II

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El adolescente ya había salido del cuarto de baño y hecho todo lo que tenía que hacer. Todavía tenía su teléfono en mano y su sonrisa plasmada en la cara. Fue hacia donde estaba su tía, que suponía que estaría en la cocina junto a su querida abuelita. Se apoyó en el marco de la puerta, pero sólo mostrando uno de sus ojitos color avellana pudiendo divisar como una pelirroja y una canosa deambulaban por todo la cocina. El jovencito se tramaba algo. Se asomó y camino sigilosamente riendo bajito, sin emitir ningún tipo de ruido, y se colocó detrás de su familiar más joven. La anciana sonreía y lo observaba disimuladamente mientras terminaba de acomodar la mesa . El travieso se puso en puntitas de pie para poder alcanzar el oído de su víctima y...

--- Bu~--- resopla en un tono de voz alto

--- Kyaaaaaa --- Mito se sorprendió tanto que, y por poco, derrama el desayuno que estaba preparando en ese instante ---Gon, se puede saber que rayos estas haciendo???, casi y me matas de un infarto?!?--- dramatizó la tía de Gon

--- Jejeje, lo siento Mito-san, no pude contenerme ---

--- Al parecer estas de buen humor hoy, bueno, más de lo que es costumbre --- matizaba mientras se volteaba y seguía sirviendo

--- Jeje, se nota tanto?!, es que hoy en la mañana Zushi me envío un mensaje diciendo que este día un nuevo profesor entraría a nuestra academia, no es genial??---

--- EH?, es solo por eso??---

--- Claro!!!, por fin daremos clases de Ingles!!!, no había dado esa asignatura desde la primaria--- se situó en la mesa junto a su abuelita esperando a la que se encontraba de pie se sentara

--- Mmmmm... ya me parecía raro que tuvieras el uniforme puesto, y no hubieras dicho los buenos días--- reclamando se sentaba al ya haber terminado su trabajo

--- Ups, perdón, buenos días Mito-san y Abe-bachan---

--- Bien, ya empieza a comer que sino se te enfriara la comida, además de que se te hará tarde para el colegio---

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---Ya me voy abuela, Mito-san--- Gon ya tenía puestos los zapatos y mochila al hombro cuándo se despedía de su familia, cerro la puerta de la casa y más al frente la reja, emprendiendo rumbo con sus audífonos puestos. Ya era parte de su rutina el de ir escuchando música hacia la escuela, al parecer lo calmaba y tranquilizaba . Mientras tarareaba una de las tantas canciones que tenía en su celular,  pensaba en nada más que el nuevo profesor, imaginándose si sería estricto o compasivo, confiable o capaz, e incluso llego a imaginarse su aspecto físico pero no se quedaba con una de las suposiciones.

Ya había llegado al cruce, al otro lado de la calle se encontraba su instituto. Todo le daba vueltas a nuestro moreno, al parecer el golpe de la mañana y sumándole la sobrecarga mental de adivinar como seria su tutor no obtuvo buenos resultados. Sin darse cuenta al dar un paso adelante, tropieza y sale precipitado hacia la carretera.

  —¡Mierda! —grita Gon esperando recibir el segundo golpe del día con sus ojos fuertemente cerrados, pero nunca sucedió ya que una mano tira de su brazo con tanta fuerza que acabo cayendo encima de su salvador justo cuando pasa a toda velocidad un ciclista contra dirección, y no atropella a el moreno de milagro.

Narra Gon:
Todo sucedió muy deprisa. De pronto estoy cayéndome, y en cuestión de segundos estoy entre los brazos de una persona desconocida que me apretaba fuerte contra su pecho. Respiro su aroma limpio y saludable. Huele a ropa recién lavada y a gel caro. Es embriagador. Inhale profundamente.

  —¿Estás bien? —me susurra.

  Con un brazo me mantiene sujeto, y con los dedos de la otra mano me recorre suavemente la cara para asegurarse de que no me he hecho daño. Miro su rostro y me encuentro a un hombre con aproximadamente 20 años de edad, llevaba un esmoquin azul oscuro a excepción de su camiseta sin color que le hacia lucir bien por sus orbes zafiros y sus revoltosos cabellos blancos, en su muñeca llevaba un reloj que tenia incrustado varios diamantes pequeños; solo me pude fijar en eso ya que mis ojos solo estaban puestos para él. El sujeto me mira fijamente a los ojos, y por un momento, o quizá durante una eternidad, le sostengo la mirada inquieto, pero al final centro la atención en su bonita boca.

--- Hola?!, hay alguien ahí?--- dice moviendo su mano a centímetros de mi cara para captar mi atención, lo cuál logra despertándome de mi ensoñación y ayudándome a levantar

— eh!, a sí, gracias ---musito hundido en la humillación.

---¿Por qué? ---Frunce el ceño.

—Por salvarme ---susurro.

 --- Ese idiota iba contra dirección. Me alegro de haber estado aquí. Me dan escalofríos solo de pensar lo que podría haberte pasado. Deberías tener más cuidado

  Me suelta y baja las manos. Estoy frente a él y lo miro extrañado.

—Disculpe señor, pero usted me conoce? ---

---Qué?, no, porqué la pregunta? ---

  Intento aclararme las ideas y cuando me dispongo a responder su pregunta me viene con otra

---O puede ser que.... estés coqueteando conmigo?--- me dice mientras me observa con una mueca que me parecía peculiar a la de un felino

—Qué?!?!, no, claro que no señor!!!, no podría!!!!, además usted es hombre

---Jaja calmate, es solo una broma, pero tienes que tener cuidado con lo que dices, eso se podía malinterpretar, ya que esa es la típica frase que usan para el ligoteo - me miró de pies a cabeza - aunque seguro no sabes nada de eso---

— Qué insinúa ??---   le pregunto bruscamente mientras le muestro mi puchero desafiante( o eso es como le dicen Kurapika y Leorio) yo había captado el mensaje pero aun así quise sonarme ofendido, que sea menor no implica que no sepa nada

--- No es nada, no te ofendas --- mirando a su reloj me respondió --- bueno fue un placer conocerte, pero he de ir a mi trabajo, seguro nos volveremos a encontrar muy pronto --- coge su maletín, que ni sabía que llevaba uno consigo, y se marcho

Me pareció extraño tanta confianza, pero aún así no le di tanta importancia, ni modo que me volviera a encontrar con él, rebusque en el bolsillo de mi uniforme mi celular y mire a la pantalla

— Dios, llego tarde!!---

Mi sexy profesor (RESUBIDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora