Parte 1

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Hoy le tocaba ir a cuidar a las cabras, como todos los miércoles, tomaba su libro y lo leía mientras esperaba a que ellas hicieran sus necesidades y comieran. Harry nació en 1910, su papá le decía que su nacimiento había sido muy extraño, porque cuando salió del vientre de su madre no había llorado e incluso pensaban que estaba muerto pero la enfermera le tomó los signos vitales y todo estaba bien.

Su familia juraba que el iba a ser un beta, porque tenia 15 años y el pequeño niño rizado no crecía y no tenia ni el mas mínimo olor. Cuando se presentó como alfa fue una sorpresa para todos, hasta para el mismo Harry. A el nunca le había importado la condición con la que se presentaría, su hermana era la que lo molestaba porque solo iba a ser un "débil beta" pero a el lo que le importaba era que lo dejaran tranquilo leer su libro.

Harry acudió unos años a la escuela, y esos años los aprovechó al máximo, ya que no solo aprendió a leer y a escribir, sino que también descubrió el maravilloso mundo de los libros. Su padre necesitaba que lo ayudara con los animales que tenían, así que el tuvo que dejar el colegio y convertirse en pastor. Además, su padre no lo dejaba leer porque decía que era una perdida de tiempo y que los libros no le iban a dar de comer, pero el pequeño Harry leía a escondidas siempre que podía.

El había escrito sus primeros poemas en 1925, con solo 15 años, y cinco años mas tarde, ya escribía versos tan bellos que uno fue publicado en un periódico de Orihuela. Pero no solo le gustaba la literatura, también era un gran jugador de futbol, y todos los sábados jugaba en un pequeño equipo de su pueblo. Incluso ahí conoció a su primer amor, Sebastián, un joven Omega que iba todas las tardes a verlos jugar y cuando terminaba el partido, se esbabullia con Harry a compartir como le iba en la semana o simplemente sentarse uno del lado del otro sin hablar absolutamente nada.

¿Como sabia que era el amor de su vida? ni el mismo Harry lo sabia, hasta que tuvo una platica con su madre y paso a caer en cuenta que estaba enamorado.

"Mamá, ¿como se siente estar enamorado?"

La mujer rebanó mal la zanahoria y casi se corta, volteó a ver a su pequeño sorprendida "¿A que viene eso Harold?"

Harry bajó la mirada avergonzado "No, a nada. Olvídalo"

Ella se limpió las manos con la servilleta y se sentó enfrente de su hijo. "Pues, cuando miras a esa persona sientes incomodo el estomago" hizo una pausa y miró un momento hacia el techo. "Como mariposas, lo miras a los ojos y de pronto todos los problemas se desvanecen."

Harry lo pensó por un momento, "¿También puede ser que no lo mires no hables y aun así estés cómodo?"

"Sí, algo así. Es como si encontraras la paz en medio de la guerra."

Después de eso, aprovechaba cada momento con Sebastián, intentaba buscar eso que le faltaba, un poco de tranquilidad. Un día, Sebastián dejó de ir, el sábado que faltó, le dejó una carta en el lugar donde se sentaba regularmente a verlo jugar.

Harry:

Para cuando leas esto, seguramente ya habré estado a miles de kilómetros de Orihuela casi llegando a el instituto para omegas hombres. Me duele tener que dejarte, me duele tener que despedirme de ti así. Cada vez que estábamos en silencio era el momento oportuno, pero te veías tan tranquilo; tus ojos verdes, reflejando calma y tus labios rojos en la eterna guerra.

No logré entenderte, pero logré disfrutarte. Fuiste lo mejor de mi juventud, lo mejor de mi vida.

No quería amarrarte a el eterno sufrimiento. huir de la dura sociedad.

I'm free, just for love. (LS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora