❛ HE LIKES BOYS ❜ ❝un chico se enamoró de otro chico, pero ese chico luego se enamoró de una chica... y el otro chico en venganza también se enamoró de la misma chica.❞
Kim TaeHyung está enamorado
de Jeon JungKook y todo el mundo
lo sabe, acos...
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he likes boys capítulo treinta y tres
—¿EN SERIO TENEMOS que hacer esto? —TaeHyung preguntó con una mueca en su rostro, viendo como HaNa pasaba de tienda en tienda y agarraba diferentes prendas de ropa para probárselas y luego decir que no le gustaban.
TaeHyung había perdido la cuenta de cuantas veces HaNa había repetido el mismo procedimiento con diferentes tiendas. También había perdido la cuenta de cuántas bolsas llenas de ropa llevaba en sus brazos.
Supuso que debió pedir un carro o una moto como lo hizo JungKook en vez de decirle a HaNa que hiciera lo que ella quisiera y le diera cualquier cosa.
Cuánto se arrepentía en ese momento...
—No sé de qué te quejas, TaeTae —HaNa se volteó a verlo con una sonrisa burlona, echando su cabello hacia atrás con superioridad—. Ambos hicimos un trato y quedamos en que hoy hacemos lo que yo quiera, así que hoy es mi turno, cariño —HaNa le guiñó un ojo a TaeHyung—. Además, te pregunté mil veces si querías algo, pero dijiste que hiciera lo que quisiera... Debiste especificar, amor —HaNa terminó yéndose hacia los vestidores para probarse otro vestido.
TaeHyung suspiró, tirando las bolsas de compras a un lado y dejándose caer encima de un sofá que había en la tienda donde HaNa estaba probándose vestidos.
TaeHyung maldijo en su mente la suerte de JungKook y lo afortunado que era el menor de haberse salvado de ir ese día de compras con HaNa. El azabache no había desperdiciado la carta del «regalo» que le ofreció la mayor y, en lugar de ir con su novia y novio a comprar con ellos, prefirió tomar otro camino para ir a comprar su moto con la tarjeta negra ilimitada que le dió HaNa.
Cuando el trío llegó al penthouse de la pelinegra después de la discusión en el auto de la susodicha, terminaron teniendo sexo los tres después de un pequeño chantaje por parte de HaNa con el trato antes mencionado: TaeHyung y JungKook podían pagarle a HaNa con sexo si tanto se sentían culpables de recibir sus regalos.
HaNa, TaeHyung y JungKook habían terminado su noche de diversión hasta muy tarde, un poco más de las dos de la mañana, casi las tres, y habían caído rendidos una vez sus cabezas tocaron las suaves y grandes almohadas de la cama de la habitación de la pelinegra que, sorprendentemente, era lo suficientemente grande como para abarcar los cuerpos de dos hombres y una mujer adultos y sobrar espacio todavía.
TaeHyung había planeado seguir durmiendo hasta muy tarde, pero HaNa lo había despertado a las ocho de la mañana sin delicadeza alguna diciéndole que pasarían el resto del día de compras en el centro comercial de Gangnam-gu, con JungKook ya levantado y emocionado por comprar su moto ese día.
