"No seré tu cómplice" ─ Impostor x Tripulante [Among Us]

O9: Sinceramente.

[Lamento que el vídeo no se vea aquí, pero pueden hacer click en donde dice "Mirar en Youtube", vale la pena escuchar tremendo tema. Además, ya está en español como idioma original :3]

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El día transcurría, White se entretenía viendo desde la ventilación a la joven Pink, mientras esta reposaba en una camilla, leyendo un libro. No se animaba a entrar, puesto que se vería sospechoso el que siempre se pegara a ella, o eso pensaba, además, Green conversaba con su hermano menor en la parte de atrás de la enfermería.

Hablaban sobre las tareas, sobre organizar el tiempo y eso, no disimulaban mucho, puesto que hablaban en voz alta, pero eso no evitaba que Pink se concentrara, ella estaba metida en las páginas de su libro.

La criatura se sentía... extraña, era como si algo dentro de su pecho, demostrara tener vida propia, su corazón latía agitadamente, pensó que le daría un infarto, así que se cambió a otra habitación, aunque la imagen de la chica leyendo no salía de su cabeza.

Sería una locura lo que estaba pensando, pero el plan ya estaba en marcha, el problema era el capitán, no quería deshacerse de él, puesto que parecía un buen chico, solo le faltaba experiencia en el espacio, no merecía morir de una forma tan horrible, como a manos de el monstruo.

Matarlo a él, sería ganarse el odio de los tripulantes, y aunque lo hiciera sigilosamente, Black esperaba otra forma más pacífica. Todo involucraba a todos, matar a uno era ganarse el odio de alguien, y no estaba para jugar, tenía una misión importante, vengar a su madre, y mandar a volar a la generación 17 de su planeta, claro, si seguían vivos.

El problema era, el cómplice, tenía el ojo puesto en alguien, pero aquella persona lo mandaría a volar, una lástima, era demasiado amable y parecía querer colaborar. La criatura se lamentaba en sus adentros, en haber matado a Cyan, pudo resolverlo de otra forma, sin asustarlo.

Los pensamientos de White eran solo culpa y más culpa, confusión, sentía emociones extrañas, diferentes, le parecían algo conocidas, pero no comprendía aún la razón de estas.

─Hola─ habló una voz femenina en tono muy dulce.

─Eeehh─ la criatura estaba inmóvil, se dio la vuelta, estaba en la cafetería, y Pink estaba detrás de él ─Hola...─.

─¿Por qué tan retraído?, ¿dónde ha quedado tu expresión dulce?─.

─Quieres ver mi verdadera expresión...─.

─Eehh, tranquilo, no te arrebates, no soy un impostor, ahaha─.

─Ahaha... sí─.

─Bueno, me dieron de alta, no era la gran cosa, pero necesitaba medicarme más que nada, ¿te acompaño a trabajar?─.

─Voy a la zona de electricidad─.

─Mmm...─ la expresión de la chica cambió a una más... fría, esa habitación el traía malos recuerdos de su primer día en la nave, el pánico no tardaría en aparecer ─Lo... lo siento, creo que no podré entrar nunca más allí─.

─¿Por qué?─.

─...─.

─Oh... bueno... puedo cuidarte, he derrotado a un impostor, conmigo no te pasará nada, querida─.

─Haha, presumir es lo que haces mejor, ¿cierto?─.

─No, también matar─.

─Haha, eres pésimo comediante, pero vamos, te acompaño solo porque quiero superar mis miedos─.

─Bien─.

El dúo fue hacia la mencionada zona, la chica de rosa temblaba, pero intentaba disimularlo, y el de blanco solo se reía de sus pensamientos insanos, pero no, no era parte del plan matarla, lo contrario, debía mantenerla de su lado, ¿no es eso lo que hacen los cómplices?.

─Pensativo, y retraído, eres definitivamente un compañero interesante─.

─Sí... interesante─.

─Esas pausas dramáticas que haces cada vez que te habla alguien, me causan un poco de... curiosidad─.

─Se siente bien... pausar dramáticamente─.

─Lo sé... querido─.

─Perdiste, las pausas duran un poco más─.

─Haha, tontito─.

Supervisaban la iluminación, y realizaban sus tareas, estaban esperando el momento en que el botón de pánico arruinara todo, pero no, ese momento no llegó.

─Sabes... Pink, hay cosas de ti que no termino de comprender, me hago muchas preguntas sobre ti─.

─Mmm, así que te intereso─.

─... Sí, como compañera de trabajo... y hasta ahí─.

─Haha, adoro que te pongas nervioso─.

─Sí, oye... ¿qué pensarías acerca de ser amiga de... alguien que hizo cosas malas por motivos buenos?─.

─Mmm, sería una relación compleja, de muchos secretos, y no soy muy buena guardando secretos... podría usar de ejemplo al impostor, podría ser amiga de uno y no darme cuenta, como Sky, o tú, o cualquiera─.

─Sí... ¿Yyy?─.

─Yyy.... me sentiría muy mal por ser una cómplice de un asesino, dices que tendría sus motivos buenos, pero... nadie mata por buenos motivos, siempre hay algo oscuro detrás, ya sea odio, frustración, tristeza, venganza, etcétera─.

─...─.

─¿Por qué preguntas?─.

─Creo que no estarías tan errada─.

─¿Sobre qué?─.

─Sobre ellos─.

─¿Quiénes?─.

─Pink, ven conmigo, quiero mostrarte algo─.

La criatura no esperó a que la chica reaccionara, la tomó de la muñeca y la llevó a la sala de computadoras. La chica no entendía nada, pero el de blanco aprovechó a que no había nadie en la sala, y encendió una de las computadoras, introdujo un dispositivo, precisamente una clase de pendrive, y esperó a que cargara la información.

─Esto es... información que conseguí de los impostores, no preguntes de donde, simplemente la obtuve, y quiero que veas algo─.

─¿Qué?─.

El joven de blanco mostró unas imágenes, y algunos vídeos; criaturas de su especie, corriendo desesperados de tripulantes de anteriores naves, que habían creado estaciones en Polus, masacrando a su gente sin piedad, cuando solo algunas criaturas se habían acercado por comida para sus crías.

─Estos son motivos buenos según tu especie, ¿no?─.

─.... ¿Qué es eso?, ¿por qué... ellos...?─.

─¿Qué?, ¿por qué ellos masacran criaturas inocentes?, ¿por qué ellos matan y despedazan criaturas que solo estaban en un único planeta sin molestar a nadie?, ¿por qué estas generaciones de las que están orgullosas, matan a los míos?, ¿eso quieres decir?─.

─¿C-cómo que...?, ¿cómo que "de los tuyos"?, por favor... tú no─.

─Yo sí, querida, y tú también─.

─No... no, ¡NO NO NO!─ gritaba la chica, mientras se dirigía a la salida de la habitación.

La criatura de blanco cerró las puestas, dejándola encerrada, junto a él, pero no se inmutó, ni siquiera se acercó a ella, si lo hacía, le pasaría lo mismo que a Cyan, y ya sabía que estaba recibiendo medicamentos.

─Si vas a matarme, hazlo, pero a mis amigos no─.

─¿Matarte?, por favor, no estoy tan desesperado─.

─¿Entonces?─.

─Solo quiero un cómplice─.