Punto de vista de Anna.
Nada de lo que iba a suceder a continuación en mi vida era lo que yo quería. Antes de irme a México, antes de enamorarme de Jean, casarme con Erick y formar lo más parecido a una familia era mi sueño, pero ahora ya no era eso lo que quería. Cierto que era la única forma de la que podía intentar olvidarme del colombiano que ocupaba ahora mismo mi mente durante todo el día y toda la noche, pero no podía dejar de pensar en lo infeliz que iba a ser al lado de alguien al que realmente ya no amaba, el cariño estaba; por supuesto, ¿pero amar como lo hacia hasta hace tres meses? ya no.
Como Jean me había dicho, dejaba huella y antes de que pudiera ocurrir nada, ya estaba extrañándolo de una manera sobrenatural.
Estaba en mi habitación, ya estaba recogiendo mis cosas. Erick y yo arrendaríamos una habitación de hotel donde podernos quedar durante esta semana que queda hasta nuestro matrimonio y después regresar a Vancouver. Renuncié a mi trabajo en México, no quiero tener nada que ver con Jean por lo que eso significa que no quiero vivir en una ciudad donde cualquier día me lo pueda encontrar sujetando la mano de la madre de su hija y todos estos sentimientos que ahora me están comiendo por dentro me persigan para siempre. En Canadá, él no estaría y podría continuar con mi vida que tan difícil se estaba poniendo.
--Anna. --Escuché la suave voz de Halsey tras mí, en la puerta. Tratando de mostrarle mi más sincera sonrisa, me giré hacia ella.
--Hey, nena. ¿Cómo estás? --le digo agachándome a su altura, tomándola de la cintura para atraerla hacia mí, dejé un beso en su frente.
--¿Te vas a ir? --dijo con tristeza.
--¿Cómo te enteraste? --le pregunté.
--Papá está triste en su cuarto porque te vas?-- dijo haciendo una mueca. Ver su cara de tristeza respecto al ver a su papá mal, me partió el corazón en mil.
A esta niña yo le había cogido el mayor de los cariños existentes en el mundo, no sabia si era por ese instinto maternal que tenía al saber que no podía tener hijos y las altas ganas que tenía de tener uno o porque al compartir tiempo son Halsey es imposible no quererla. Ella era la imagen de cada uno de sus padres, su pelo negro representaba la parte de su padre, la persona que la había protegido de todos los daños que pudo y hasta incluso de los que se escapaban de sus manos la salvó. Sus ojos representaban los de mi gemela perdida, los de la persona que no puedo comprender por qué tengo este parentesco físico con ella. Estoy segura que por muy poco tiempo que Gia pasara con ella, la amó más que a nada, porque si yo lo hago con esta fuerza sin ser su madre, no me imagino como debió de hacerlo ella.
--Sí, nena. Tengo que irme. Pero nos veremos pronto. --dije acariciando su rostro. Le mentí porque sabía que lo más probable que pasara era que no la volviera a ver nunca más.
--Pero yo no quiero que te vayas y Liam tampoco. -- dijo haciéndome un puchero.
--Mira, vamos a hacer una cosa. Si no te pones triste, te compro un helado ¿Sí? --dije sonriéndole de lado con la esperanza de que ella se contentara un poco. Su sonrisa comenzó a aparecer por su rostro y automáticamente después me dio un abrazo.
--Te voy a extrañar mucho, Anna. --dijo en mitad del abrazo y después nos separamos.
Ella sale del cuarto algo más contenta y en mi interior se quedó el sentimiento de que yo también la iba a extrañar mucho, no solo a ella sino a todos los demás de esta casa.
Aunque Erick estaba deseando salir de aquí por alguna extraña razón que desconozco, sabía que volver a sus orígenes y reencontrarse con sus amigos le estaba haciendo flaquear esa coraza que se había creado de hacia años, la que seguro le hizo hacer el dolor de haber perdido a Gia.
Por la puerta apareció una chica con una camiseta negra de encaje y unos pantalones negros de cuero que se ajustaban a sus perfectas curvas. Darían estaba en la puerta mirándome con duda sobre si entrar o no, asentí con una media sonrisa para que la chica de pelo blanco se tomara la libertad de entrar a la habitación.
--Así que matrimonio en una semana. --dijo caminando hacia mí con lentitud.
--Sí. --respondí de forma cortante. No quería que viniera nadie a decirme que era una locura y precipitado, porque era algo que yo ya sabía.
--Anna ¿estás segura de lo que vas a hacer? --dijo mirándome con sus ojos llenos de angustia. --Jean, nos contó lo que pasó entre ustedes.
--Por eso, Darian. Necesito poner países entre Jean y yo, para que él pueda ser feliz con Gia y yo con Erick. --cuando mencioné el nombre de su amiga apartó su vista a un lado. --¿Qué pasa?
--Anna, tengo que contarte algo. --dijo mientras se sentaba en una esquina de mi cama haciéndome una señal para que me sentara junto a ella. Lo hice. --No me gusta dar rodeos, pero comprendo que esto que te voy a decir te resulte raro.
mi ceño se frunció en señal de confusión.
--Creo que eres Gia. --dijo mordiéndose el labio inferior, yo solté una risa irónica. Pero qué clase de disparate estaba diciendo esta chica.
--Estás de coña ¿no?
--Voy totalmente enserio, Gia.
--Mira no me llames así. Yo no soy ella. --dije con la voz un poco alta.
--Piénsalo, todo cuadra. Tu hijo, el accidente, tu pérdida de memoria. --mientras ella decía más cosas, más negaba yo con la cabeza.
--Estás loca, Fer. Lo único que ves en mí es una forma de encontrar a tu amiga porque no quieres asumir que no la vais a encontrar nunca.
De forma firme y sin dirigirle más la palabra me levanté de la cama y salí de la habitación hecha una auténtica furia, chocándome con Erick en la puerta.
--¿Qué te ocurre, amor? --preguntó cuando me vio envuelta aquel mal sentimiento.
--Quiero que nos vayamos ya mismo de aquí, no quiero seguir compartiendo oxígeno con esta gente.
____________________________
HOLAAAAAAA, esto de volver a clases es un horrorrrrrr
5 capítulos para el final, estoy nerviosa...
@maariasanchezz19
VOTEN Y COMENTEN.
LECTORAS FANTASMA NO.
ESTÁS LEYENDO
Remember me - JeanCarlo León.
FanficSecuela de "No Way" «Ni estando con cien más voy a olvidarte» Para Jean desde la muerte de Gia la vida no había sido nada fácil, tuvo que criar a su hija Halsey él solo. Su carrera de influencer sí que estaba bien pero su corazón se sentía vacío. ...