Capitulo 3

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Deik se hallaba con la mirada perdida, sentado en la mesa de la casa del viejo sabio.

-Chico, no puedes salir así sin más hacia la capital. Está bajo control demoniaco, es imposible entrar. Morirías con tan solo acercarte.-

Deik miró bruscamente al anciano. -¡Y que propones que hagamos entonces! ¿Rendirnos? ¡Yo no me pienso quedar aquí de brazos cruzados mientras  esa gente siga haciendo mal a personas inocentes!-. Suspiró.

El viejo anciano encendió su pipa.

-Relájate chico- dijo -Ahora mismo podría decirse que son invencibles, no sabemos por donde empezar. Nosotros no, pero hay alguien que sí.-

Deik lo miró riendo sarcásticamente.

-¿Quién? El rey ha muerto, y los espíritus han sido capturados. No eres más que un viejo chiflado.-

-Exacto-. Dijo el anciano. - En su abominable ataque se olvidaron de algo. El espíritu Midne no fue capturado.

La expresión de Deik era atónita. -¿Cómo?- Dijo Deik.

-Sí chico, y sigue en su morada, aquí, debajo del castillo. Creo que... Deberías ir a verle, y dejar a este viejo chiflado-

Deik se levantó y miró al viejo a los ojos -Gracias- le dijo y salió corriendo hacia la puerta.

Deik llegó a lo que quedaba de Castillo. Se quedó paralizado cuando vio el estado de aquel lugar. Todo lo que un día fue un precioso castillo con un jardín enorme lleno de hermosas flores se había reducido a trozos de escombro, piedras rotas y cenizas.

Deik empezó a caminar entre los escombros. Había manchas de sangre en algunas de las caídas paredes. Deik ya conseguía visualizar detrás de lo que era el castillo la roca que escondía el pasadizo hacia la morada del espíritu. Una vez llegó, Deik hizo fuerza contra la roca y consiguió moverla hacia la izquierda. Unas escaleras que bajaban hacia un lugar sin luz aparecieron y Deik empezó a bajarlas. Conforme iba descendiendo la temperatura iba bajando y cuando llegó abajo, el ambiente podría congelar un cubo de magma. La habitación se iluminó. Era un lugar mágico. Toda la habitación estaba hecha de hielo. "De ahí este frío" pensó.

Deik camino hacia el otro extremo de la glacial habitación, donde había una puerta de madera enorme, que conducía a la sala del espíritu.

Deik empujó la pesada puerta y la abrió.

Esta sala era mucho mas pequeña que la anterior. Tan solo era un cuadrado, con unas pequeñas escaleras que permitían llegar a un altar. Sin embargo todo seguía formado por hielo.

Deik se dispuso a subir por las escaleras y finalmente se situó en el altar. Deik se arrodilló y cerró los ojos y recitó unas palabras en el idioma antiguo: "Tasies Midne fut'girt gyles heit".

Que significaba algo como "Espiritu Midne ayudame, necesito tus fuerzas."

Después de pronunciar esas palabras Deik se levantó y una raya de luz amarilla empezó a bajar desde el techo, justo delante de el. El espíritu Midne apareció.

Tenia aspecto femenino, llevaba un vestido blanco y el cabello largo y rubio. La espíritu Midne comenzó a hablar: "Gtader Deik fre'na fytus pitu'sa mor'ti. Tica geit uta nega siloptis famikon. Gelos her bekis gramen. Deik utis de 5 tasies gre huyt fes. Utar dertyvon freya grolas deryt hyenja caetorb Deik gron tysus bolatus zafiro frich. Fryus vetado gfes knar las dodber, xerti giopa huxsd"

(Significado: Héroe Deik, el señor oscuro debe morir, son embargo para ello mis 5 hermanos deben ser liberados. Sin nuestra ayuda es imposible hacerle un rasguño. Cada uno de nosotros te dará un arma que te ayudará a vencer a los demonios que nos poseen y finalmente, los 6 juntos nos fundiremos en una espada, la espada del zafiro, la cual tu deberás empuñar y con ella matar al señor oscuro. Ten aquí la primera de esas armas, el arco de la luz. El reino entero depende de nosotros Deik. Suerte en tu viaje).

Una gran columna de luz se formo sobre la espíritu. Una columna de luz cada vez mas brillante y que finalmente se diluyó, dejando sobre el suelo un cofre blanco.

Deik se agachó y lo abrió. Dentro habia un arco dorado, un saco con flechas plateadas y un pergamino enrollado y fijado con una cuerdecita roja.

Deik cogió el arco, lo observó y probo a lanzar una flecha. Era una arma preciosa en diseño y muy precisa. Las flechas plateadas tenían y símbolo de la luz en la punta. El saquito donde estaban metidas estaba echo de cuero. Tenía una insgnia con forma de ave justo en el centro.

Deik se lo colgó en la espalda, junto con el arco.

Después de ajustarselo, cogió el pergamino, le quito la cuerdecita roja y lo desenrolló. El pergamino contenía un mapa del reino de Falyat. Un mapa donde las regiones bajo control demoniaco yacían en oscuro. Solo Sedir, la región de Deik, estaba libre. Las otras 5, Friya, Néregon, Oik, Tuma , y la Región de la capital, estaban oscuras.

Deik volvió a enrollar el pergamino, lo guardó y empezó a caminar hacia las escaleras para salir de nuevo  a Taplan.

La gente estaba fuera de sus casas trabajando en la reconstrucción del pueblo y su limpieza. Deik vio al joven Tim cerca de la salida del pueblo junto con el vino sabio plantando nuevos cultivos y árboles.

Deik se acercó.

-¡Chico!- exclamó el viejo. -¿Que tal ha ido todo?-

-Ya se que camino dejó seguir, gracias a usted. Le estoy muy agradecido.- Dijo Deik.

-No hay de que chico.-

Deik apoyó su mano sobre el hombro del joven Tim.

-Y a ti, muchas gracias por cuidarme esos tres días.-

Al joven Tim le brillaban los ojos y no cabía en si mismo de la emoción -Era lo menos que podía hacer...- dijo tímidamente.

Deik empezó a caminar por el puente.

-¡Volveré pronto!- Gritó y se perdió en el horizonte, acercandose al gran bosque de Sedir.

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⏰ Última actualización: Jan 19, 2015 ⏰

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