Chapter 1 MNY
-¿Así es siente la muerte? Silencio, Paz... Se siente... bien-Aspiro- Huele a anticepticos... y ese ruido... -Siento mis manos, puedo mover...-
-¿Ash? Ash! -Eiji... no- Doctor!
-Eij...- No puedo... mi voz...
-No lo fuerces- Max.
...
Abro lentamente mis ojos y la luz me ciega haciendo que frunza el ceño...
-Finalmente despertó- termino de abrir mis ojos para ver a una enfermera e intento incorporarme- No se mueva- me preciona los hombros para recostarme de nuevo- llamaré al doctor.
-Buenas tardes joven, mi nombre es Mattew- Un tipo alto, de ojos oscuros y caballo castaño se acerca leyendo una carpeta- ¿Puede hablar?- Preciona un botón que hace que la camilla se incline, se acerca y con una pequeña luz examina mis ojos.
-No lo sé...-Siento mi garganta quemar y carraspeo- digamelo usted- Lo veo asentir y escribir algo en la ficha donde veo mi nombre y foto-¿Dónde estoy? ¿Quién me trajo?- Toma el aparato para medir la presión y lo amarra en mi brazo.
-¿Recuerda lo que pasó?- se da la vuelta y me alcanza un vaso con agua, lo rechazo con un golpe en su mano, mi cuerpo se siente de plomo al mínimo esfuerzo
-¿Dónde estoy? ¿Quién me trajo?- Repito frunciendo el ceño, lo veo suspirar y sentarse en una silla a los pies de la camilla.
-En el hospital, a cargo de la Policía Federal, necesito que responda unas preguntas joven, quien lo trajo me advirtió que sería difícil tratar con usted- miro a los lados viendo algunos ramos de flores y... ¿un peluche? Se pone de pie y toma una aguja que inyecta en el suero- lo mejor será que descanse un poco antes.
-¿Qué es eso?-intento detenerlo pero mi cuerpo sede.Japón
Sayonara, Estados Unidos
Sayonara, Nueva York
Pero no te voy a decir sayonara, Ash...
Eiji...
Ash...
-Ei-chan...Despierta ya aterrizó el avión- Abro mis ojos impresionado, veo al sr ibe-san mirándome con ¿pena? Melancolía tal vez- estamos en casa- se incorpora tomando los bolsos del maletero, paso mis manos por mi rostro sintiéndolo húmedo ¿Lágrimas? Ash...
-En casa...- sacudo mi rostro secandolo completamente y dejando que me ayude a bajar del avión para sentarme en una silla de ruedas ingresando al aeropuerto de Tokio.
Nos movemos en silencio, no es incómodo pero se siente tenso, aún así es mejor y lo sabemos...
-Mira- Comenta acelerando un poco el paso y señalandome un lugar dónde veo a mis padres y a mi hermanita que suelta su mochila para correr hacia mí, suelto también mi bolso para extender mis brazos en su dirección.
-¡Nichan! - Mis ojos se llenan de lágrimas y siento sus finos brazos envolviendo mi cuerpo, duele, pero no importa ahora.
-Hikki!
-Ei-chan!- se desploma de rodillas en el suelo y me mira extendiendo sus cálidas manos para tomar mi rostro, veo sus ojos llenos de lágrimas, un poco de ojeras bajo ellas y el ligero maquillaje un poco corrido, sorbiendo su nariz para después juntar su frente con la mía- Baka baka baka, me preocupaste tanto- limpio sus mejillas con mis manos atrayendola a un abrazo nuevamente, miro sobre sus hombros viendo a mí mamá y papá ambos con lágrimas cayendo de sus ojos, largo un sollozo al verles y se acercan para unirse en el abrazo, cierro los ojos aspirando el aroma de mi familia.
-Lo siento, lo siento tanto- acarició el cabello de mi hermana- estoy aquí, con ustedes, estoy bien- mi padre se separa para estrechar en un breve abrazo a Ibe-San que enseguida hace una reverencia ante mis padres.
-Mis más sinceras disculpas Sr y Sra Okumura debí cuidarle mejor- veo a mi madre negar y tomar su hombro.
-No se disculpe, Ei-Chan está aquí y eso es lo que importa.
Todos nos miramos en silencio, limpiando los restos de lágrimas para comenzar a salir del aeropuerto y nos dirigimos al hospital, aún debo hacer reposo y estar en cuidados por la herida de bala.
Intento no pensar en nada más, sé que aún hay cosas que conversar, la expresión de confusión en mi hermana, la tensión en los hombros de Ibe-san al leer un mensaje que recibió y mi pequeña sonrisa que no llega a mis ojos. Pero... algo me dice que será mejor dejarlo pasar, al menos por ahora.NY
-Así que... realmente eres duro- Escuchó la puerta abrirse y esa voz... Irritante... sonrío y levanto la vista del libro en mis manos para encontrarle parado de brazos cruzados.
-¿Fuiste tu viejo?- Max niega con la cabeza y arrastra una silla para sentarse al lado de la camilla.
-¿No recuerdas mucho verdad?- Cierro el libro y lo dejo en mi regazo, mirándolo fijo mientras los recuerdos se proyectan como imágenes frente a mis ojos.
-¿Cómo están las cosas allá afuera?- Sus facciones se ablandan, y carraspea.
-Caín se está haciendo cargo del centro y manteniendo el orden. Lao ya no era parte del clan, Sing pudo lidiar con chinatown gracias a eso. Y Alex está conteniendo bastante bien a los chicos, están de luto para el resto y suelo pasarme por ahí con Jessica- Frota sus manos en su cara y mira por la ventana de la habitación- Sing sabe que estás aquí, se pasó un par de veces antes de que despertaras, Alex piensa venir y supongo que Bones y Kong se le unirán -Una pequeña risa se escapa de sus labios y me mira- esos chicos, cuando les informé que despertaste hicieron un escándalo, tuve que ir a frenarles en la entrada del hospital antes de que hicieran un escándalo.
Sonrío y niego para soltar un suspiro y endurecer mi rostro-¿Algo sobre Yut-Lung?- se levanta y niega, va hacia la ventana y se sienta en el alfeizar con los brazos cruzados.
-Nada, Sing dice que fue al entierro de Lao, fue la última vez que tuvo contacto. Le creo, está preocupado al igual que todos. Sabe que estás muerto, pero no bajamos la guardia, es más inteligente de lo que él mismo cree. El último movimiento que detectamos es hace 3 meses, en China, con todos sus hermanos y descendientes muertos, se cree que se prepara para remontar el apellido a cuestas.
Un silencio se forma en el ambiente no es incómodo, tampoco agradable. Aún quedan cosas que hablar, veo en su mirada expectante, el no preguntará, aún está esperando a que de la iniciativa, pero simplemente no puedo, las palabras se niegan a salir de mi boca.
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Atardecer -Banana Fish-
RandomNueva York la ciudad de las luces, tiene un lado oscuro, el lado oculto de la luna. Territorio gobernado por pandillas, donde se escapa de la ley y la moral humana...'' -En memoria de Ash Linx, líder del bajo mundo- podía leerse al final de aquel re...