Capitulo 11

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Salí de mi casa encontrándome a Daniel el chico que me pretendía, alce mis cejas por la impresión, ¿Qué demonios hace aquí?.

-Hola – Parecía apenado, el soltó unas lagrimas, algo dentro de mi se revolvió.

-Hola Daniel – Dije cruzándome de brazos en forma de protección después de todo es un poco incomodo ver a alguien que te ha acosado.

-¿Puedo pasar? – pregunto sorbiéndose los mocos.

- Ehhh no lo siento voy de salida – Dije bajando los pequeños escalones de la entrada de mi casa.

- Audrey hasta cuando me vas a seguir teniendo aquí – Lo mire incrédula.

- Te lo he dicho muchas veces yo no quiero nada contigo – El me miro con su ceño fruncido.

- ¿Prefieres al muñeco de torta a mi? – ya no quiero hablar, sigo mi camino para ya no hablar con él.

Siento sus pasos siguiéndome, se que el tiene un problema, salí con él, solo fueron unas cuantas veces, aunque me bastaron para darme cuenta, de igual manera me habían avisado sobre eso.

Desde ese entonces empezó a pretenderme, aunque se puede considerar mas como acoso, en cierto momento ya no sentí sus pasos, gire levemente la cabeza mirando para atrás, ya no estaba, sentí un gran alivio.

Llegue a la casa de mi tía, toque tres veces, escuche los pasos de alguien dentro, la puerta se abrió dejándome ver a mi tía.

-Hola cariño – Me dio un beso en la mejilla haciéndose a un lado dejándome entrar a la casa.

Me senté en el sillón esperando a que mi tía  baje con su nieto para que yo lo cuide. La veo bajar con Peter, el pequeño rubio con ojos oscuros, lo deja en mis brazos.

-Bueno mi niña me tengo que ir – Dijo tomando su cartera – Lo puedes sacar ha pasear si deseas, pero con cuidado cariño – me dio un beso en la mejilla como despedida y salió de la casa.

Puse al niño al frente mío el cual estaba chupando su mano, sonreí viendo sus lindos ojos, Peter soltó unos cuantos balbuceos mientras arrugaba la nariz, puse una caricatura en la televisión, lo deje en su corral y me senté en el piso al lado de el corral.

Estaba viendo muy entretenida la caricatura, veo que Peter se quedo dormido, me llega una llamada, es Noah me sale una sonrisa ver su nombre en la pantalla.

-Hola– Escuche su voz en el otro lado.

-Hola Noah- Mire al bebé, es tan tierno - ¿Qué paso?.

- Oh nada queria ver si... ¿Quieres salir hoy?– Dije con pena

-Mmm me encantaría pero necesito cuidar a un primito.

-Esta bien – Se quedo un rato en silencio hasta que volvió a hablar – ¿Y si lo traes?

Lo pensé un poco y luego dije – Esta bien, ¿me vienes a ver? – Le pregunte.

-En 15 minutos estare allí, hasta mientras prepara la peñalera – Me despedí y prepare la pañalera y desarme el coche para ponerlo en el carro.

Pasaron unos minutos y escuche el sonido de el auto, tome al bebé y puse la pañalera en mi hombro, abrí la puerta y vi a Noah el me sonrió y me dio un beso junto a un pequeño abrazo intentando no aplastar a el bebé.

-¿Hay algo más que llevar? – Asentí mirando el coche el entendió y entro a la casa tomando el coche y subiéndolo al auto. Vi que estaba vestido con una camisa azul abierta y una camiseta blanca por dentro junto a unos jeans negros. Mierda casi me olvidaba de la silla de bebes, después de poner la silla y naturalmente puse a Peter.

Me senté en el asiento de copiloto, veía pasar rápidamente las calles, estaba distraída viendo todo, sentí una mano en mi rodilla, gire mi cabeza mirando a Noah el cual tenia la vista en la carretera pero estaba sonriendo. Puse mi mano encima de su mano, él apretó su mano en mi rodilla.

Sé eterno corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora