7: the finale

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Canciones:

Taylor Swift – epiphany

Coldplay – Yellow

El verano está llegando a su fin y Louis pasa cada momento despierto junto a Harry o pensando en él. El chico va al departamento de Harry el cual comparte con dos amigos, una pareja casada con la que creció.

Uno de ellos le ofrece un cigarrillo a Louis y Harry procede a regañarlo en griego mientras él se queda ahí parado y se pregunta que están diciendo.

—Él no fuma,— Harry habla por él.

—Oh.— Su amigo asiente, abriendo un cajón y sacando una pequeña bolsita de plástico. —¿Marihuana?

—Él no fuma en absoluto.— Harry toma un recipiente lleno de fresas y la mano de Louis. —Mantén esa mierda en tu dormitorio y no fumes cuando Lou está aquí.

Louis nunca ha estado enamorado. No está enamorado de Harry y Harry no está enamorado de él. Oh, pero por los Dioses que viven allá arriba, ellos tal vez podrían estarlo dentro de poco. Harry es un sueño con su alma amable y sus ojos pacientes. El hombre nunca se comporta irracional y siempre espera a que coma primero antes de hacerlo él. Cuando Louis lo invitó a cenar, Harry le coqueteó descaradamente enfrente de sus padres y se ofreció a lavar los platos. Incluso besó a Louis enfrente de sus amigos.

Tú...— Louis cubre sus mejillas con sus manos. —¡En frente de tus amigos!

Sí, ¿hay algún problema?— Harry cubre las manos de Louis con las suyas, manteniendo apachurradas las mejillas del chico.

N-No, es s-solo que...me besaste de la manera sucia.

—Tuvimos una sesión de besos, dulce cisne.— El hombre sonríe en grande. —¿Qué está mal con meterte un poco de lengua? ¿eh?

En las sesiones de besos similares que han tenido durante picnics en la playa o en el patio trasero de los Tomlinson, Louis se ha avergonzado a si mismo al excitarse demasiado, pero Harry nunca se avergüenza por eso. El hombre lo sigue besando, incluso con la gran carpa en sus pantalones. Louis por otro lado, se excusa a sí mismo y alivia la incómoda estreches en su habitación. Una vez que regresa afuera, Harry le sonríe complacidamente y le pregunta si tuvo un buen rato. Louis se pone tan rojo como una fresa recién madura.

Harry le da un cárdigan con diseño de arcoíris, a él mismo le queda grande, así que la prenda devora los hombros frágiles de Louis. Huele como al hombre, a miel y vainilla. Incluso carga la pizca persistente de cigarrillos que fuma su compañero de cuarto.

Harry escucha como Louis lee sus libros de texto de filosofía y nunca se irrita de su constante tartamudeo. Harry permite que Louis le pinte las uñas de nuevo, esta vez optando por un diseño con un azul brillante y el mismo amarillo. En su billetera, guarda una pequeña polaroid de Louis durmiendo en la hamaca. Colgando de su espejo retrovisor está un collar de perlas y cuentas de colores que el chico le obsequió.

Harry lo sostiene fuerte, su acento es ligeramente más pesado cuando le susurra en el oído mientras observan el atardecer la ultima noche de las vacaciones de verano de Louis.










Para Harry, Louis es una delicada hada. El ángel más brillante y reluciente de la naturaleza con piel centelleante. El azul de sus ojos, ese es el azul del profundo océano. Su cabello es arena dorada cayendo sobre su rostro antes de que sus dedos gentiles lo quiten fuera del camino. Louis no camina, (definitivamente se tropieza) pero hada Louis, el Giallo Louis que Harry ve, vuela. Elevándose por encima de las nubes, más allá del sol, y bajando a la Tierra por el bien de Harry.










El automóvil está lleno, su hermana ya está durmiendo en el asiento trasero. Sus padres están haciendo chequeos de último minuto y en el patio trasero, Louis está haciendo pucheros. El chico viste una camisa azul claro y la parte frontal está amarrada por un moño blanco. Sus pantalones cortos de mezclilla exponen sus muslos bronceados.

Harry tira del listón de la camisa de Louis. —¿Me extrañarás?

Louis hace un puchero y sostiene las trabillas de los jeans del hombre. —Sí...

—Pobre patito.— Harry carga al chico entre sus brazos, meciéndose lentamente. Él no dice mucho más, solamente acaricia la espalda de Louis y entierra su nariz entre su cabello.

El verano se ha terminado. Louis regresará a la escuela, Harry se quedará en Grecia. Sus pequeños momentos preciados se convertirán en recuerdos. Cuando Louis llegue a casa, la primera cosa que hará es escribirle una carta a Harry. Él quiere llorar y puede sentir la calidez en sus mejillas. Inmediatamente se esconde en el pecho desnudo del rizado. No debería de estar triste, Harry no es su novio, Harry solo es el hombre más dulce y gentil que ha conocido.

—Oh, Giallo.— Harry murmura suavemente, levantando el rostro de Louis por su mentón y besando su nariz. —No llores.

Louis responde frotando su rostro contra la camiseta de rayas rojas y blancas de Harry. Un bocinazo de un coche provoca que el chico lloriquee.

—Vamos, fresita. Harry palmea suavemente el trasero regordete de Louis. —Cachorro, cervatillo, dulce cisne y patito.— Harry enlista. —Tienes que irte.

Louis no quiere irse. No quiere decirle adiós, sin embargo, tiene que hacerlo. Harry sonríe, pero no alcanza sus ojos. Es evidente que está tratando de tranquilizarlo. El hombre presiona un beso en la frente de Louis, después otro en su oreja, en su nariz, y justo en la comisura de sus labios.

—Sé cuidadoso contigo mismo, por favor,— Harry susurra contra el cuello de Louis.

—¿Me recordarás?

—¿Se supone que tengo que fingir que nunca más quiero volver a verte?

Los ojos azules de Louis brillan, sus pestañas aletean en dirección a Harry. Enroscando el cabello de Louis alrededor de su dedo, Harry se pone serio. —Te recordaré, justo aquí,— usa su dedo para darle un golpecito a la frente del chico, —y aquí.— Su mano recorre la extensión de la piel de Louis hasta llegar a su pecho. Su gran pulgar golpea delicadamente justo en el lugar donde descansa su corazón.

—¿P-Promesa?— El chico no tartamudea, su voz se quiebra.

—Lo prometo, Giallo.— Su dulce Kítrinos. Harry permite que Louis se le escape de los dedos. —Haz una cruz sobre mi corazón.

Louis, no confiando en su voz, hace una pequeña cruz por encima del pecho del hombre. Él se da media vuelta cabizbajo y brinca dentro del coche de sus padres. La última cosa que ve es a Harry despidiéndose desde el portón. Harry, el hombre con ojos de ensueño, el dueño de su primer beso y de una pequeña parte de su corazón.

Harry podría llamar a Louis de cualquier manera. Cachorro, fresita, cervatillo, dulce cisne, y patito. Louis es fresita cuando está lastimado, es cachorro cuando hace algo bien. Es un cervatillo cuando está siendo torpe, lo cual es todo el tiempo. Es un dulce cisne cuando está nervioso, y es un patito cuando está haciendo un puchero.

Louis siempre será el amarillo de Harry, su Kítrinos, su Giallo. El color y el sentimiento.

Giallo!; larry stylinson [bottom!louis] [traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora