3. Mordedura de serpiente

540 58 15
                                    

DISCLAIMER: LOS PERSONAJES, ASÍ COMO EL UNIVERSO EN EL QUE SE DESENVUELVEN, PERTENECEN A J.K. ROWLING. YO SOLO LOS TOMO PRESTADOS

N/A: Gracias por todo el apoyo, me alegra que a pesar de ser un tema algo oscuro estén disfrutando estos pequeños drabbles.

Éste será un threeshot. La segunda parte se publicará en el capítulo de mañana 4 de octubre y la tercera el 5 de octubre.

La palabra correspondiente al día de hoy es: Chocolate caliente

3. Mordedura de serpiente

1/3

¨*°•✧•°*¨*°•✧•°*¨*°•✧•°*¨

—¡Harry! —susurró ella pero, al igual que siempre, él terminó haciendo lo que le daba la gana, a pesar de sus advertencias y sin importarle el peligro.

¿Qué necesidad tenía de ir a encontrar al profesor moribundo? ¿Y si Voldemort no se había marchado?

Pero Harry hizo levitar un trozo de lámina que les impedía el paso y entró a la habitación sigilosamente, seguido por Ron.

Hermione también los siguió, a pesar de sentir una enorme opresión en el pecho.

Y ahí estaba el profesor Snape.

Sintió que se le encogía el corazón al verlo en aquel estado, con el cuello abierto allí donde la serpiente clavó sin piedad sus dientes, emanando espesa sangre negruzca por la herida y derramándose por todas partes... Manchando su túnica, haciendo un charco en el piso...

No había arreglo ya.

Hermione barajó todas las opciones en su cabeza mientras contemplaba cómo su amigo se acercaba al cuerpo tendido del que alguna vez fue su profesor de pociones.

El veneno seguramente se estaba extendiendo pero, antes de envenenarlo, moriría por la pérdida de sangre. Era irremediable.

El profesor Snape tomó a Harry por la túnica y lo acercó a él.

¿Qué le pasaba? Parecía estar llorando. Derramaba un líquido plateado por los ojos, por la nariz y la boca mientras intentaba hablar y se atragantaba con su propia sangre.

—Tómalo... —dijo el profesor mirando a Harry a los ojos, pero él parecía no comprender. Snape entonces volteó a mirarla a ella y repitió—: Tómalo...

Eran recuerdos.

Snape estaba ofreciéndole a Harry sus recuerdos...

Hermione materializó un vial y se lo entregó a Harry. Él comenzó a recolectar la sustancia con su varita y, justo en ese momento, el profesor volvió a mirarla fijamente a los ojos.

Tómalo...

¿Lo había imaginado o se lo había dicho a ella, directamente en su cabeza?

Una última lágrima brotó de sus ojos al tiempo que el profesor volvía su mirada nuevamente hacia su amigo.

Tómalo, señorita Granger...

La mirada del profesor comenzaba a extraviarse y la mano que aferraba la túnica de Harry parecía cada vez más laxa.

—Mírame —le susurró y, entonces, fue como si algo abandonara su mirada. Algo se extinguió.

Hermione sintió que sus mejillas se humedecían y sollozó al tiempo que la mano del profesor caía al piso con un ruido sordo.

DRAMIONE : Treintaiún formas de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora