Al siguiente día en mi hora libre para andar en silla de ruedas di algunas vueltas y fui a la recepción, le pedí a la enfermera que si me daba los nombres de las niñas que están acá por un tobillo roto.
-esa información no te la puedo dar niño, mejor vuelve a tu habitación- me dijo sin siquiera mirarme
Así que volví a mi habitación ya que elena, la enfermera joven encargada de mi ya iba a llegar, no alcanzo a arroparme cuando ella ya estaba entrando
-sabes que no debes levantarte, y menos cuando no has desayunado-me dijo mirando la comida que seguía intacta en la bandeja junto a mi
-no es mi culpa, no tengo hambre y me aburre estar acostado en esta cama sobretodo en vacaciones, además estaba averiguando algo importante
- ¿y que es más importante que tú salud?- dijo ella
Lo pensé por un momento y al final le dije todo
-entonces por eso necesito los nombres de las niñas
-hagamos un trato ¿si?- dice ella- yo concigo los nombres de aquellas niñas y tú te comes todo lo que te sirvan
-trato hecho- dije ofreciendo mi dedo meñique, ella rodando los ojos lo engancho con el de ella
Después me tomo unos exámenes como hace siempre, se despidió y se fue de mi habitación.