Ella está al borde del precipicio,
mirando hacia su futuro.
Las últimas lágrimas que ella nunca va a llorar,
caen de sus ojos, luego de caer en el olvido.
Ella las observa caer,
y desaparecen para siempre.
Sin embargo, ella se ríe en la cara de la muerte.
Ella ha sido olvidada por el mañana.
El viento que sopla en la espalda,
la empuja hasta el borde.
Casi coincidiendo con su decisión final,
y animándola a saltar.