"Si GuSu tiene a los jades gemelos entonces seremos los héroes gemelos de YunMeng"
Lagrimas surcaron esas mejillas para terminar cayendo en la almohada, ¿Cuántas veces ha tenido ese sueño ya?
"Jiang Cheng bebamos juntos", "Jiang Cheng, ¿vamos a cazar faisanes?", "Jiang Cheng vamos a ir a GuSu", "Jiang Cheng, me has ayudado tantas veces, una más, solo una más", "Jiang Cheng mi espalda duele, puedes caminar más lento", "Jiang Cheng... Jiang Cheng..."
Esa voz se repetía una y otra vez en su cabeza y era un constante en sus sueños
"Entonces córtalo, diles que deserte, desde ahora lo que Wei WuXian haga, no tiene nada que ver con la secta YunMeng Jiang"
A veces eran recuerdos buenos "descuida, no le diremos al tío Jiang lo que paso, yo me caí jugando y me raspe"
A veces... a veces solo quería arrancarse el corazón "ellos también son familia", "diles que deserte", "a-Xian", "¡ShiJie!", "¡dijiste que podías controlarlo!"
¿Porque tuvo que cometer tantos errores?
Los recordaba, cada uno, incluso los gritos
"¡Wei WuXian ha muerto!, su ShiDi lo mato, el líder de la secta Jiang" él recordaba aquel anuncio, recordaba ese día... mentira, quería gritar, aquella noticia era una vil mentira, en ese momento, en aquel momento...
— Jiang Cheng, por fin has venido – la sangre ardiente nublaba sus sentidos mientras miraba a aquel hombre, aquel a quien el mundo le declaro la guerra, aquel que estuvo del lado de la justicia, el que solo protegía, el que cometió errores, el mismo al que amo, el hombre por el cual su hermana dio la vida, el mismo al que acababa de apuñalar
— Siempre fuiste tan hábil con la espada – la hoja manchada de tinta temblaba en sus manos y un hilo rojo corría por entre los labios ajenos, esos que jamás pudo probar
— Se acabó Wei WuXian – el veneno era espeso en sus palabras, pero su corazón amenazaba por salir atorado en su garganta, o quizá era un nudo que le hacía escocer los ojos y presagiaba un llanto angustioso.
— Tienes razón... se acabó... en realidad debió acabar hace mucho – Jiang Cheng no pudo reaccionar a tiempo cuando vio el sello del tigre estigio romperse frente a su ojos y la energía densa y podrida empezar a devorar a la temblorosa figura frente a él y entre gritos agonizantes su corazón termino de desangrarse.
Jiang Cheng trato, el trato y trato de pararlo, de evitar que siguiera desmoronándose, gritaba y entre gritos desgarrados dejaba escapar su nombre y tal vez también sus sentimientos, así fue hasta que la energía densa se disipo.
Un minuto pasó sin moverse sin hacer nada realmente solo viendo ese charco rojo. Su cuerpo temblando, asqueado, asustado, sentía todo desbordándose por cada poro de su piel
— Wei Wu...Xian – unas lágrimas comenzaron a correr por su rostro y cayó de rodillas, cubrió su rostro con sus manos tratando de ocultar su expresión deformada por el dolor
— Bien... bien sabes merecías esto, merecías morir, esto es lo que... es lo que... - antes de que pudiera continuar hablando una tos lo ahogo. Y sobre la sangre negra cayeron los vestigios de ese corazón roto, pétalos, pétalos coloridos y pequeños comenzaron a salir en cada arcada
— Porque tu... tenías que irte... tú también tenías que dejarme, me abandonas igual que todos
Levanto la mirada y se limpió el rostro lleno de lágrimas y saliva. Miro entonces esa arma, la flauta aquella que solo el patriarca de YiLing podía portar, ChengQing
— WuXian... WuXian perdóname, por favor, ven aquí, regresa... te necesito, Wei WuXian, Wei Ying no era verdad lo que dije, ¡Wei Ying regresa! – desesperadamente comenzó a gatear hasta donde estaba la flauta manchando su ropa con la sangre en el proceso, tomo la flauta con manos temblorosas
— Wei WuXian... ShiXiong, ShiXiong por favor vuelve a YunMeng conmigo, te necesito conmigo, dijiste que estaríamos juntos, que seriamos los dos héroes de YunMeng, dijiste que estarías conmigo como tu padre acompañaba al mío, Wei Ying, ¡Wei Ying!, te amo por favor regresa, no puedes estar muerto, ¡no puedes morir así!
Con cada palabra el líder de la secta Jiang arqueaba más su cuerpo sobre la sangre y las lágrimas que se combinaban con la misma, se aferraba a la flauta como si de eso dependiera su vida y los sollozos quebraban sus cuerdas vocales. Entonces se detuvo...
Salió de aquella cueva como si de un cadáver se tratase, completamente bañado en la sangre del vil y maldito patriarca de YiLing. Llego a YunMeng con la piel fría. El musculo latente en su pecho era silencioso, estaba convencido de que debió haberlo vomitado en algún momento porque no lo sentía latir en su pecho, también tenía el alma sangrante, dejaba piezas de ella a cada paso que daba. Ese día, el día que Wei Wuxian murió Jiang Cheng dejo de vivir.
Estaba en Yunmeng la gente festejaba y vitoreaba "Wei WuXian ha muerto" un año después de su regreso del asedio a YiLing
Pero no estaba bien... porque todo parecía normal. ¿Es que están ciegos?, ¡acaso son todos idiotas! Hay un cadáver andando frente a ustedes, destila muerte y dolor en cada paso que da. ¿Por qué no lo atacan?, no se dan cuenta que esta tan muerto, que su piel esta fría, que su corazón no late, pero está ahí, y ellos lo llaman "líder de la secta Jiang, líder de secta Jiang felicidades por su venganza"... ¿quién demonios es el líder de la secta Jiang, de que venganza hablan?... aquí solo esta Jiang Cheng y murió junto a su ShiXiong...
"JiuJiu"... es un llamado diferente, "JiuJiu". Desde abajo una sonrisa dorada, y aferrado firmemente a sus piernas en una especie de abrazo
"ba dumb" el sonido de un trueno hace eco en sus oídos y el resto de ruidos se van "ba dumb" vuelve a sonar
"JiuJiu" el llamado se repite y Jiang Cheng vuelve a la vida
— JiuJiu – primeras palabras
— Jin Ling
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Hanahaki (según Jiang Cheng)
FanfictionEl Hanahaki es una enfermedad ficticia japonesa, se presenta cuando un amor no es correspondido, el signo clínico principal de esta enfermedad es la aparición de flores en las vías respiratorias y pulmones.