¿Se te perdió algo? — lo escuche decir, oh mierda, por un momento olvide que el ya había descubierto que lo estaba mirando antes de empezar con mis estúpidos pensamientos.
Mientras que de mi boca solo salió un — ¿Eh? —. Vamos Laila di algo más, te estás viendo como una estúpida, mis ojos empezaron a recorrer todo nuestro entorno buscando algo para cambiar de tema, cuando mis ojos se detuvieron sobre la calle repleta de personas dije —Ella es linda ¿no? — y apunte hacia una chica que caminaba torpemente en la calle y le faltaba su mano derecha.
La confusión se hizo presente en la cara de Oliver, — ¿Te refieres a la chica sin mano? — dijo.
Oh, creo que intentando arreglar la situación solo lo arruine más.
—Aja — le dije, ya no tengo otra opción, ya lo eh arruinado, ahora solo me queda disimular.
Oliver se le quedo viendo a la chica sin una mano y dijo, —Supongo que cuando estaba viva era hermosa—.
Mis ojos dejaron de ver a la chica que caminaba torpemente para centrarme en Oliver, — ¿Cuándo estaba viva? ¿A que te refieres? —.
— ¿Qué no los ves? Ellos ya no tienen vida— dijo al momento que señalaba la calle donde se encontraban las personas caminando torpemente hacia la luz.
—Si no tuvieran vida, ellos no podrían caminar, ¿no lo crees? — le comente con obviedad.
El me miro de nuevo y me dijo, — ¿Nunca has visto películas de zombies Laila? —.
—Pues... si, eh visto 2 por lo mucho, pero no sé exactamente de que tratan los zombies— le confesé.
—Los zombies normalmente regresan de la muerte por algún acto de Dios, o algún virus mal manejado se escapa de un laboratorio, o, es como terrorismo por parte de otro país— dijo Oliver.
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Los renacidos.
Teen FictionMi nombre es Laila, mi vida era normal, estaba en el primer año de la universidad estudiando para convertirme en lo que desde pequeña había deseado ser, pero la vida puede dar un giro de 180 grados en tan solo un segundo y cambiarte todos los planes...