"Es increible como la vida te da vueltas, un día eres un mejor amigo y al otro, eres aquel primer amor de la persona que menos esperabas"
Todo comenzó cuando a mi padre lo trasladaron de su trabajo, nosotros vivíamos en Busan, Corea del Sur, sin embargo teníamos que irnos a Seúl, yo solo tenía 5 años y estaba por entrar a la primaria, no quería dejar a mis amigos, no quería dejarlo a él. Sé que tal vez piensen que hablo de algún novio o enamorado pero no es así, me refiero a mi mejor amigo, a mi alma gemela sin duda alguna, ese era Kim Taehyung. Tae llegó hace un año a mi escuela y sufría de violencia en su casa, su mamá trabajaba por las noches y su padre era un alcohólico por lo que la mayor parte del tiempo no estaba consciente, pero él nunca dejó que los demás vieran su dolor y todo lo ocultaba detrás de su hermosa sonrisa cuadrada, esa sonrisa que desde el día que la vi supe que nunca la dejaría y me haría adicto a ella.
Estábamos camino al aeropuerto ya que a mi padre le dieron solo dos días para trasladarse, de otro modo perdería el puesto y le tocaría estar en el área de administración (mi padre trabaja en una empresa que él la define como la firma "líder global en tecnologías de la comunicación, economía sostenible y soluciones para la próxima generación" y él era la mano derecha del propietario, que era hermano de mi padre). Me sentía muy desanimado ya que no pude despedirme de Taehyung, pues había ido a sus clases de saxofón. Llegamos al aeropuerto y nuestro vuelo salía en 15 minutos por lo que fuimos a buscar algo ligero para comer. Mientras caminábamos pude ver una figura conocida.
-¿Taehyung?- no lo pensé dos veces y fui corriendo - ¡¡¡¡Taehyung!!!! ¡¡¡KIM TAEHYUNG!!!- gritaba mientras seguía corriendo y mi mamá me seguía. Cuando estuve cerca me detuve en seco y Tae volteó a verme, cuando lo hizo mi corazón se sacudió, no tenía ni idea de que era esa sensación pero me hacía sentir extraño. Tae avanzó un paso y abrió sus brazos, no lo dudé y corri hacia él para abrazarlo. Él era un poco más alto que yo, por lo que recargó su barbilla en mi cabeza. Yo empecé a sollozar y no sabía por qué, si era por la felicidad de verlo o por la tristeza de que sería la última vez que lo haría -¿Pero que estás haciendo aquí? ¿Qué pasó con tus clases? ¿Y por qué traes una maleta?- a su lado estaba una maleta color menta que no ocupaba a menos que fuera algo muy importante
-Tranquilo conejito, se te enredará la lengua- dijo separándose de mi y revolvió mi cabello
-¿Acaso te irás también? ¿Te enviarán con tus tíos a Canadá?- al decir eso me puse pálido, podía soportar el dejarlo aquí en Busan y vendría cada mes a verlo, pero si se iba a Canadá no lo vería hasta que cumpliera los 18 o los 21, que es la mayoría de edad aquí en Corea.
-Jajajajaja tranquilo Jungkook, mi mamá ha decidido enviarme a Seúl con mi abuela, se separará de papá- al decir eso su cuerpo se tensó, Tae no era así, algo había pasado y no me lo quería contar, lo cual respeté
-Espera..... ¡¿Te irás a Seúl?! Eso significa que....- lo miré con los ojos cristalino y él solo asintió -¡¡¡POR DIOS TAEHYUNG!!! ¡¡¡ESTAREMOS JUNTOS!!!- no aguanté la emoción y me abalancé hacia él, haciendo que los dos cayéramos- ¡¡¡¡TAEHYUNG!!!! NO LO PUEDO CREER, ¡¡¡NO TE PERDERÉ!!!-
-Sé que estás feliz Jungkook, pero no puedo respirar- dijo soltando una pequeña risa y mamá me quitó de encima
-Jungkookie deja a Tae que lo vas a lastimar- dijo mi madre mientras me cargaba y me quitaba de encima de Tae. Él se levantó y sacudió su ropa, en eso anunciaron que nuestro vuelo estaba por salir y que debíamos abordar -Tenemos que irnos, le diremos a tu padre que no encontraste algo que te gustara ¿Está bien?- dijo y yo solo asentí -Vamos Tae- mi madre le hizo seña a Taehyung para que nos acompañara, me pregunto a qué hora será su vuelo
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ℍ𝕖𝕒𝕥𝕙𝕖𝕣 [ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ ʏ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ]
FanficNarra la historia sobre Taehyung y Jungkook, dos mejores amigos desde pequeños que han compartido todo y han pasado por muchas cosas juntos, sin embargo, estar tanto tiempo cerca de la misma persona puede despertar sentiminetos que van más allá de l...