"No seré tu cómplice" ─ Impostor x Tripulante [Among Us]

1 5: El Show.

El chico de amarillo estaba inmóvil, sostenía el vaso de vidrio en su mano, mientras veía la mirada fría y sin emoción de su compañera.

─¿Sabes?, si no corres, me lo harás más aburrido─.

─¿Eh...?─.

La criatura se transformó, revelando su verdadera forma, dejando salir sus imperfectos y puntiagudos dientes ─¡Booh!─.

─¡AaaAhaHaa!─ gritó el chico de amarillo, con tono aniñado.

Este le lanzó el vaso de vidrio a la criatura y corrió hacia el botón de pánico, pero el animal se interpuso.

─Si me lo haces fácil no tiene sentido jugar─.

─¡Ya termina con los monólogos!─.

El chico corrió hacia otra dirección, quería llamar a sus compañeros, pero la criatura salió de otra ventilación, lo hacía correr en diversas direcciones, para ahuyentarlo lejos de los demás y así demorar un poco más la cacería, pero no todo le salía según lo planeado, alguien sintió el olor de aquella cosa.

─No... ahora no, por favor─.

White salió de su habitación, solo cruzó la puerta, y escuchó algunos pasos en lo lejos, quería ir a ver, pero no podía dejar solo a su compañero de traje negro.

─Black, Black, ¡idiota, despierta!─.

─¿Q-qué?, ¿qué?, ¿qué sucede?, amigo─.

─Hay un impostor en la base, y está persiguiendo a alguien─.

─¿Qué harás?─.

─Llamaré su atención, quiero que vayas y toques el botón de pánico, no queda muy lejos, me aseguraré de que no se acerque a la cafetería─.

─¿No puedo tocar las puertas de los demás?─.

─¡No seas idiota, idiota!, la mejor forma es llamarlos a todos al mismo tiempo─.

─Bien, ya voy─.

─Suerte─.

White salió al rescate, corriendo por los pasillos, escurriéndose por las ventilaciones y siguiendo el ruido, hasta llegar a lo que parecía el final de la cacería, el final de Yellow, el cual estaba aterrado, arrodillado en el suelo, contra una esquina de la zona de electricidad, y tapándose los ojos, las puertas habían sido cerradas, así que el chico estaba frente a la criatura, y con una ventilación libre a su lado, una por la que obviamente no podía pasar.

Era un hecho que la vida del chico no iba a ser perdonada, solo era un bocadillo de aperitivo, para lo que estaba por abalanzarse sobre él. Como si sus plegarias fuesen escuchadas por Satanás, el impostor que sí deseaba ver, salió de la ventilación, y se interpuso entre la bestia y el chico.

─Consíguete tu propia comida─ gruñó la impostora morada.

─Ya lo hice...  si no corres, me lo harás más fácil, ¿qué gracia tiene jugar así?─.

─Aagh─.

La criatura estaba dispuesta a enfrentar al impostor de traje blanco, este se desfiguró y se puso en posición. La empujó contra la pared, esta retrocedió, y el blanco volvió a tomarla y a empujarla, esta vez contra las puertas, las cuales fueron abiertas por la criatura morada.

El capitán había sentido el ruido de las bestias, así que fue hacia el lugar más peligroso de la base, donde terminó encontrándose lo que quería encontrar:

─Hasta la vista... baby─ habló el capitán apuntándole a la bestia con una pistola, justo en su frente, y disparó.

─Aaahh─.