Two soldiers [Bucky Barnes] (Three shot)

I

— Tenemos que ayudarla, Steve —Bucky lo miró, llevando su mano a la pared—. Ella está ahí por mi culpa, tengo que sacarla de ahí.

— Buck, sabes que _______ también era mi amiga, pero ahora tenemos el problema de los acuerdos y creo que llegar a irrumpir a la base de una pequeña resistencia de Hydra es lo último que queremos.

— No te estoy pidiendo permiso, Steve —el soldado volteó para ver a su mejor amigo a los ojos—. Iré con o sin ti, la amo. Apesar de que no me recuerde, la amo.

— Bucky…

— No seré libre hasta que ella lo sea, ¿qué rayos le pueden estar haciendo ahí?

— Eh… Steve… —Falcon apareció en la habitación—. Ya lo ubicamos, la base está en Suecia, es lo último que queda de Hydra.

Steve miró a Falcon—. ¿Tú quieres hacer esto, Sam?

— ¿Sabes? Nos vendría bien un poco de apoyo. Stark tiene muchos aliados, vamos por ella —Falcon les dio una sonrisa amable a ambos.

— En ese caso… —Steve volteó para ver a ambos—, vamos por tu prometida, Bucky.

Bucky sonrió, recordando todos los días que había pasado a su lado.

B U C K Y

Nos encontrábamos camino a Suecia, la verdad yo esperaba lo peor.

De seguro las personas ahí usarían a _______ como escudo para poder escapar o peor, como arma contra nosotros.

¿Por qué ella y no yo?

¿Por qué tuvieron que alejarla de mí cuando estábamos empezando todo de nuevo?

Luego de los sucesos de la caída de HYDRA y haber salvado a Steve en aquel lago, ambos nos escapamos de todo. Nos quedamos juntos en una casa y empezamos a tener una vida "normal". Aún teníamos pesadillas, pero el amor entre nosotros era más grande que todo.

Luego pasó el asunto ese falso doctor llamado Zemo. Primero hizo que todo el mundo creyera que yo había sido el autor del atentado en la ONU y luego de todo ese embrollo, la pequeña resistencia de HYDRA había aprovechado para secuestrar a _______ cuando yo no podía defenderla.

— Bucky… —Steve se sentó a mi lado—, todo saldrá bien, lo prometo. Creo que Wanda podrá ayudarnos con su mente.

— Gracias, Steve —llevé mi mano a su hombro—, no sé qué haría sin ti, te estaré eternamente agradecido.

— No hay de qué, ________ también es mi amiga y no pienso dejarla en ese agujero.

Yo solté una risa, un recuerdo vino a mi cabeza.

— ¿Recuerdas cuándo la conocí? También quería golpearme.

— ¡Claro! ¿Cómo no hacerlo? —él empezó a reír levemente—. Me estaba defendiendo de aquellos chicos y cuando llegaste casi te da un puñetazo en la cara pensando que también querías herirme.

— Supe desde ese instante que ________ debía ser mi esposa —yo sonreí—, se notaba a leguas de distancia que era totalmente diferente a todas las chicas con las que había salido.

— Y lo era, te costó más de un año tener si quiera una cita con ella.

— Sí y valió la pena.