Capitulo 10 En alerta..

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(Advertencia: contenido adulto)

"...Cuando estuve lejos de ti...mi vida fue insoportable..ahora que conozco cada parte de tu ser...algo emerge en mi...y solo quiero que seas mía...solo mía..."

Las cortinas blancas danzaban gracias a la brisa matutina, allí dentro de la habitación, la joven de ojos perlados dormía abrigada en los brazos de su marido, quien se encontraba despierto desde muy temprano, solo para admirar el rostro de su esposa, aun tenia sus mejillas teñidas de rubor, cuestionándose un poco avergonzado de haberla llevado tan lejos, mas aun cuando se dedico a acariciar su espalda, descubrió que su piel, no solo llevaban esa cicatriz que pronto le preguntaría de donde provenía, sino que también el rastro de sus besos y mordidas de la noche anterior, había escuchado por la lengua de su hermano que la intimidad con la pareja era fabuloso, y mas aun con la persona que mas quieres, pero...la palabra le quedaba corta ante la sensación vivida la noche anterior, que incluso dudaba de salir de la cama al menos por ese día, pero para su mala suerte tenia responsabilidades que cumplir, pero tampoco dejaría las cosas así

Repartió besos por su hombro desnudo, apartando un poco la sabana que le cubría, para seguir el viaje por su cuello, haciendo que ella se encogiera un poco, causándole costillas, para terminar en sus mejillas y luego en sus labios finalmente despertándola, sonriéndole complacido, era como un niño descubriendo algo nuevo, en su mente deseaba repetir una vez mas lo que sucedió en su primera noche, besando sus labios con ternura

-buenos días- dijo juntando su frente con la suya, mientras ella se ruborizaba

-bue...buenos días...

-¿Por qué tienes vergüenza?-le pregunto besando su mejilla-¿tan malo fue anoche?

-¡no!-respondio algo asustada-por...favor...no crea...eso yo...-él no quería escuchar una explicación, solo quería sus labios con devoción interrumpiéndola con un audaz beso, bajando una de sus manos el cual acariciaba su piel bajando hasta su abdomen, llegando a su intimidad, entregándole ligeras caricias, haciéndola gemir –Gaa...Gaara...es...tarde...y...

-no importa, hoy no importa nada- respondio, introduciendo un dedo en su interior, mientras que ella se aferraba en sus hombros sin dejar de besarla-la noche es tan corta, no quería que terminara, pero recordar que estas aquí, me siempre siento feliz- pronuncio introduciendo otro dedo, aumentando la humedad de sus cuerpos, mientras los fluidos de la joven se deslizaban por los dedos del peli rojo gracias al primer orgasmo, mirándole mientras él chupaba los dedos que llevaban rastros del clímax alcanzado-¿Qué había despertado?-se pregunto ella misma, al ver la mirada de su esposo le quemaba la piel, pero ella una llama que no quería extinguir, separándose un poco de ella para tomar uno de sus pies y besarlos con ternura, dejándolo sobre su hombro para finalmente introducirse dentro de ella casi sin tacto alguno, ambos gimieron al acto, continuando con el vaivén que muy pronto se convirtieron en profundas y fuertes embestidas, ella no lo comprendía pero tampoco quería que se detuviera, apenas habian despertado y ya estaba sobre ella, pero no podía pensar en nada mas que el placer que le brindaba en esos momentos, cuando nuevamente, sus paredes interiores presionaron con fuerza su miembro el cual termino nuevamente derramándose dentro de ella, cayendo exhausto sobre ella

-me gustas-pronuncio él, frotando su nariz contra la suya, besando su frente, para finalmente separarse de ella, aun así la estrecho entre sus brazos mientras Hinata le acariciaba su melena rojiza

-no quiero que esto sea un sueño-dijo ella después de mucho tiempo -¿esto...es real?

-¿acaso no fue real?-le pregunto acercándose mas a ella-¿Qué te hace pensar que esto no es real?

-eres...lo mejor que me ha pasado...

-tu igual-le beso los labios castamente, para con mucho pesar, se puso de pie completamente desnudo mientras que ella se cubría la vista con las sabanas

-no entiendo la vergüenza, ayer me viste y te vi desnudo y antes de que me fuera también

-es...que...bueno...tienes razón, pero no es una costumbre tan fácil de adaptarse...

-supongo que tienes razón-respondio, tomando un pantalón cercano para dirigirse a la puerta abriendo el seguro de la cerradura –por favor trae el desayuno a la habitación

-¿¿¿Qué???!-grito ella ruborizada escondiéndose completamente entre las sabanas

-¿ahora que sucede?

-es...están afuera...

-si como siempre, deben custodiar la familia imperial- respondio terminando con ella colapsada en la cama

-mi esposa...-suspiro, acercándose para arroparla nuevamente –sigues siendo muy tímida-se acerco a su oído-pero...me gusta...todo de ti

El aroma delicioso la hizo despertarse, encontrando a su marido tomando desayuno a su lado, viendo la charola frente a ella

-debes comer...-pronuncio mientras ella asentía para comenzar

-¿es...escucharon todo...?

-¿Qué?

-¿es...escucharon todo lo que sucedió anoche?...

-no-respondio causando el alivio en la joven- lo escucharon los otros soldados de turno

-¿Qué? pe...pero...

-somos la familia imperial, es común que el matrimonio tenga intimidad

-si.,., pero...es algo privado...-dijo ruborizada

-estábamos dentro del cuarto y ellos cumpliendo su trabajo, tranquila, ellos también lo hacen con sus parejas-lo que mas le sorprendía que se lo tomara con tanta tranquilidad, pero aquella sensación de él la contagio, debería relajarse un poco, y tratar de tomar las cosas mas simples como su esposo, sin mas solo sonrió ruborizada reposando sobre el hombro de su marido

Si hubiera podido volar, lo hubiera hecho para no ver la cara de los soldados custodiando las puertas de la habitación matrimonial, distrayéndose tanto en evadirlos que doblando por uno de los pasillos sintió como había chocado con fuerza con alguien

-lo...siento-dijo poniéndose de pie, dándose cuenta que se trataba del chico rubio, el mejor amigo de su marido - ¿Por qué tengo esta suerte? Tenia que ser el chico que le caigo mas mal-se recrimino

-¿esta bien?-le pregunto, ayudándola a ponerse de pie

-si, gracias-dijo desviando la mirada

-escuche señora, yo he sido muy grosero con usted y...

-descuide-le interrumpió- yo...se que usted es el mejor amigo de mi esposo, prometo que no lo decepcionare, se que no me conoce, pero a mi esposo lo quiero mucho y le debo mucho también, no se preocupe por eso, con permiso-volteo para marcharse, dejando a Naruto casi sin habla, no esperaba que le dijera eso ¿acaso creía que le caía mal?, eso hubiera preferido, ahora que sus ojos no dejaban de verla, y por primera vez sentir envidia de su mejor amigo, pero aquel sentimiento no estaría oculto por mucho tiempo, las paredes tienen oídos y miradas

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Holaaa espero que les haya gustado este capitulo, gracias por leer y comentar, mil abrazos!!!

próximamente...............................Capitulo 11 ¿Desconfiar de ti? jamas...

AVISO: NUEVA HISTORIA, se llama "Candidatos para mi esposa" disfrútenla...

Esposa desconocida (Gaara y Hinata)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora