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— Amigo, necesito algo de verde. Nos patearán el culo fuera de aquí si no pagamos la renta. Y no porque sea nuestro último mes aquí, significa que quiera pasarlo durmiendo en la calle.

Jung Hoseok, se dejó caer junto a su compañero de cuarto, Jeon Jungkook, en el destartalado sofá de cuero negro que daba a la pantalla plana. Llevaba el cabello negro y despeinado, lucía un bronceado de surfista y unos ojos que hacían recordar a Jungkook al chocolate derretido.

A pesar de sus palabras deprimentes, no parecía demasiado preocupado por la posibilidad de ser expulsado de su apartamento. Pero Hoseok nunca se enojaba por mucho tiempo. Tenía una personalidad acomodaticia, lo que era bueno teniendo en cuenta su tamaño. Un metro setenta y siete de puro músculo suaves y definidos a simple vista, si hubiera querido ser una mala bestia podría haberlo sido con facilidad y no habría sido un bonito espectáculo. Así que era bueno que casi siempre estuviera de un humor relajado.

— Hubiéramos tenido un montón de dinero para pagar la renta sino lo hubieras gastado en “el humo de la victoria”. —Gruñó Jungkook, deseando que Hoseok no ocupara tanto espacio en el sofá.

Debería haber habido un montón de sitio para dos personas de tamaño normal en el destartalado sofá de cuero, pero él y Hoseok eran chicos grandes.

Jungkook era aproximadamente unos centímetros más alto y musculoso que Hoseok y, aparte de eso, Jungkook tenía el pelo castaño oscuro, y ojos más oscuros. También era el más serio y tranquilo de los dos. No es que se necesitara mucho para ser más tranquilo que Hoseok, pensó, dirigiéndole una mirada a su compañero de cuarto y mejor amigo.

Había atravesado huracanes menos ruidosos y que no formaban tanto escándalo.

— ¡Ah, vamos, Kook! —Hoseok golpeó a su compañero de habitación en los bíceps—. Teníamos que tener algo con lo que celebrar. ¡Habíamos ganado las finales! Es nuestro último año y ¡por fin lo logramos! Dime que el trofeo no se veía bien cuando nos lo entregaron. —Hoseok agarró la cabeza de Jungkook con una llave y comenzó a luchar en broma—. Admítelo. Vamos admítelo.

— Basta ya, Hoseok, —Jungkook luchaba contra los brazos que le apretaban el cuello. Pero tuvo que admitir que esa victoria que todavía excitaba a su compañero de habitación había sido un triunfo muy satisfactorio.

Hoseok era el capitán de fútbol de la Universidad y Jungkook era el portero y habían terminado su última temporada como campeones. Estar en el equipo fue la forma en que se habían conocido en primer lugar y antes de terminar su primer semestre como novatos, habían decidido compartir una habitación.

En un principio había sido una dura adaptación para él vivir con un tipo como Hoseok. A Jungkook le gustaban las cosas ordenadas mientras que Hoseok era un vago total. Además, a Jeon le gustaba dormir a sus horas ya que se tomaba muy en serio su trabajo escolar, y Jung siempre era una fiesta a punto de empezar, y sólo sacaba de sus clases la marca del asiento en sus pantalones.

Lo más repugnante era la facilidad con que Hoseok sacaba buenas notas mientras Jungkook tenía que trabajar en serio para ello. Por otra parte, Hoseok se dirigía a la facultad de negocios después de haber obtenido su licenciatura y Jungkook aspiraba a convertirse en farmacéutico. La química orgánica era bastante más dura que los modelos de negocio y gráficos, se recordaba Jungkook a sí mismo.

Sin embargo, a pesar de las diferencias en sus personalidades, o tal vez a causa de ellas, eran buenos amigos y él no estaba realmente enfadado con su compañero de habitación. Pero tenía que obtener el dinero de la renta de algún lugar.

— Yo digo que llevemos tu preciosa televisión pantalla plana a la casa de empeño para ver cuánto sacamos por ella, —dijo, sentándose más erguido y fingiendo no darse cuenta de que el brazo de Hoseok todavía estaba sobre sus hombros.

Gay chicken » JJK+JHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora