✧༺ 20 ༻✧

175 21 17
                                    


~Narra Pete~

Estoy en mi apartamento terminando de preparar la cena para mi y Ae, y mientras lo hago en mi mente esta la enorme dicha de saber que Kla no le dirá nada a Ae, me siento tan contento de que valla a guardar silencio.

Cuando lo ví pensé que se haría ideas extrañas, por la forma en que me miraba juraría que había pensado demás sobre mi y Trump, pero al parecer todo fue mi imaginación.

Al mencionar a Trump mi vista automáticamente se desvío a la cajita de postres que este me invitó para que probara con Ae.

No quería aceptarlo, pero el insistió y yo no encontraba un motivo coherente que me hiciera rechazar su regalo, los celos de Ae no son motivos válidos y sí se lo decía Trump podría tener una mala imagen de Ae y no quisiera que fuera así.

Así que al final termine aceptando, pero ahora ¿qué le diré a Ae cuando los vea?

— Amor ya estoy en casa — demonios, no, aún no sé que le diré — ¿Pete?

— ¡Hola Ae!— salto a sus brazos y me aferró a su cuello.

—...Hola y eso... — dice aflojando un poco sus brazos de mi cintura — ¿por qué estas tan efusivo?

Que suerte, pensé que había visto el empaque — Por nada — contestó con una sonrisa —... sólo extrañaba estar así

— ¿...Sí? — me apega más a su cuerpo y hunde su nariz en mi cuello — yo también extrañaba estar así.

(Beso)

Ae me da un delicado beso en mi cuello y sus manos comienzan a pasearse suavemente por mi cintura y caderas, quisiera que continuará, pero tengo trabajo.

—Ya está la comida — digo tratando de distraerlo y salir disimuladamente de su agarre — ve a lavarme las manos

— No... hoy no quiero comer eso — dice tocando más descaradamente mi cuerpo.

Suspiro profundo antes de hablar — Ae... — lo llamó con ternura y él levanta su mirada

(Suspira pesado)— ¿Qué pasa, Pete? — su expresión me dice que ya sabe lo que le diré — ¿tienes trabajo? — pregunta con un rostro de resignación y tristeza, y lastimosamente yo sólo pude asentir en forma de respuesta.

— Perdón — digo con tristeza

— Está bien..., iré a lavarme las manos y ya vuelvo — me suelta y se va a nuestra habitación

Ae esta siendo muy paciente, desde que empezamos a tener relaciones nunca habíamos pasado tantos días sin hacerlo, al principio pensé que no afectaría demasiado, pero conforme pasa el tiempo es molesto, incluso para mí.

Como ahora, me hubiera encantado que continuará pero hoy tengo mucho trabajo y sino hubiera sido por el día que tuve no estaría tan agotado.

Cuando Ae regreso ya todo estaba listo y me miraba con una limitada sonrisa, que se notaba que era forzada, no quiero verlo así, pero por el momento no puedo hacer nada, primero quiero acabar con esos benditos diseños, una vez que lo haga tendré menos trabajo y más energía, así que por ende tendría más tiempo para consentirlo.

Estábamos disfrutando de la cena, acompañados del sonido de un programa en la televisión, todo estaba bien hasta que Ae pregunto algo que ya había olvidado.

— ¿Pete? — enfoque mi mirada en el — ¿qué es esa cajita? — su vista esta guiada en una parte del mesón de la cocina.

— ¿Cajita? — pregunté extrañado y dirigí mi vista al mismo punto que el.

Detonante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora