Capítulo 23

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La menor se encontraba en su habitación esperando a su madre como cada mañana a la salida del sol, hace tres semanas que partió a aquella guerra y aún no volvía, suspirando ligeramente y cambiarse con su típico vestido, lo único bueno de eso era que ya se estaba llevando un poco mejor con su "padre" o al menos se toleraban.

Rápidamente bajó a la gran sala de ese castillo, caminando a la cocina junto a las cocineras, a pesar de ser una princesa y saber que eso estaba mal, se llevaba mucho mejor con las criadas y sirvientas que con su propia familia, excepto por su madre , ella siempre le había dicho que todos eran iguales y merecían respeto.

-hi señorita Graciela - saludo de manera cordial a una de las cocineras, acercándose al lavadero y hacer su respectivo aseo de manos, para después amarrar su larga cabellera negra con mechones de colores, dejando a la vista aquel escote que llevaba en la espalda - que prepararemos hoy?? - preguntó animada 

- bonjour princesa - contestó aquella mujer de edad con una cálida sonrisa - mm que te parece si preparamos lomo saltado??, es una de las recetas favoritas de su madre 

- me parece una excelente idea!! - rápidamente tomó el libro de recetas empezando a buscar la página para guiarse - mmm.... aquí esta.... -comenzó a leer mentalmente la receta, ignorando la presencia de alguien que estaba detrás de ella.... - bien, debemos empezar con - apenas se dio la vuelta tiró el libro por el susto al ver a aquel norteamericano frente a ella mirándola atentamente, sus ojos reflejaban ira y enojo, apretaba los puños plantándose las uñas en las palmas de sus manos, asustándose ante ello - l-lo siento, s-se que no debo venir aquí....

Una fuerte bofetada se escuchó en aquel lugar cayendo la menor al suelo por aquel fuerte golpe, empezando a soltar lágrimas, su padre nunca le había golpeado, el dolor era insoportable, su labio sangraba ligeramente.

- maldita bastarda.... - escuchó susurrar a aquel hombre sin entender nada, sintiendo aquel tirón en sus cabellos estrellándola nuevamente contra el suelo y sentir como descubría su espalda  asustándose aún mas y sollozar

-señor trece colonias que cree que hace??!! - gritó asustada una de las criadas y la cocinera que estaba totalmente asustada sin poder hacer nada 

- cállense todas y salgan de aquí!!! - gritó con furia a lo que todas no tuvieron de otra que salir de allí, dejando a al norteamericano junto a la adolescente.























La peruana había llegado, dejando el caballo en el establo junto a un criado y rápidamente ingresar al castillo, había pasado mucho tiempo desde que partió, quería ver a su pequeña, abrazarla y llenarle de besos, corría por los pasillos de manera rápida, pasando por el gran salón, parando en seco a punto de subir las escaleras, al escuchar unos pequeños sollozos conocidos, provenientes de aquel salón , caminando hacia allí con el corazón acelerado y sus manos temblando ligeramente y abrir las puertas, descubriendo una horrible escena y llevar sus manos a su boca y sus ojos cristalizarse.

Comprometidos (Rusper)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora