V

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Hyunjin no se dió cuenta en qué momento había empezado a cargar con cinco bolsas en sus manos pero realmente no le interesaba mientras veía la sonrisa del demonio en frente suyo, quien se encontraba tomando un Bubble Tea y soltando un jadeo por el sabor.

—¡Extrañaba esto de mí vida humana! —Murmuró Felix mientras tomaba con rapidez la bebida.— I really love this.

—¿Sabes inglés? —Preguntó Hyunjin mientras tomaba de su batido de banana.—

—Mi yo vivo nació en Australia, es mí idioma natal.. —Respondió Felix mientras sonreía levemente, terminando de su Bubble Tea.—

Hyunjin asintió con una sonrisa mientras observaba al pálido ahora comer de su tarta de chocolate, lo observó por varios segundos mientras una sonrisa algo boba e instalaba en sus labios, el demonio realmente le parecía una ternura.

— Cuéntame sobre los incubos. —Pidió Hwang Mientras comía de su tarta de frutilla, mirando al demonio con una sonrisa.—

—Uhm, los incubos puros en sí son viles demonios que luego de ser invocados y cumplir su "labor" se llevan la vida de su presa, absorben toda su energía dejándolos en cenizas para luego volver a nuestro mundo. —Respondió Lee dejando de lado la tarta de chocolate para luego empezar a comer la tarta de manzana, dejando a Hyunjin con una expresión algo de miedo pues el temía caer ante la tentación y que eso pasara.— Pero los pobres bobos como yo que fuimos convertidos luego de nuestra muerte únicamente podemos irnos luego de que digan "esas palabras", nosotros no asesinamos a las personas que nos invocan.

—¿Entonces no me matarás si me acuesto contigo? —Preguntó sin pensar mucho y mantenía su mirada en su postre.—

—¿Así que quieres que me acueste contigo eh? —Felix sonrió pícaramente para luego reír.— Exactamente, si algún día nos acostamos no tienes que preocuparte porque te mate.

—Eso me saca una preocupación de encima. —Hyunjin cambió su tono a una coqueto de repente.—

—Me alegra que ya no estuvieras preocupado. —Lee le guiño un ojo algo coqueto y luego sonrió tiernamente, terminando su tarta de manzana.— Bien, ya probé esto, allí voy, deseame suerte.

Felix sonrió mientras se levantaba de su lugar y luego caminaba a la dichosa oficina del gerente que había en el lugar, dejando solo a Hyunjin.

Hyunjin frunció su ceño levemente mientras esperaba a Felix y rogaba que consiguiera el trabajo. Éste se trataba de ser cocinero y mesero en aquella cafetería en la que se encontraban, Hwang le había dicho que siguieran buscando pero Felix con su amor por la cocina decidió que quería intentar allí. A Hyunjin no le quedó más opción que esperar a que terminara la dichosa entrevista para luego volver juntos al apartamento y acomodar todo lo que habían comprado para que el pálido tuviera una vida "normal" de humano.

Sus pensamientos se dirigieron a la rápida imagen del morocho de pelo naranja que había pasado por su mente esa mañana y allí se quedaron atascados por un buen momento, las preguntas inundaron su cabeza.

"¿Quién es?" "¿Por qué pienso en él?" "¿Será alguien de mí pasado?" "No lo creo, jamás lo he visto."

—¿Hyunjin? ¿En qué piensas? —Murmuró el pecoso mientras pasaba su mano repetidas veces por el rostro del mayor, buscando hacer que reaccionara.—

—¿Eh? ¿Ya terminaste con tu entrevista? —Hyunjin preguntó apenas salió de sus pensamientos y miró al menor, quien asintió con una sonrisa.— ¿Conseguiste el empleo?

—¡Si! El señor me dijo que las recetas que me conocía eran muy buenas y que estaba seguro que yo sería un buen camarero o chef.

Lee agarró una de las bolsas con una sonrisa en su rostro, "Para no poder sentir nada sonríe mucho." pensó Hyunjin Mientras miraba al pecoso agarrar tres bolsas más.

—Bueno, hora de volver a casa, Kkami debe estar esperándonos para su merienda de la tarde. —Murmuró Hyunjin agarrando las bolsas restantes.—

—Mientras vamos... —Luego de pagar ambos salieron de la cafetería y Felix decidió romper el silencio.— ¿Me contarías de ti? Ya hablamos mucho de mí y mí vida de demonio pero no hablamos absolutamente nada de ti.

—Oh, está bien. —Hyunjin hizo una mueca y dejó las bolsas en el asiento trasero de su automóvil.— Uhm, no tengo mucho para contar la verdad, vengo de una familia pequeña, soy hijo único y viví toda mí vida en Seúl. —Empezó Hyunjin mientras se subía al auto.— Creo que lo único que tengo de "interesante" es que no recuerdo una parte de mí adolescencia, desde que cumplí los catorce hasta aproximadamente los dieciséis no recuerdo absolutamente nada, solamente sé que estuve en una Relación con alguien, realmente no recuerdo bien.

Hyunjin dirigió su mirada al demonio quien ahora tenía una expresión neutra en el rostro, sin demostrar nada, por instinto le miró directo a los ojos y la tristeza que estos reflejaban era increíbles, ¿Algo le pasaba? ¿Había dicho algo malo?

—¿No recuerdas nada de nada? —Murmuró Felix con confusión a la vez que rascaba su brazo, era algo que hacía constantemente pues realmente no le dolía.—

—Nada de nada, mí mente bloqueó todos esos recuerdos pero no sé el por qué o si me borraron la memoria pero me gustaría recordar quien era el chico. —Hyunjin Dirigió su mirada al frente, empezando a conducir.— De ahí en adelante no hay mucho, desde entonces mí corazón se negó a dejar entrar alguien más, no me enamoré y no tuve más parejas, ni siquiera siento atracción sexual por las personas. —Hyunjin dirigió su mirada por cortos segundos al pálido.— Bueno, excepto tú, supongo que porque eres un Incubo.

La risita de Felix fue lo último que se escuchó para luego seguir en silencio levemente incómodo, el demonio iba con la mirada algo pérdida mientras que Hwang solo se mantenía conduciendo. Al llegar al edificio donde estaba el apartamento de Hyunjin aún en silencio bajaron con todas las bolsas y caminaron hasta llegar al interior de este

—Iré acomodando la ropa en el armario, avísame cuando tengas hambre.

Felix agarró todas las bolsas y se Dirigió a la que ahora sería su habitación, dejó las bolsas en el suelo y finalmente se sentó en la cama, apoyando su rostro en sus manos y sus codos en sus rodillas.

—Es oficial, no me recuerda en lo absoluto. —Susurró para sí mismo mientras hacía un pequeño puchero.— Bueno, solo hay una persona que podrá darme respuesta.

Levantándose se quitó la camiseta, la amarró a su cintura y con sus ojos cerrados se concentró en dejar salir sus alas. Justo en la marca que había en sus omóplatos dos alas salieron y un suspiro salió de sus labios. Caminó hasta la ventana de la habitación y, aprovechando que era de noche y no había muchas personas en la calle, tomó impulso y finalmente emprendió vuelo, esperaba que la madre de Hyunjin siguiera viviendo en aquella casa.

Desapareciendo de la vista de los humanos se sintió algo libre, el viendo frío chocando con su rostro era una sensación que le gustaba a la hora de volar. Pasaron unos quince minutos antes de que sus ojos vieran la casa donde los Hwang vivían, cuidando que no hubieran personas cerca aterrizó en el techo de la casa del vecino, escondió sus alas para luego bajar con sumo cuidado, subió las cortas escaleras mientras se colocaba la camiseta otra vez.

Un extraño sentimiento que casi ni recordaba lo invadió, haciendo que su estómago sintiera un pequeño cosquilleo. Suspiró una vez más u finalmente tocó el timbre de esa casa, espero aproximadamente unos tres minutos antes de que la puerta fuera abierta y la imagen de la señora Hwang apareciera frente a él. La mujer tenía una mueca de asombro pero de tristeza al mismo tiempo y se lanzó hacia el chiquillo, abrazándole.

—¡Yongbok! Oh dios... ¿Quién te ha invocado? —La mujer miró al menor con una pequeña sonrisa.—

Felix sonrió, agradecía que la madre de Hyunjin lo recordara, más bien, recordara lo que había dicho la abuela.

—Puede ser una sorpresa quien me ha invocado. —Felix se adentró a la casa de la mujer siguiéndola a ella.— Ha sido Hyunjin, es por eso que estoy aquí...


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4/05/2021

Tiramiiseung

𝙨𝙚𝙭 𝙙𝙚𝙢𝙤𝙣 [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora