Capítulo 11

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Cuando llegaron a la posada, Matsuri se disculpo con todos por su mala forma de tratarlas. Al final, todos comieron en un ambiente más amigable, y como ya era la tarde, Matsuri se tenía que quedar y pasar la noche. Volvería a la ciudad y casa donde vivían sus padres al otro día.

"Puedes dormir en mi habitación", dijo Aki, limpiando su boca al terminar la cena: "Puedo dormir en el sofá, pero estaré en el escritorio por una hora o dos"

"¡Esta bien, gracias Aki-kun!", Matsuri exclamo con una sonrisa al poder estar más cerca de su hermano. Ella entendió lo enojada que estaba su hermano con su anterior forma de tratarlo, incluso la persona más tonta se daría cuenta de que Aki había estado enojado.

Pero de las chicas, Yuzu era la más curiosa de todos. Parecía la única recordando que Aki había dicho que tenía un trabajo estable. No es que ella fuera entrometida, pero al escuchar tantas veces a Aki desde su habitación, tenía mucha curiosidad por su trabajo.

Ella preguntaría en otro momento, sin embargo. Si el lo mantenía en secreto, entonces no quería arruinar nada.

"Todavía falta el postre", Ayaka dijo con una sonrisa mientras se levantaba de sus silla e iba hacía la nevera, sacando un poco de pastel.

"¿Pastel?", todos preguntaron un poco sorprendidos.

"Si... compre un poco en la mañana y lo guarde para el postre de la cena"

Aki casi sonrió como un loco, casi. El pedazo que le dieron fue de una torta de Moka, podía saberlo con solo una mirada por que era su cosa favorita sobre todas. ¡Era como las chimichangas para Deadpool!

Ayaka sonrió, sabiendo de antemano que a Aki le encantaba el café y el chocolate, por eso había elegido ese sabor para el. 

"Delicioso... ", Aki suspiro con una mueca de alegría en su rostro. Con todas las ideas y trabajo que se había impuesto, no había tenido el tiempo para disfrutar de la comida que le encantaba, por lo que esto fue realmente bienvenido.

Matsuri frunció un poco el ceño, solo ahora se daba cuenta lo poco que conocía a su hermano, incluso antes cuando era más pequeño, no podía recordar algo que le gustara. Y eso realmente la hizo sentirse como una persona terrible.

...

"Puedes entrar", Matsuri dijo, habiéndose cambiado a un pijama que Sumire le presto.

Aki entro a la habitación y fue directamente hacía el escritorio, acomodándose en su silla antes de avanzar un poco, para estar a buena distancia de la mesa.

"¿Que harás?", Matsuri pregunto con curiosidad mientras se acercaba con sus manos en la espalda.

"Trabajo... ", respondió Aki, tomando una pluma de dibujo y comenzar a dibujar las líneas de los personajes. Los bosquejos ya estaban listos, solo tenía que dibujar las líneas con la pluma negra y luego colorear. Esta vez, tenía que hacer una portada a color para el próximo número de la revista.

"¿Manga?... Espera, ¿no es ese One Piece?", Matsuri pregunto un poco sorprendida mientras se tapaba la boca.

"¿Lo conoces?", Aki levanto una ceja sorprendida. Sabía por las conversaciones con su padre que, para todos, era mejor no decir nada sobre el trabajo de Aki a su hermana y madre.  

"Por supuesto, es muy popular", Matsuri dijo con un poco de tristeza, cosa que Aki noto.

"¿Que pasa?", el se detuvo para preguntar.

"Nada... solo... realmente no se nada sobre mi hermano", ella bajo la mirada con tristeza: "No sabía que te gustaba el café o el pastel, ni siquiera sabía que eras tan bueno dibujando"

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