¿Omega Embarazado? - ADAPTACIÓN OHMFLUKE

CAPITULO 09 (AOF)

OHM:

Me dirigí a mi auto y me fui. Sabía exactamente donde iría y que iba a hacer cuando llegara allí. Todavía estaba sorprendido que Fluke hubiera mentido así sobre sus padres, pero no iba a mencionarlo. Por mucho que quería darle una bofetada por ser tan cobarde con el capitán y con todos los de la comisaría, sabía lo difícil que tenía que ser para él.

Lo que realmente no podía esperar a ver era la mirada en su cara cuando le cuente sobre la nueva política. Sabía que se sentiría aliviado al saber que el capitán lo llevaría de vuelta, sin importar cual fuera su estado.

Llamé a la puerta un par de veces antes de oír a Fluke arrastrándose por dentro. -¿Quién está ahí? –Preguntó por la puerta después que llamé por tercera vez.

-Soy yo. Por favor déjame entrar Fluke. Necesito hablar contigo.

-No es un buen momento, -dijo a través de la puerta.

-Fluke, vamos, -dije, levantando mi voz para que resonara por el pasillo. –Tenemos que hablar. ¿Por qué estás haciendo esto?

-Muy bien. –La puerta abrió una grieta y la empujé para abrir el resto del camino y poder entrar. Y allí estaba él, en nada más que una enorme camiseta que casi le llegaba hasta las rodillas.

-¿Qué llevas puesto? –Pregunté mientras cerraba la puerta detrás de mí. Miré alrededor de la sala de estar y me sorprendí al ver el estado en el que se encontraba. Todo el apartamento era un desastre. Había contenedores de comida china por todas partes y montones de ropa por todo el suelo. Parecía que Fluke había tomado toda la ropa que poseía de su armario y la había esparcido por cada centímetro del apartamento.

Observé como los ojos vidriosos y llenos de lágrimas de Fluke se movían hacia abajo para mirar la camisa que llevaba puesta. –Es una camiseta estúpida que mi primo me envió para mi cumpleaños hace un par de años. Supongo que se equivocó de talla cuando la pidió.

-Diré. Es enorme, parece que llevas un vestido.

-¡Bueno es lo único que me queda bien, Ohm! –Gritó mientras sacaba un par de pañuelos de papel de una caja que había metido bajo se brazo. Se limpió algunas lágrimas de la cara y se sonó la nariz, y luego tiró los pañuelos de papel al suelo. -¡No tienes ni idea de lo que esto ha sido para mí! ¡No tienes idea de lo que es te quiten todo! Primero mis padres, y ahora mi maldita identidad.

-Fluke, no has perdido nada. Por favor, escúchame. Hablé con el capitán.

-Sabes lo que va a pasar si el capitán descubre la verdadera razón por la que me ausenté, ¿no? –Dijo Fluke, sacando más pañuelos de papel de la caja y tirándolos al suelo una vez que los usó. –No hay forma que me devuelva mi trabajo, no quieren omegas en la policía, Ohm. Y si no puedo ser policía, no sé qué voy a hacer. Mi vida entera se está desmoronando y está fuera de control. Mis hormonas se están volviendo locas, -dijo entre sollozos. -¡No puedo dejar de llorar y ya no me queda ninguno de mis pantalones! ¡No puedo ni siquiera vestirme para salir y conseguir más ropa, así que no puedo verme lo suficientemente decente para comprar alimentos! Me alegro que todo lo que he anhelado sea comida china. Al menos puedo conseguir que me entreguen Lo mein. –Todo su cuerpo estaba temblando con cada sollozo. –Odio mi vida, Ohm. No puedo lidiar con todo esto.

-Fluke, -dije mientras me acercaba a él. Mi corazón se me rompía al oírle con tanto dolor. –Quiero ayudarte, ¿no lo entiendes? Es lo que he estado intentando hacer todo este tiempo. Lo que necesites... cualquier cosa... lo conseguiré para ti. Todo lo que quiero es cuidarte Fluke, eso es todo lo que siempre quise. –le dije, poniendo suavemente mis manos sobre sus hombros. Tan pronto como lo hice, pude sentir que la tensión en el cuerpo de Fluke empezaba a derretirse. –Puedo hacer todo por ti, puedo conseguirte la ropa y la comida que necesites. Por favor ven a casa conmigo, quiero que ustedes estén conmigo en nuestra casa.