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Mew

Dedicado a Gabrielaysa gracias por estar conmigo siempre.

El reloj marca las 7.00 am y el despertador que se encuentra en la mesa de noche junto a mi cama comienza su escandaloso ruido, resuena por toda la habitación y abro los ojos aturdido, ¿por qué suena tanto esta cosa?, ¿qué hora es?, ¿no acabo de dormirme?, no puede ser cierto, le doy un manotazo al ruidoso aparato y vuelvo a intentar dormir, la noche anterior fue de fiesta hasta altas horas de la madrugada.

Me remuevo por un momento en la cama sin deseo alguno de levantarme, los rastros de la celebración y resaca están por todo mi cuerpo, siento un fuerte dolor de cabeza que no me deja abrir del todo los ojos y cuando logro hacerlo los rayos de luz que entran por las ventanas enormes de cristal me aturden por completo, me cubro el rostro con los antebrazos y suspiro resignado, es hora de levantarme.

A pesar de que parece que me estuvieron golpeando la cabeza por la pesadez que siento, sé bien que debo ir a trabajar, así que me dispongo levantarme de una buena vez para ir a arreglarme, ¿por qué rayos salí de fiesta un domingo?

Al momento de levantarme percibo la presencia de alguien que duerme plácidamente junto a mí, me doy la vuelta, veo a la chica y no entiendo nada, no tengo la menor idea de quién descansa a mi lado, es muy hermosa por cierto.

Acostumbro a asistir a fiestas lujosas en los mejores lugares de Bangkok donde se reúne toda la alta sociedad y las personas más influyentes, ciertamente asisten mujeres y hombres hermosos, más de uno se me insinúa y eso no es más que un deleite para mí, un banquete irresistible, muchas veces salgo acompañado de estos hombres o mujeres, o ambos y continuamos la fiesta en otro sitio hasta caer totalmente borrachos y hacer de las nuestras toda la noche, seguramente esta chica es una de mis conquistas casuales a la cual probablemente no vuelva a ver.

Me levanto de la cama con cuidado para no despertarla y me dirijo al baño privado a tomar una ducha, debo prepararme y salir lo más pronto posible hacia la agencia, cuando termino de bañarse salgo de nuevo al cuarto, paso por delante de la cama y miro a la delgada mujer para asegurarse de que aún duerme, es muy temprano en la mañana y me siento bastante agotado como para hablar con ella, la verdad no es como si tuviera algo que decirle, ni siquiera sé su nombre y tampoco es que me interese saberlo.

Sigo de largo y me adentro en el gran vestidor que queda al otro extremo del cuarto, este lugar es mi favorito de la casa, está lleno de interminables perchas de ropa, armarios con una grosera cantidad de corbatas y zapateras con filas de zapatos que parecen no terminar, también adornan el centro del cuarto unas vidrieras con relojes y gafas, son accesorios que no pueden faltar en mis outfits, no voy a mentir, hay más lujo en esta habitación que en cualquier boutique del mismísimo New York, así soy, un amante de las prendas lujosas.

Escojo un traje Armani completamente gris con una camisa blanca de la misma marca, unos zapatos blancos Balenciaga a juego con la camisa, no uso cinturón y en lugar de una corbata usaré un pañuelo de seda para adornar mi cuello, una táctica infalible para tapar los moretones que al parecer obtuve horas antes.

La moda es lo mío, lo que me apasiona y sé que estoy escogiendo el vestuario perfecto, tomo también un Rolex bastante ostentoso y por supuesto unas gafas de sol para tapar las ojeras que me cargo por la resaca, debo verme impecable.

Luego de acomodarme el traje y todos los accesorios acomodo perfectamente mi cabello y observo mi reflejo en el espejo, rayos, soy malditamente guapo, incluso me guiño un ojo y sonrío mentalmente.

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⏰ Última actualización: Sep 20, 2020 ⏰

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