1. Desangramiento

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DISCLAIMER: LOS PERSONAJES, ASÍ COMO EL UNIVERSO EN EL QUE SE DESENVUELVEN, PERTENECEN A J.K. ROWLING. YO SOLO LOS TOMO PRESTADOS

N/A: Hola! Esta es mi participación en el fictober 2020 del grupo "Yo también estoy esperando un nuevo capítulo de Muérdago y Mortífagos"

Son una serie de drabbles, uno por cada día del mes, que he decidido centrar en la temática de Halloween. No esperen final feliz, porque son drabbles aislados (el que avisa no es traidor) Pero esperen dramione... siempre esperen dramione jejeje

Espero que lo disfruten. Un gran abrazo.

La palabra correspondiente al día de hoy es: lluvia


1. Desangramiento

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Estaba oscuro.
La noche era abrumadora, cerrada... La luz de la luna tras las nubes apenas lograba iluminar las superficies empapadas, transformando el bosque en un boceto, apenas un garabato platinado delineando los contornos de la negrura.
El ruido de sus apresuradas pisadas contra los charcos se le antojaba obsceno... ella intentaba huir y el ruido de sus pasos la delataba.
Tropezó y apenas fue capaz de interponer las manos en su caída. Sangre. Sangre derramándose, saliendo del tajo que se había hecho en la muñeca y deslizándose por su antebrazo.

Su sangre sucia, corriendo encima de su cicatriz... Qué poético.
Estaba mojada. Pero no sabía si se debía al charco maloliente en el que había aterrizado, a la lluvia que continuaba cayendo o a las lágrimas que rodaban por sus mejillas.
El crujido que escuchó, a varios metros de distancia, lo sintió hasta la médula.

¿Qué caso tenía huir?

—¡Déjame tranquila! —gritó, con tanta fuerza que sintió el regusto del hierro deslizándose por su garganta—. Ya te dije que no quiero nada de ti.

Hermione cerró los ojos.

Tal vez de ese modo, sin el engaño que crean los ojos cuando estás en medio de la penumbra, sería capaz de anticipar su llegada.

Pero lo único que sentía era frío. Estaba calada hasta los huesos.

El aire fluctuó a su lado y, antes de que pudiera notarlo, él ya estaba allí.

—Nunca pedí tu opinión, Granger... —La voz era siniestra, espectral. Y, aún así, seguía arrastrando las palabras—. Sólo señalé tu destino.

Una última lágrima se deslizó antes de volver a abrir los ojos y encontrarlo frente a ella, a un palmo de distancia. Erguido en toda su altura, mortalmente pálido, con los ojos inyectados de sangre y una sonrisa torcida que habría parecido burla de no transmitir el más profundo de los terrores debido a los colmillos que se entreveían tras sus labios.

Su corazón se volvió un agujero. Así debía sentirse una antes de morir...

—¿Por qué? —preguntó en un susurro, intentando mostrar en su mirada una determinación que para nada sentía—. Mi sangre es impura, debería repugnarte...

Draco soltó una carcajada gélida.

—Porque la sangre sucia es la más dulce. Y, seguramente, la tuya será la mejor...

Y, antes de que Hermione pudiera si quiera amagar un escape, él estuvo encima.

La tomó por la cintura y la levantó como si no pesara en lo absoluto, haciendo que sus pies se apartaran del piso por última vez.

Intentó forcejear, pero era en vano. Era como intentar mover un muro a base de empujones.

Casi habría parecido un abrazo, de no ser por el grito que cimbró el bosque.

Lo último que vio fueron sus ojos.

Grises, helados y mortales...

Sintió la punzada en su cuello. Pero el dolor indecible duró muy poco, fue drenado de ella con una parsimonia monstruosa, con deleite.

Antes de perder el sentido para siempre, solo fue consciente de la sensación de su sangre corriendo por su cuello, mezclándose con las gotas de lluvia que aún caían sobre ambos, y de las últimas palabras que harían eco en su alma tras morir.

—Siempre supe que serías mía...

DRAMIONE : Treintaiún formas de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora