La actividad era simple. Quemar tu pasado y guardar tus deseos futuros.. Todo era ilustrado con dibujos.
El único problema, no podía dejar de ver mi pasado como problemas de mi presente.
Bien dicen por ahí que tus problemas se encargan de seguirte como fantasmas que te aterran con cada recuerdo.
Muchas veces llegue a pensar en suicidarme. Mi padre lo tomo a juego, mi madre ni enterada esta. Después de pasar esto con mi familia más cercana ya no considere a mis amigos una opción. Al menos no a todos.
Hace tres años, me veía obligada a tomar terapias, para seguir con el lío académico. La terapeuta quería medicarme. Fue cuando lo deje.
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