¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dicen que cuando se tiene lo que uno quiere, carece de lo que necesita. Es como el básico cliché de "Tienes dinero pero no amor" y viceversa. Tienes poder, pero no hijos ni una esposa que te reciba, tienes poder, pero no una familia con la que cenar las noches del domingo, tienes poder, pero no tienes con quien compartirlo.
De hecho, las noches de domingo yo me las pasaba en el móvil, tal vez viendo publicaciones de gente que no conozco ni me conocen, hablando con Touya Nii-chan incluso si con el tiempo este se hubiera vuelto algo seco en sus mensajes, y si no, acompañando a mi padre.
Porque a pesar de todo lo sucedido, no puedo negar que comparto sangre con él, que saqué alguno de sus talentos, que de hecho se despertaba a la madrugada para ayudarme a dormir. No puedo negarle ser mi padre, porque yo, como su hijo, no fui negado.
-Deberías comer más Oto-san..- Murmure con tranquilidad, este domingo fui el único que voluntariamente tomo asiento junto a él, no porque Fuyumi, Nee-san no quiera, no porque Shoto, Nii-san ni Natsuo, Nii-san repudien sin vergüenza a nuestro padre; pero porque soy el único con él en la mesa.
Oto-san asintió, pero no puso esfuerzo en mover un dedo, no lo culpo, no es el primer y seguro no será el último domingo que nos vamos a dormir en un silencio vacío.
En cuanto ambos nos despedimos en silencio y entramos a nuestra habitación, el silencio se volvió preocupante, pero era lo habitual. Estuve despierto hasta las una de la madrugada, escuchando como Natsuo, Nii-san y Fuyumi, Nee-san salieron a las 12 de la noche a comer cuando la cocina estaba vacía, Shoto, Nii-san ya comió por la tarde, entreno y no salió de su habitación desde entonces. El ambiente depresivo y edgy me molesta.
En cuanto todas las puertas se cerraron me cambie el pijama y baje por la ventana de mi habitación, era una salida usual.
Mis dedos tecleaban en el pequeño teléfono.
-Ojos al frente.. Podrías chocar con alguien que no sea yo.. -Tarareo una voz cálida y algo ronca, mis ojos se levantaron hasta ver el nuevo cabello negro y un rastro diluido de humo.
-El negro no te va... - Hable honestamente.
-Haruko... qué cruel eres con tu hermano..-Este sonrió notablemente no afectado por mi opinión.
-Jódete.. -Dije con una sonrisa de malicia mientras este se inclinaba rodeándome en sus brazos, suspire.
-Soy tan mala influencia, ¿uh?...-
Su tono era claramente de deleite, no podría sentirse apenado de que su favorito hermano menor tomara algunas de sus actitudes, en especial cuando, desde el punto de Touya, esto atormentaría en los más dulces sueños de su padre.
-Tal vez... las perforaciones y las constantes invitaciones a bares son una señal de mala influencia...de acuerdo a opinión popular. -Touya, Nii-chan sonrió con malicia.
