Capítulo 1: Monstruo.
—Maldición Ariel ¿No puedes pasar ni un fin de semana en el cual no puedas quedarte en tu casa? —Suspira para luego resoplar y murmurar: —Estoy con una chica aquí.
— ¿Y tú no puedes estar un fin de semana sin alguna de por ahí?—Espeto cansado de rogar—. Richard, eres el único que me puede salvar esta noche—. Digo tras mi teléfono celular
Bufa. —Está bien, hablare con Cynthia y te mandare un mensaje—Me avisa y corta a regañadientes.
Me indigna saber que mi salir dependa de una de sus chicas. Entonces pienso y me auto confirmo que si me cancela, me iré por mi cuenta a tomar solo a un bar. Mi casa es un desastre y lo que menos quiero es estar aquí, siendo parte de esta mugre.
Mi celular vibra unos minutos después de buscar la ropa que quiero ponerme hoy y lo leo desesperado y al instante.
Richard: Dijo que iremos, pero llevara a una amiga;)
11 pm pasamos por ti.Genial, no gastare en gasolina, ni tendré que conducir. Por eso me gusta salir con el imbécil de mi amigo.
Cuando encuentro mi ropa ideal y la que uso prácticamente siempre que salgo, solo me hacen falta mis calcetines, no encuentro ni uno que tenga su par y entonces no me queda más que remediar, y me digno a ponerme diferentes. Del mismo color, pero diferentes.
Nada que me haga cambiar de opinión y resignarme a mi acuerdo de salir hoy. Estaba más que claro que lo haría, llevaba más de siete días sobrio, pese a que últimamente trabajo todos los días de la semana en el bar "Drinks Luminous".
Si es muy ilógico que no beba ni un poco ya que estoy rodeado de alcohol por horas, pero no hay nada peor que levantarse antes de las 3 de la tarde para cursar en la universidad, luego de haber trabajado y bebido toda la noche anterior hasta el día siguiente, alrededor de las 7 y 8 de la mañana.
Mi cuerpo ya lo necesitaba, necesitaba emborracharme, hasta el punto de sentirme inconsciente...
Tal vez no tanto, pero de todas maneras, necesitaba éxtasis de alcohol, y hasta posiblemente de drogas.
Cuando estoy listo, decido mirarme al espejo. Visualizando si mi vestimenta, al igual que mi pálido rostro, estén bien.
Mi cabello negro, cae delicadamente por encima de mi frente, mis ojos color azul oscuro, resaltan de manera exagerada a mi piel blanca, tan blanca. Me toma por sorpresa el hecho de que mis queridas amigas; las ojeras, hoy no estén presente. Y agradezco por ello, porque verlas y tenerlas conmigo, todos los días de mi vida, es un fastidio.
Mi vestimenta; aquel pantalón negro, mi remara blanca, con mi camisa del mismo color que mis vaqueros por encima, y mis morris-topper oscuros, me acompañan. Me gusta lo que llevo puesto.
Teniendo en cuenta mi vestimenta, como luce en mi físico, y mi rostro, me consta que estoy...
Exageradamente horrible.
Pero que más daba, estaba acostumbrado a que aquel pensamiento hacia mí mismo, me aceche cada vez que trataba de lucir bien.
Realmente ya no tenía solución, porque yo más que nadie sabía que lo que en realidad necesitaba, era un rostro nuevo. Algo imposible.
Esperando me tomo algunos tragos de tequila que llevaba guardando hace ya mucho tiempo.
La hora pasa y veo que Richard aun no aparece.
12:00 am
Me iré por mi cuenta hasta Open nigth, te espero allí Richard.
Luego de enviar el mensaje tomo la llave de mi auto y salgo a regañadientes de casa, hasta aquel lugar que conocía tan bien.

ESTÁS LEYENDO
Cautivo [Ariel]
Misterio / SuspensoQuiero aclarar que no fue mi culpa. Y aunque mi cabeza me decía que no era correcto me deje llevar por el enfermizo sentimiento que sentía mi alma, y mi cuerpo actuó a voluntad de ella. Hasta el día de hoy el arrepentimiento me persigue a donde...