Humillación, ira, odio y miedo era lo que sentían los ancianos en ese momento, no importaba a cuantos mandaran el Uchiha los mataba, tambien Kakashi Hatake empezo una investigación contra ellos, decir que sentían la soga en el cuello era poco, sabían que actuar apresurados seria un error fatal pero el no hacer nada tambien los mataría, ambos perdían la paciencia cada vez mas, el pasar de las horas era tortuoso, cada minuto contaba, cada segundo era valioso si querian salvar sus vidas, estaban decididos a llevar esto hasta el final, estaban por cruzar una linea que nadie devia cruzar jamás, atacarían el único punto débil del Uchiha, atacarían a su hija.
- El plan es simple, secuestran a la niña de forma rápida, y piden el rescate, que serán los ojos del Uchiha si se niega a darlos tomaran los ojos de la pequeña, una vez les entreguen los ojos matan a la niña, eso es todo- dijo el mayor, un experimentado sicario lo escuchaba, mientras tomaba te,
- Si fuera tan facil ustedes lo harían por si mismos, digan me que gano yo y mi hombres por esto,- dijo el sicario un hombre de unos treinta y cinco años de tes morena, ojos en blanco pero no como los Hyuga si no de una forma mas antinatural y siniestra, era un ser enorme mas de dos metros fácilmente, musculoso y con extraños tatuajes por todo el cuerpo,
- Si lo hace no solo lo dejaremos moverse por el país del fuego como les plazca si no tambien les daré cuarenta millones como adelanto, y al terminar el trabajo les entregaré otros sesenta, tenemos un trato?- el mayor estiro su mano para cerrar el trato, el sicario lo cerro para decir,
- Muy bien así se hara, pero una cosa mas, me traicionan y yo mismo los mataré, ahora si me disculpan tengo que hacer los preparativos.- dicho esto desapareció en una nube de humo, al estar fuera sintió que algo los veía y sin mucho problema mato a la pequeña serpiente que espiaba.
***
Dentro de la mansión Hyuga se podía ver a una pequeña pelinegra correr de un lado a otro jugando, jugaba con un niño miembro del clan Hyuga el niño dos años mayor que ella, el pequeño oji perla estaba cansado y no sabia de donde Mikoto-sama obtenía tanta energía después de todo ambos acababan de entrenar, ambos eran los mas pequeños dentro de la mansión bueno los que podían por lo menos hablar ya que había otros dos bebes pero aun eran muy pequeños. Hinata veía entretenida a los niños jugar al igual que casi todos los sirvientes, habían pasado pocos días y ya Mikoto se había ganado a la mayoría de los Hyuga, trataba de ayudar cuando se podía, era amable con todos, pero sobre todo mostraba sus dones como una posible genio del combate al igual que su padre,
- Me alegro de ver que Mikoto-chan se lleve bien con Ryuga, se ven tan adorables juntos, - dijo Hanabi detrás de su hermana,
- Lo se, por cierto crees que es lo correcto ponerle el sello a Ryuga?, si va a ser el guardian de Mikoto-chan, no debería ser por lo menos libre y no poseer el sello?- hablo Hinata, preocupada por lo que le pueda pasar al niño, tambien porque no quería que Mikoto pasara lo que ella,
- Descuida, no se le pondrá el sello hasta hablar con Sasuke, tal vez el pueda detener el ritual, después de todo por lo que dices ama a su hija sobre todas las cosas y hara todo por hacerla feliz, ahora vamos a por algo de merienda para los niños,- dijo su hermana tranquila, ambas sabían lo que ocurría y por eso mismo debian actuar como si nada pasara.
***
Era medio día cuando el grupo tomaba un descanso para almorzar, Sasuke y Neji extrañamente jugaban con las niñas mas pequeñas, mientras Temari, Kanaria, Aokakesu y Ampelis hacian el almuerzo, para sorpresa de la rubia Kanaria tenía una destreza nata usando el cuchillo mientras Ampelis tenía una cordinación casi perfecta con ella, Aokakesu era una historia aparte, era buena usando un cuchillo pero no para la cocina, ella era muy buena durante la caza, lo demostró al lograr robar la presa de Sasuke, Aunque aun estaban heridas ya se movian mejor, el morado de sus muñecas y tobillos causados por los grilletes que traían puestos casi desapareció, tambien se veian mas llenitas a su parecer, con mejor cuerpo ya no parecían flores marchitas, tampoco parecía que les tenían miedo, eso la alegraba mucho, el solo pensar en que habria pasado con esas niñas si ellos no hubieran llegado la ponía triste, pero bueno no era tiempo de llorar si no de ser fuerte, sonrió al ver a la pequeña robin tratar de atrapar a un Neji que la esquivaba con facilidad, mientras Sûkikyô, Suzume y Miruro jugaban a atrapar un pequeña pelota que Sasuke les compro en el pueblo.
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Hogar dulce hogar?
FanfictionSasuke regresa a Konoha después de sus años de exilió, pero no regresa solo, viene acompañado de una pequeña sorpresa, una bella niña. Nadie lo puede creer y pese a que se redimió los ancianos no confían en el y le ponen un guardian que lo vigilará...