Llamaron a la puerta de mi casa, abrí un poco y vi a Mariana totalmente enojada, oh Dios, es mi culpa... suspiré y abrí totalmente para que ella pasara.—¿Por qué hiciste eso?— preguntó en un tono bastante frío y cruzando los brazos.
—Este es el último año Mariana, no puedo dejar que la expulsen, está trabajando duro para lograrlo...
—Pudo habert violado o lastimado Fernanda...
—No lo haría— le contesté, tal vez yo estaba negándome a lo qué pasó pero estoy segura de que ella no habría hecho algo como eso.
Mariana se mordía el labio de la ira y caminaba de un lado para el otro en el mismo lugar, seguramente quería gritarme y decirme lo estúpida que fui.
—¿Puedo por favor tener un abrazo?— pregunté triste mirando al suelo. Ella suspiró y aceptó mi petición, inmediatamente me envolvió en un abrazo que me hizo sentir todo lo que necesitaba en ese momento.
—No estoy contenta contigo, ella pensará que vas a regresar— suspiró.
—No Marian...
—Lo siento— dijo contra mi hombro, sus palabras sonaban firmes.
—¿Por qué lo sientes?— le pregunté confundida.
—Traté de ayudarte pero ella es muy fuerte y...— la corté con un beso, se estaba culpando de algo que no debía, cuando me separé su mirada se tornó sorpresiva.
—No es tu culpa.
—Lo es... si yo no hubiera estado celosa, entonces...
Nuevamente la corté con un beso y la empujé suavemente contra la pared. Acaricié sus caderas y sentí sus latidos ir rápidamente, pude sentir todas sus emociones a través del beso y yo estaba segura que ella me sentía también.
Con nuestros labios conectados caminamos hacía el sofa y nos acostamos, yo arriba de ella para seguir besándola, sentí una gran ola de sentimientos, tomé sus manos entre las mías entrelazándolas, Mariana sonrió y me dió un tierno beso en mi mejilla antes de volver a besarme con más intensidad, mi piel sintió un enorme escalofrío que me hizo suspirar levemente. Me aparté un poco y la miré. Diablos. Esta mujer era tan jodidamente hermosa y yo me sentía afortunada de tenerla, bueno, no totalmente y eso me molestaba totalmente.
Ella se inclinó para besarme pero moví mi cara, lo intentó otra vez pero una vez más me aparté. Gimió molesta por mi broma pero yo tenía algo qué decir.
—Mariana, rompí con ella para que podamos estar juntas y para que la culpa no caiga sobre mí. Yo quiero ser sólo tuya.— suspiré apartando la mirada de sus ojos.
—Fer, es difícil...
—¿Ser mi novia haría alguna diferencia Marianita? nosotras no tenemos que ir más allá sólo porque tenemos un nombre a nuestra relación, yo no seré posesiva ni celosa con todo lo que te hable solo porque te llamo "mi novia"— me miró— pero esto, lo que estamos haciendo, no somos más que amigas con beneficio y eso es una mierda porque yo me preocupo por ti y te respeto más de lo que tú crees. Pero tal vez tú no quieres ser mía así que supongo...
Se apoyó con todas sus fuerzas contra mí y me mordió el labio inferior, me besó pero me retiré. Debíamos dejar las cosas en claro entre nosotras.
—Fernanda, me gustas mucho y nada me gustaría más que ser tu novia...
Trató de apartarse de mí, tal vez incómoda, pero yo estaba encima de ella y tenía sus muñecas atrapadas en mis manos, no la iba a dejar ir, no ahora. Esto es un tema importante para las dos.
—¿Entonces?— pregunté.
—Creo que va a ser más difícil para nosotras si ponemos una etiqueta a lo que tenemos...— no tenía ningún punto claro, estaba diciendo cosas sin sentido y mi paciencia se estaba agotando.
—Bueno, entonces deberíamos de dejar esto aquí— le dije finalmente soltando sus muñecas y levantándome del sofá.
—Detente.
—Déjame... ya te dije, no soy feliz siendo sólo una amiga con la que te puedes besar y acariciar. Estamos juntas o no lo estamos.
Le dije que se fuera, fue lo justo, ¿no?
———Hoy tenía una sesión de tutoría con ella y yo sólo quería mi respuesta.
A la hora del almuerzo no la vi pero tampoco me molesté en buscarla, así que sólo tenía que esperar hasta la hora de nuestra clase.
Mariana entró a la clase con un comportamiento bastante extraño, ni si quiera se dignaba a mirarme y cuando lo hacía quitaba la mirada rápidamente. Eso me dolió completamente así que saqué mi teléfono y lo puse debajo del escritorio para enviarle un mensaje.
—Supongo que sé mi respuesta— puse mi teléfono lejos tratando de contener las lágrimas.
Ella empezó a entregar unas hojas a cada uno y cuando pasó por mi lado la ignoré. Me dispuse a trabajar y de reojo vi cuando ella volvía a su escritorio y miraba su teléfono. Frunció el ceño, así que inmediatamente seguí trabajando.
Una vibración en mi bolsillo me desconcentró, revisé mi teléfono y era un mensaje de Mariana.
—Voy a ir más tarde.
—No, no lo harás, mi papá llega a casa hoy— le respondí sin levantar la mirada.
—Bueno, ¿podemos ir a otro lugar?
Pensé por un tiempo pero decidí no responderle. Sentía su mirada mientras yo sólo guardaba mi celular y solamente suspiró.
Después de que la clase terminó, me quedé en mi asiento y una vez que todos se fueron, Mariana vino y se sentó frente a mí.
—¿Y bien?— preguntó.
La miré confusa.
—¿Cuál es tu respuesta?
—No creo que sea buena idea— suspiré.
—¿Puedo responder a tu pregunta?
—Ya has contestado Mariana, no estoy ciega y realmente no quiero oír la respuesta en voz alta, gracias.
—Por favor.
La miré y la vi sonriendo triste, quería abrazarla y no soltarla pero fui fuerte y giré mi cabeza asintiendo.
—¿Podemos ir ahora?— ella preguntó.
—Mi coche está aquí, iré a dejarlo ahí y puedes recogerme en mi casa.
—Está bien.
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LUJURIA OCULTA|FERCHA Y MARIANA (ADAPTCIÓN)
FanfictionMaría Fernanda Pacheco una irresistible estudiante se encontrará con su nueva profesora Mariana Hinojosa, ¿será que el amor pueda vencer las reglas de la escuela? Hola a tod@s, me enamoré de esta historia en cuanto la leí, quiero aclarar que esta h...