Too young to think straight | Chanbaek

Would you see me?

      Si había algo que Chanyeol adoraba de estar en la casa de su mejor amigo eran los momentos como aquellos. Su mente no prestó atención al gruñido de Sehun cuando vio a un intruso irrumpir en su habitación. Chanyeol alzó la vista de su cuaderno de matemática a la puerta, donde el majestuoso Baekhyun permanecía recargado.
   Su cabello castaño ocultaba su frente; sus ojos, siempre vivaces, brillaban con diversión; y su cuello delgado lucía con garbo un choker negro. Llevaba una ancha camiseta guinda, de esas que tienen cuello y botones, pero el adolescente los usaba abiertos, de tal forma que incluso se podían apreciar sus clavículas huesudas.
  El más joven sintió la sensación de vergüenza, tan familiar, y sus mejillas se sonrojaron ligeramente ante la vista.

–¡Baekhyun, deja de entrar a mi habitación sin tocar, maldita sea! –Sehun se levantó de su silla con molestia.

  El nombrado se acercó y golpeó la nuca del chico.

–Más respeto, niño impertinente. No te quieras hacer el valiente porque estás acompañado.

   El alzar la mano provocó que la tela se pegara a su espalda resaltando la curva de su cuerpo. Chanyeol apartó la mirada hacia el cuaderno.

   Función lineal, función cuadrática...

   Unos dedos finos y con yemas frías se colaron entre sus hebras oscuras. Inmediatamente se sentó erguido y sintió su corazón palpitar con fuerza.

   Equis al cuadrad-

–Hola, Yeollie, ¿cómo estás? –Por el rabillo del ojo notó como apoyaba su cadera en el escritorio, a unos centímetros de distancia.

   Sehun hizo un sonido de asco desde su posición.

    Sabía la razón de la molestia de su mejor amigo. Este se había dado cuenta de los sentimientos que tenía por el chico mayor. En varias ocasiones, después de mucha insistencia, terminaba contándole sobre los ex intereses amorosos del chico.
    Baekhyun y Sehun eran medios hermanos. Por ello el parecido físico era casi inexistente. Según sabía, el señor Oh se había casado con la mamá de Baekhyun cuando este tenía un año de edad. Recuerda que en una cena ambos habían contando el origen de su historia de amor y también sobre el nacimiento de su mejor amigo. No tenía muy clara la memoria porque el joven Park se la había pasado observando a Baek, quien estaba riendo mientras chateaba con alguien por su celular.
   ¿Cómo había terminado teniendo un crush en un chico de último año que solo lo veía como el tonto amigo de su hermanito? La respuesta era simple. Había sido al pasar a la secundaria, cuando salió al patio para pasar su receso solo y notó a ese ángel hacerse paso entre la multitud de adolescentes que corrían de sus aulas. Su paso calmo y labios delgados con las puntas hacia abajo lo dejaron petrificado en su lugar. Nunca había visto a un ser brillar de la forma en la que Oh Baekhyun lo hacía, la manera en la que hablaba melodiosamente, como sus ojos se hacían pequeños al reír… era demasiado para su mortal cuerpo.
   Al par de días terminó conociendo a Sehun y quedando en su hogar para hacer un trabajo grupal. Ambos habían terminado juntos al ser los únicos restantes en el salón. Todos se habían juntado ya y Chanyeol era muy tímido como para pedirle a gente desconocida que lo integren, era demasiado vergonzoso. Sehun, por su parte, se mantuvo con su expresión neutral y no mostró indicios de querer participar de la actividad. El profesor había terminado llamándolos para unirlos a un grupo, pero él había sugerido, algo exaltado, trabajar solo los dos. Al fin y al cabo, era mejor tratar con un extraño que con cuatro.
   En la sala ambos se encargaban de recortar revistas en silencio cuando la puerta se abrió.
   Park pensó que estaba alucinando cuando vio ingresar al ángel de su escuela.

–Hola, hyung –respondió en voz baja y con la mirada baja.

   Lo escuchó soltar una risita antes de dejar de acariciar su cabello.
   Pudo volver a respirar, pero la sensación de vacío lo embargó a su vez.