Noche De Lluvia [Soonhao - H8SHI Omegaverse]

Capítulo 1.1 × Divididos (Segunda Parte)

4

— Estoy en casa, mamá, papá. —aviso contento al ver a sus padres caminando por la sala.

Los Seo's caminaron hasta su hijo y lo llenaron de abrazos y besos, lo extrañaban, porque a sus ojos seguía siendo un niño.

— Me alegra que hayas venido, ¿Tienes hambre? — pregunto su madre.

Negó. — No tengo tanta hambre, tome un café con Seokmin. — respondió.

— Eso no es nada hijo, si no comes enfermaras y no podrás trabajar durante un tiempo. — regaño su padre. — A la próxima invita a Seokmin a comer y a Mingyu también.

Asintió. Estar en casa se sentía cálido, aun si había estado evadiendo verlos durante un largo tiempo se sentía en deuda con ellos, también los extrañaba y mucho, solo que hablar de un tema importante lo hace querer escapar.

— No queremos presionarte MyeongHo, pero ocupamos un momento a solas después de comer ¿Crees poder darnos unos minutos? —pudo sentir el apretón entre su hombro. La mirada de sus padres lo hacían sentirse preocupado, las feromonas de su madre eran densas que lo estaban asfixiando. — Por mientras hay que cenar. —dijo antes que pudiese responder.

Se sentía tonto, quería volver a ser pequeño sin tener que preocuparse por cosas de adulto, pero ahora ha crecido y con ello los problemas se han presentado. Cuando seguía siendo niño creyó que su vida seria feliz y bonita, pero fue demasiado pronto para pensar de esa manera, ser adulto constaba de deberes y problemas de adulto, ahora odiaba ser adulto, un adulto omega.

— Es mejor verte en persona que en revistas hijo —dijo su padre quien lo abrazo por segunda o tal vez tercera vez. No importaba, le encantaba ser abrazado por él.

— Me quedare esta noche con ustedes, espero no molestar. —agrego, tímido.

— Nunca has molestado, nos da alegría que regreses de vez en cuando. Anda que se enfría la comida. —fue tomado por los hombros por su padre hasta llegar a mesa. — Come.

— Has adelgazado, mi instinto maternal me dice que has estado saltándote algunos desayunos —fue avergonzado, porque lo hizo varias veces siendo descubierto en tan poco tiempo por su madre. — Se que ser modelo consta de tu físico más que de tu salud, pero eres mi hijo, come sin remordimientos y no vomites tu comida, o tu castigo será peor que vivir de anemia. —lo último sonó más a una advertencia que un consejo ¿O no era un consejo?

— Esta bien, no hablemos de problemas alimenticios y comamos en paz.

Ambos asintieron felices. Todos comieron, era una atmosfera tan calidad, donde todos sonreían y estaban juntos; de pronto se sintió un niño recién llegado a la casa, donde su nueva madre lo esperaba con comida y una mesa llena de varios platillos de origen chino, bebidas y té. Fue tan lindo que quiso llorar, era tan feliz de tenerlos.

— Mañana es la entrega de premios a actores, apuesto que debes salir ganador en alguna de las categorías. —asintió. Sabía que podía estar entre el mejor actor de reparto, porque esta vez fue seleccionado como personaje secundario de una película, no le importaba mucho la verdad porque detestaba trabajar con alfas; todo ese tiempo había sido una tortura, ver y percibir tantos alfas en un solo lugar le termino dando nauseas. —Muchas felicidades hijo. —todos sonrieron y elogiaron a su preciado hijo.

— Mi hijo es demasiado apuesto, seguro romperá corazones.

El susurro de su padre lo hizo sonrojarse, no es porque no le gustaba que lo halagaran si no que se sentía incómodo escucharlo, cuando era niño fue idolatrado por ser bonito. Tal vez todo se debía porque era un omega, los omegas siempre han sido considerados lindos, bonitos y delicados desde nacimiento, casi nadie veía más allá de la belleza.